Misterios de iniquidad
PURIM – 19
Cuando llegue el mesías podrían desaparecer todas las festividades,
pero Purim jamás desaparecerá.
(Midrash de Proverbios).
El Santo, Bendito sea, no ataca al pueblo judío a menos
que ya haya creado un remedio para ellos de antemano,
como se afirma: “Al curar Yo a Israel,
se ha descubierto la iniquidad de Efraím ”
(Oseas 7: 1).
Pero esto no es así con respecto a las naciones del mundo.
Con ellos, Dios los golpea primero y solo después crea un remedio,
como se dice: «Y el Señor herirá a Egipto, golpeando y sanando»
(Isaías 19: 22) (Talmud, tratado de Meguilá)
Amalec es el archienemigo del pueblo elegido. Pero, ¿dónde encontrar históricamente a los amalecitas en la historia de los judíos y en el momento presente?
Tres de los preceptos de la torá hacen referencia a Amalec (Deuteronomio 25: 17-19):
– El deber de recordar lo que les hizo Amalec a los israelitas cuando salían de Egipto: Acuérdate de lo que hizo Amalec en el camino, cuando saliste de Egipto, cómo te salió al encuentro en el camino, y asaltó a tus rezagados, todos los débiles que iban atrás, estando tú fatigado y agotado; y cómo no tuvo temor de Dios.
– El deber de no olvidar: No lo olvides.
– El precepto de erradicar a la progenie de Amalec: Ahora bien, cuando Yahvé, tu Dios, te diere descanso de todos tus enemigos a la redonda, en el país que Yahvé, tu Dios, te dará en propiedad hereditaria, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo.
Es obvio que, si los judíos han mantenido viva la memoria del enfrentamiento con Amalec tras recibir la torá, y que, si en general, identifican a Amalec con el “antisemitismo”, es decir con aquellos que ponen en cuestión su “teología” y su “derecho” a vivir al margen de la ley natural y de la verdadera revelación, entonces resulta fácil llegar a la conclusión de que los judíos no olvidan a la Cristiandad como a su más acérrimo enemigo.
Dentro de la Cristiandad, el “Amalec” más destacado es el de la Hispanidad Católica, la gloriosa monarquía católica e imperial que llevó la Ley del Evangelio a todos los confines del mundo, que se forjó en la España Medieval y culminó con los reyes católicos y su decreto de expulsión.
Asimismo, la Cristiandad es heredera y continuadora de la misión civilizadora de la Roma que puso fin a las rebeliones y el exclusivismo judío, y que acabó abrazando la cruz de Nuestro Señor Jesucristo.
Roma es identificado como Edom, que trajo la dispersión del pueblo elegido y su más largo exilio, en el que dice aún encontrarse.
Amalec no es un enemigo puramente espiritual al que hay que derrotar con penitencia y fe. El propio santón de la secta Jabad, Menachem Mendel Schneerson, declaró lo siguiente en una de sus charlas:
La lucha contra Amalek y todo lo que representa continúa. Cuando los judíos cumplen la mitzvá de aniquilar al Amalek espiritual, el mundo se acerca mucho más al momento en que la Divinidad se manifestará a toda la humanidad. Nuestro servicio ahora acelera la venida de nuestro justo Mashíaj, Rey de Israel, cuando seremos capaces de cumplir la mitzvá de destruir literalmente a Amalek. Porque, como se explicó anteriormente, la mitzvá de aniquilar a Amalek solo se puede cumplir cuando haya un rey sobre Israel.
Estamos en el tiempo señalado para culminar el sueño de eliminar físicamente, puesto que espiritualmente ya se ha hecho, a los amalecitas de entre las ruinas de Edom. La tecnología y el dominio absoluto de la finanza y los medios de comunicación han otorgado a los elegidos el reposo sabático prometido para entregarse a tal tarea.
Los albores de este reposo proporcionado por la tecnología estaban profetizados en el texto cabalístico del Zohar, en el que se menciona que, coincidiendo con el despliegue de la revolución industrial, la humanidad entraría en una nueva era de conocimiento anticipando la anhelada era mesiánica: en la sexta centuria del sexto milenio se abrirán las fuentes de la sabiduría en lo Alto y también las fuentes de la sabiduría aquí abajo.
