MODELOS DE VIDA Y ESPERANZA EN LA GLORIA
Hoy nos encomendamos a:
SAN VERECUNDO, OBISPO Y CONFESOR.
Natural de Italia y heredero de un rico patrimonio, lo renunció todo para consagrarse sólo a Dios. Retiróse a vivir en la Soledad, de la cual fue después como arrebatado para ser consagrado Obispo de Verona. Atemorizado con esta carga que creía superior a sus fuerzas pasaba el día trabajando sin descanso en el arreglo de su diócesis, y las noches en oración y lágrimas, pidiendo al Señor le ayudase en el buen acierto de sus obras. El cielo le oyó bondadoso, y Verecundo fue uno de los prelados más recomendables, no solo por sus extraordinarias virtudes, sino por la visible protección que el cielo le dispensaba, obrando por su medio muchas maravillas. Fue sumamente venerado y querido de sus ovejas, y se cree que murió en paz durante el siglo V.
LEYENDA DE ORO