PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA
Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.
En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y Basilio Méramo.
A continuación, los propios del:
DOMINGO EN LA OCTAVA DE LA EPIFANÍA
FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
¿No sabíais que yo debo ocuparme en las cosas de mi Padre?
Ornamentos Blancos
Introito
Salte de júbilo el padre del Justo; alégrense tu Padre y tu Madre y regocíjese la que te dio a luz. ¡Cuán amables son tus moradas, Señor de los ejércitos! Mi alma suspira y desfallece por morar en los atrios del Señor. Gloria al Padre…
Colecta
Señor Nuestro Jesucristo, que sujeto a María y a José, consagraste la vida de familia con inefables virtudes, haz que, con el auxilio de ambos, nos instruyamos con los ejemplos de tu Sagrada Familia y alcancemos su eterna compañía. Tú que vives y reinas…
Conmemoración del Domingo y de la Octava de la Epifanía
* Te rogamos, Señor, que accedas con celestial bondad, a los deseos de tu pueblo, para que conozca las cosas que se han de hacer y tenga valor para ejecutarlas.
* Oh Dios, que por medio de una estrella revelaste en este día tu Unigénito a las gentes, haz propicio que, los que ya te hemos conocido por la fe, seamos elevados hasta la contemplación de la imagen de tu alteza. Por el mismo Señor…
Epístola.
(De la Carta de San Pablo a los Colosenses [III, 12-17]):
Hermanos: Revestíos, como escogidos que sois de Dios, santos y amados, de entrañas de compasión, de benignidad, humildad, modestia y paciencia sufriéndoos mutuamente unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro; así como el Señor os ha perdonado, así habéis de hacerlo también vosotros. Pero sobre todo tened caridad, que es atadura de perfección. Y la paz de Cristo salte en vuestros corazones, paz divina a la cual fuisteis asimismo llamados para formar todos un solo cuerpo; y sed agradecidos a Dios por este y otros beneficios. La palabra de Cristo o su doctrina en abundancia more entre vosotros, con toda sabiduría, enseñándoos y animándoos unos a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando de corazón con gracia o edificación las alabanzas de Dios. Todo cuanto hiciereis sea de palabra, sea de obra, hacedlo todo en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y a gloria suya, dando gracias a Dios Padre por Él.
Gradual
Una sola cosa pedí al Señor, y ésta buscaré: que pueda morar en la casa del Señor todos los días de mi vida. Bienaventurados, Señor, los que habitan en vuestra casa; por los siglos de los siglos te alabarán.
Aleluya.
Aleluya, aleluya. Verdaderamente Vos eres el Rey desconocido, oh Dios de Israel y Salvador nuestro. Aleluya.
Evangelio
(San Lucas [II, 42-52]):
En aquel tiempo, siendo el niño de doce años, habiendo subido a Jerusalén, según solían en aquella solemnidad, acabados los días de las fiestas, al volverse ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, y no lo advirtieron sus padres. Sino que persuadidos de que estaría en la comitiva, anduvieron una jornada y empezaron a buscarle entre los parientes y conocidos. Mas no hallándole, se volvieron a Jerusalén, buscándole. Y sucedió, al cabo de tres días de haberlo perdido, que le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles unas veces y preguntándoles otras. Y cuantos le oían estaban arrebatados de su sabiduría y de sus respuestas. Al verle, quedaron sorprendidos, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué has hecho esto con nosotros? Mira, tu padre y yo te estábamos buscando, llenos de aflicción. Y él les respondió: ¿Y qué había para que me anduvieseis buscando? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en las cosas de mi Padre? Y ellos, por entonces, no comprendieron el sentido de las palabras que les dijo. Y descendió con ellos a Nazaret y les estaba sujeto. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús creció en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y de los hombres.
Credo.
Ofertorio.
Sus padres llevaron a Jesús a la ciudad de Jerusalén, para presentarle al Señor.
Secreta.
Conmemoración del Domingo y de la Octava de la Epifanía
* Vivifíquenos siempre y nos fortalezca, oh Señor, el sacrificio a Ti ofrecido.
* Te suplicamos, Señor, mires propicio los dones de tu Iglesia, en los cuales se te ofrece, no oro, incienso y mirra, sino lo que con dichos dones se declara, se inmola y se consume: N.S.J.C.
Prefacio
Prefacio de Epifanía
Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus: Quia, cum Unigetitus tuus in substantia nostræ mortalitatis apparuit, nova nos immortalitatis suæ luce reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia cælestis exercitus, hymnum gloria tuæ canimus, sine fine dicentes:
Sanctus Sanctus Sanctus…
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable el darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno. Pues tu Unigénito Hijo, al manifestarse a nosotros revestido de nuestra carne mortal, nos ha restaurado con la nueva luz de su inmortalidad. Y, por eso, nos unimos con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial cantando el himno de tu gloria, diciendo sin cesar:
Sanctus Sanctus Sanctus…
Comunión.
Jesús se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto.
Poscomunión.
Haz, Señor, que aquellos a quienes has confortado con celestiales Sacramentos, imiten continuamente los ejemplos de tu santa familia; para que en la hora de la muerte, saliéndonos al encuentro tu gloriosa Virgen Madre, con San José, merezcamos ser recibidos en los eternos tabernáculos: Que vives…
Conmemoración del Domingo y de la Octava de la Epifanía
* Te suplicamos humildemente, oh Dios todopoderoso, que a cuentos alimentas con tus Sacramentos, les concedas también servirte dignamente con las costumbres santas que te agradan.
* Te suplicamos, oh Dios omnipotente, hagas que, lo que celebramos con solemne culto, lo consigamos con pura inteligencia. Por N.S.J.C.
INTROITO