Este pasaje del Zohar evoca otra rectificación de la humanidad llevada a cabo en los tiempos de Noé: El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diez y siete del mes, en ese día prorrumpieron todas las fuentes del grande abismo, y se abrieron las cataratas del cielo. Entonces, como ahora, los elegidos estaban a salvo mientras el exterminador consume al resto de la humanidad.
La casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, más la casa de Esaú será la paja.
La encenderán y la devorarán; sin que quede sobreviviente alguno de la casa de Esaú. (Abdías 8: 18)
Acuérdate, Yahvé, contra los hijos de Edom, del día de Jerusalén. Ellos decían: “¡Arrasad, arrasadla hasta los cimientos!” Hija de Babilonia, la devastada: dichoso aquel que ha de pagarte el precio de lo que nos hiciste. ¡Dichoso el que tomará tus pequeñuelos y los estrellará contra la peña! (Salmo 136: 7-9).
OCULTAMIENTO Y CRIPTOJUDAÍSMO
Éster no decía nada de su pueblo, ni de su parentela, porque Mardoqueo le había prohibido hablar de eso. (Ester 2: 10).
Un actor oculto mueve los hilos de toda la trama que se desarrolla en purim, haciendo que en apariencia no se quebranten las normas de la naturaleza y que no dé la impresión de que se trata de una subversiva conspiración.
Ester no revela su origen, comportamiento que siglos más tarde imitarían a la perfección los criptojudíos, expertos en encubrir sus raíces para que de esta forma sus maquinaciones pasasen inadvertidas ante el pueblo y la Inquisición.
Todo ocurre de tal manera que la situación se vuelve particularmente favorable al pueblo elegido sin que, en apariencia, ellos hagan nada para que la suerte se ponga de su parte. Esto concuerda con la situación presente en la que los médicos están alineados con el sionismo, las farmacéuticas pertenecen a ejecutivos profesos, el poder financiero lo detenta la sinarquía judaica, los medios de comunicación hablan por la boca del ganso y los políticos no son más que marionetas de cabalistas y satanistas declarados, etc. y, a pesar de todo esto, hemos de creer que lo ocurrido se debe a una azarosa casualidad o, en el mejor de los casos, a extravagantes y acientíficas teorías como la del cambio climático.
Al igual que aconteció en los años del purim, todo lo que tiene lugar hogaño se desarrolla en un contexto que no es precisamente antisemita. Recordemos que el imperio persa, por medio de Ciro, había promulgado un edicto autorizando a los judíos a retornar a Palestina y a reconstruir el templo.
La clemencia y magnanimidad de los persas no fue reconocida por un pueblo que se caracteriza por pretender enseñorearse con aquellos que les brindan hospedaje. La figura del rey Asuero es caracterizada como cripto-antisemita por aquellos que no dudan en emplear el criptojudaísmo y la integración fingida para, en realidad, ser leales a intereses lejanos de los de sus convecinos.
El ocultamiento asociado al purim queda patente en la costumbre judía de usar disfraces y máscaras para festejar este evento. Las máscaras que en el contexto actual ocultan el rostro de los “nuevos leprosos” de manera análoga a como:
– Noé se ocultó del destructor en el interior del arca.
– Moisés ocultó al pueblo elegido del ángel exterminador y dice al faraón “no volveré a ver tu rostro”.
– El mesías se oculta hasta revelarse para culminar la destrucción de Roma y vengar a Israel.
El rollo de Esther es el único libro de la biblia en el que no aparece el nombre de lo oculto, que los cabalistas tienen por dios. Todo se desarrolla sin que las verdaderas causas se manifiesten, haciendo pasar la narración por una sucesión de hechos azarosos.
También ahora, todo transcurre sin que el verdadero actor de esta trama, el virus mesiánico, se haya dejado ver.
PUR y PCR
La narración de la Meguila de Ester se desarrolla en torno a otros dos elementos: la confusión y el azar.
