GOLGOTA
Gólgota repulsivo y desolado
en el que Dios, tronando de dolor,
liberó con su sangre al pecador
del infamante estigma del pecado.
–
Faro del peregrino descarriado
donde, henchido de llagas y de amor,
quiso nuestro Divino Redentor
brindarnos un refugio en su costado.
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Allí, en su corazón, nos dio cobijo
y como un tierno padre con el hijo
que vuelve de penosos cautiverios,
–
nos prodigó sus gracias y sus dones
bañando nuestros pétreos corazones
con la gloriosa luz de sus misterios.