Por azar, Mardoqueo escucha el complot que dos eunucos traman para matar al rey y aunque desprecia a los persas, ayuda al rey para hacerse acreedor de su favor, haciéndolo constar por escrito, como si de un préstamo con interés se tratase, para multiplicar el beneficio de lo prestado.
La confusión en la que se ven sumergidos los actores que pasan del encumbramiento a la humillación y viceversa, también es otro ingrediente del purim. Por ello, tradicionalmente los judíos se disfrazan en los desenfrenados festejos del purim y beben “hasta no distinguir al bendito Mordejai del maldito Amán”.
La palabra purim deriva de la expresión “pur”, o sorteo que realizó Amán para determinar el tiempo propicio para ejecutar su pogromo.
Sorprende cómo el “pur” de nuestro tiempo es un veleidoso y doloroso test “pcr”, que con el fingido propósito de distinguir enfermos de sanos, no deja de ser un sorteo para crear confusión y desarrollar el caos organizado del que depende mantener la farsa de este virus oculto, proteico y mutante.
Del mismo modo que el sorteo de los persas eligió caprichosamente el mes de Adar para ejecutar la liquidación de los judíos, el sanedrín mundial elige veleidosamente tiempos y naciones en los que causar ruina sin mayor justificación científica.
La humillación de este burlesco carnaval se ensaña en los pueblos que antaño fueron más fieles a la fe católica.
El PCR es un sorteo en el que siempre pierden los mismos y en el que, como en la democracia, todos los resultados posibles llevan al Mal.
PURIM, EL CARNAVAL Y LAS MÁSCARAS
Dijo, pues, el Faraón: “¡Retírate de mí! ¡Guárdate de volver a ver mi rostro!, pues el día en que vieres mi rostro, morirás.” A lo cual respondió Moisés: “Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro”. (Éxodo 10: 28-29).
Y se encenderá mi ira contra él en aquel día; los abandonaré y esconderé mi rostro de ellos. (Deuteronomio 31: 17).
Amán se fue a toda prisa a su casa, entristecido y cubierta la cabeza (Ester 6: 12).
El carnaval de la confusión, el escarnio y la ruina tiene sus propias máscaras. Son máscaras de gas en las que el penitenciado se ahoga en su propio hálito, cada vez más rico en gas carbónico.
Es un carnaval de prohibiciones y mortificación que conducen a la muerte, el absurdo y la nada.
Todo lo opuesto a la alegría de la ciudad católica con su ligero yugo, el embozo perpetuo grava al penitente con un peso que es incapaz de soportar y que le conduce a la desesperación y al suicidio.
Oculto entre los malhadados convidados a esta macabra fiesta se hallan pocos amigos y muchos enemigos a los que es imposible discriminar como ocurre en el purim, en el que los participantes se embriagan “hasta no distinguir al maldito Amán del bendito Mordejai”.
Después de vender su alma al diablo, el maligno viene a cobrarse su paga de las naciones, mientras las sociedades embriagadas disfrutan participando en el carnaval de su propia ruina y degeneración.
PURIM Y STALIN: EL COMPLOT DE LOS MÉDICOS JUDÍOS
– ¿Acaso no está escrito en la Ley: “Si cae tu enemigo no te alegres” (Proverbios 24: 17)?
Le replicó:
– Esas palabras se refieren a los israelitas. Para las naciones del mundo está dicho: “Tú pisarás sus espaldas” (Deuteronomio 33: 29).
El anterior diálogo se recoge en la literatura rabínica como sucediendo entre Amán y Mardoqueo, durante los hechos narrados en el libro de Ester.
Para el pueblo elegido, de entre las naciones, sólo existen tontos útiles que, a pesar de los favores prestados, en cuanto “huelen” a antisemitismo no merecen la menor compasión.
Esto podría aplicarse al complot sionista que Stalin denunció y que, según difundieron medios oficiales soviéticos, implicaba a médicos que inyectaban patógenos a los niños y los mataban en las guardias de los hospitales, o que asesinaban a miembros del partido y militares.
Como el mismo pueblo elegido reconoce, este “milagro” ocurrió poco después de celebrar el purim de 1953, viéndose muy apurado por las denuncias que aparecían en el diario Pravda sobre una conspiración mundial sionista y en general por el ambiente antisemita que se olía en la Unión Soviética.
Otra coincidencia sorprendente es que el creador del suero milagroso en versión soviética, y aclamado por los rabinos de Rusia como “nuevo Moisés”, Alexander Ginzburg, trabaja en el instituto Gamaleya, nombrado así en honor del matasanos Nikolai Gamaleya, quien precisamente se solidarizó con los médicos señalados en la campaña antisemita de Stalin previa a su muerte.
Este purim de Stalin obedece al mismo motivo que el purim bíblico, a saber, la repugnancia del pueblo elegido a su asimilación y su reluctancia a vivir según las leyes de los pueblos entre los que se hospedan: Hay un pueblo esparcido que vive disperso entre los pueblos de todas las provincias de tu reino. Sus leyes son diferentes de las de todos los pueblos, y no cumplen ellos las leyes del rey (Ester 3: 8).
“Medicina” y cábala, aliados en destruir cuerpo y alma
PURIM Y EL OLFATO
El cabalista Isaac Luria, descendiente de judíos expulsados de Sefarad, escribió que a cada mes le corresponde una parte de la cabeza, y que el mes de Adar, en el que se celebra Purim, representa la nariz.
El olfato, según los cabalistas, está relacionado con la espiritualidad, lejos del placer corporal, y fue el único sentido no involucrado en la transgresión adánica. Asimismo, en el libro de Ester, se menciona que el nombre de la heroína significa “dulce olor a mirto”.
No es por tanto extraño que, si Purim es una fiesta mesiánica, el olfato guarde relación con la citada era. En efecto, Isaías, en referencia al mesías dice que: Su delicia consistirá en el temor de Yahvé; no juzgará según lo que ven los ojos, ni fallará según lo que oyen los oídos; sino que juzgará a los pobres con justicia, y fallará con rectitud en favor de los humildes de la tierra; herirá a la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios matará al impío.
Resulta inquietante que uno de los efectos del covid-19 sea precisamente el de privar del olfato a los afectados, así como que el test PCR consista en hurgar en la nariz hasta dañar el sentido olfativo.
Este siniestro ritual pretende humillar a las víctimas y desorientarlas de tal modo que no sospechen ni lo más mínimo sobre qué es lo que verdaderamente se trama. El Diccionario de la Real Academia Española recoge como acepción del verbo oler: “conocer o adivinar algo que se juzgaba oculto, barruntarlo.”
En busca del virus oculto, los matasanos introducen la vara de juzgar por la nariz a los creyentes de esta nueva religión, que no necesita de milagros para incrementar la fe de sus adeptos.
TODO SE DIO LA VUELTA
Como en el Libro de Ester: (…) sucedió todo lo contrario; pues los judíos prevalecieron contra quienes los odiaban (Ester: 9 1).
Los cabalistas dan una curiosa explicación sobre el número de la bestia y su significado oculto.
El número 6, número de hombre, representa la mentira, lo inacabado e incompleto.
Pero tres veces seis equivale a 18, que se reduce a nueve, el número que representa la verdad.
De hecho, el resultado de sumar las cifras del producto de cualquier número multiplicado por 9 es 9.
Es decir, la máxima mentira representada por la triple cifra 6 puede revelar una verdad y desembocar en algo bueno.
El libro de Ester narra precisamente como Amalec, en la persona de Amán el agagueo, se ve “milagrosamente” atrapado por las propias tramas que urde para eliminar al pueblo elegido, hasta el punto de producirse un vuelco total en el desenlace esperado.
Todo se dio la vuelta, como el 666 se transforma en 999.
La Hispanidad, que mantuvo a raya la amenaza judaica, se ve ahora oprimida y humillada al desatarse el fanatismo mesiánico.
– el gueto es ahora para los gentiles.
– son las naciones las que se ocultan mientras que el sionismo actúa a cara descubierta y sin embozo.
– los gentiles sufren humillaciones y persecuciones como las que antes infligieron a los hebreos.
– si los gentiles les obligaban a practicar el marranismo y a comer carne de alimentos impuros, ahora serán los judíos quienes nos compelan a comer basura.
– si nosotros hemos vivido en la impureza según la ley mosaica, ahora debemos purificarnos como esclavos de los nuevos amos.
– si, según el relato del Holocausto, los nazis llevaban máscaras de gas para no inhalar aquel gas venenoso con el que exterminaban al pueblo elegido, ahora serán los paganos quienes inhalen el gas carbónico que les matará lentamente, siendo sus máscaras las que les impidan respirar aire oxigenado.
Tarot y cábala están estrechamente vinculados.
La rueda de la fortuna, accionada convenientemente, quita y pone reyes
ESTHER, EL CONCURSO DE BELLEZA Y LA INFILTRACIÓN
El libro de Esther narra que Asuero ordenó matar a la reina Vashti porque ésta no se plegó a su deseo de presentarse en el festín que el rey había convocado. Para sustituir a la reina, Asuero convocó una suerte de concurso de belleza con el propósito de coronar a la nueva reina.
A pesar de que, muy probablemente, Mardoqueo fuera esposo de Ester, aquel no duda en utilizarla siguiendo el típico modelo judío de infiltración en el que, a modo de Mata Hari, las mujeres son empleadas para seducir a hombres de esclarecido linaje con el propósito de introducir su sangre en la progenie de ellos y valerse del ascendiente que sobre estos vástagos tiene su madre judía.
En estos tiempos mesiánicos conviene prestar atención incluso a los hechos más livianos, puesto que todo forma parte de una puesta en escena ritual. Y es por esto que llama la atención que el último concurso de belleza, celebrado precisamente en Israel, ha coronado como reina de la belleza a una joven nacida en el primer mes de Adar del año 2000, de origen punjabí, es decir, muy probablemente dentro de los límites del imperio persa aqueménida, puesto que, como dice el libro de Ester: “En tiempo de Asuero —que reinó desde la India hasta la Etiopía sobre ciento veinte y siete provincias-” (Ester 1: 1).
Para respaldar la nueva espiritualidad de la era de acuario, la ganadora se ajusta a los cánones exigidos, al declararse feminista, animalista, practicante de yoga y admiradora de la madre Teresa de Calcuta.
Hija de madre ginecóloga, habla hebreo y afirma que: “Siempre me aseguro de alimentar a los perros callejeros de mi localidad y eso me da una inmensa felicidad y satisfacción”.
Los que presumen de empoderar a la mujer y acusan al islam de someterlas por llevar velo, no tienen escrúpulos en humillarlas con un bozal propio de animales
EL SELLO DEL REY Y EL ORÁCULO MESIÁNICO
El rollo de Ester menciona el sello del rey con el que fue decretado el exterminio de los judíos y, posteriormente, el edicto del mismo rey en el que autorizaba al pueblo elegido a ajustar cuentas con sus agresores.
El sello o anillo se utiliza para marcar y acreditar un documento, otorgándole autenticidad. En la era mesiánica, para los gentiles, toda la actividad tiene que estar fiscalizada por el sanedrín mundial de las naciones unidas y para ello han creado su propio sello que puede apreciarse en los siguientes formatos:
Del mismo modo que el nuevo sanedrín mundialista impone un código legal y moral a los gentiles, quienes están constreñidos a observarlo, en el contexto de la supremacía cabalística de la torá, también estos sumos sacerdotes de la era mesiánica ejercen de oráculo al revelar e interpretar la oculta divina voluntad a instancias de las naciones sumidas en caos y confusión.
Este sumo sacerdote secular sometido al verdadero sanedrín mesiánico también tiene entre sus atributos el pectoral compuesto por las 6+6+6 insignias que representan a la Bestia.
Haría mal el gentil que pensase que estas leyes de Noé van a salvarle como el arca salvó y llevó a buen puerto a aquel; antes bien, acabará ahorcado de uno de los maderos de los que fue construida, como le ocurrió a Amán, el descendiente de Amalec.
En la neo-iglesia ya están familiarizados con el pectoral de “San Pablo 6”