ESTEBAN SÁNCHEZ MALAGÓN: REPRESENTANDO LA TRADICIÓN…

Misterios de iniquidad

REPRESENTANDO LA TRADICIÓN…

RABÍNICO-MASÓNICA

El judaísmo anticristiano es el fundamento de la apostasía que, a su vez es el fenómeno que antecede a la aparición del Anticristo, que llevará a la adoración del Dragón; por eso esa asociación Bestia del Mar-Bestia de la Tierra.

San Pablo empieza el capítulo cuarto (v. 4-7) de su carta a los Hebreos recalcando el progreso de la apostasía y dice: “Porque a los que una vez iluminados, gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y experimentaron la bondad de la palabra de Dios y las poderosas maravillas del siglo por venir, y han recaído, imposible es renovarlos otra vez para que se arrepientan, por cuanto crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y le exponen a la ignominia” 

Comenta Monseñor Straubinger: El Apóstol muestra aquí a los judíos y el peligro de la apostasía de la fe, la cual comporta el pecado contra el Espíritu Santo, porque rechaza la luz y que por tanto los dejaría privados de la gracia que viene de la fe e irremediablemente entregados sin defensa en manos de Satanás padre de la mentira… de ahí la imposibilidad de levantarse de este pecado, que reniega del Bautismo y del Espíritu Santo y es semejante a un nuevo pecado de Adán, que elige libremente a Satanás antes que a Dios… Hasta aquí llega lo que puede entender el hombre. Más allá es indudable que subsiste el misterio de la infinita y libérrima misericordia de Dios, que puede siempre aplicar a quien quiera y como quiera, sin dar cuenta a nadie de su conducta.

Tres características, o tres improntas, (a veces visibles y a veces encriptadas), son las que acompañan a estos papas:

  1. Son Judíos
  2. Son Masones 
  3. Son Satanistas

El Secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, “monseñor” Paul Richard Gallagher, intervino en Brescia (Italia) en el acto titulado “Diálogo entre los Pueblos en el nombre de Pablo VI” que conmemoró el 50° (1965-2015) aniversario de la visita del “beato” Pablo VI a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el 4 de octubre de 1965 a unos días de concluir el concilio.

“Papas» Judíos

Pablo VI decía en su discurso en la ONU: “…Vosotros sabéis muy bien quién somos… Y cualquiera que sea vuestra opinión sobre el Pontífice de Roma, conocéis nuestra misión: …Nos tenemos conciencia de vivir un instante privilegiado —por breve que sea— en que se cumple un deseo que llevamos en el corazón desde hace casi veinte siglos”. 

Ahora preguntamos: ¿Quién está conspirando contra Jesucristo y su Iglesia por ÉL fundada desde hace veinte siglos?… LA SINAGOGA DE SATANÁS.

Luego, Pablo VI está diciendo Yo soy judío como muchos de vosotros, cuando dice: LLEVAMOS en el corazón desde hace casi veinte siglos. ¿Cómo lo confirma? Llevando puesto el Ephot.

El Ephod es el “distintivo” por excelencia del Sumo Sacerdote Judío, luego, Paulo VI NO era un judío cualquiera.

“Sí, acordaros. Estamos en camino desde hace mucho tiempo (20 siglos)  y traemos con nosotros una larga historia: celebramos aquí el epilogo de una laboriosa peregrinación en busca de un coloquio con el mundo entero desde el día en que se nos ordenó: «ld, llevad la buena nueva a todas las naciones». Pero sois vosotros quienes representáis a todos las naciones”. Paulo VI ante la ONU

Los dos órganos informativos judíos de mayor importancia en México coinciden en que Joshep Ratzinger es de origen Judío, lo interesante es que estos blogs oficiales del judaísmo en México confirman las “conspiraciones católicas” que afirman que Benedicto es descendiente del ocultista y satanista Rabino Yehuda Loew ben Bezalel, el “Gran Maharal de Praga”.

Por su parte decíme Jorge hace unas semanas (mayo 2022) fue galardonado en el mismo Vaticano por “Los Hijos de la Alianza” la “B’nai B’rith”, la logia judía por antonomasia. “Me llenó de alegría luego de dos años que muchas visitas fueron suspendidas debido a la pandemia”. Dijo decíme Jorge.

Si la “Domus Sanctae Marthae” fuera un lugar Católico, de ninguna manera se sentarían ahí para compartir “el pan y la sal”, los judíos (¿representantes de las 12 tribus de Israel?), están ahí porque ese lugar NO ES CATÓLICO.

Me gustaría decir una cosa para empezar: me disculpo por el retraso. ¿Qué ha pasado? Tuve que hacer la terapia, la fisioterapia, y la oficina de protocolo y los médicos no se pusieron de acuerdo y hubo una confusión de horarios. Discúlpenme, por favor. Se los pido”.

 

¡Sin Palabras!

Con estas sencillas y espontáneas palabras Francisma introdujo su discurso a la delegación de la “B’nai B’rith” International, que fue recibida en la mañana del lunes 30 de mayo. Esta institución de la colectividad judía se presenta como un “líder nacional y mundial en la promoción de los derechos humanos”, según la descripción disponible en su sitio web. Dice Vatican News.

Durante todo este tiempo, les dijo el “Obispo” –judaizante- de Roma, “se han dedicado a la labor humanitaria. Las personas necesitadas tienen derecho a la ayuda y la solidaridad de la comunidad que las rodea, tienen derecho sobre todo a la esperanza”, agregó. Y si, el deber de ocuparse de ellos concierne a todos, prosiguió Francisma, “se aplica aún más a nosotros, judíos y cristianos: para nosotros”. 

Francisma  ¿está diciendo que ES JUDÍO?  Porque “cristiano” no parece, a menos que sea un “cristiano”-judaizante.

 “Papas” Masones

Esto es, entre otras cosas referentes a la masonería, lo que dijo el arzobispo Marcel Lefebvre, en su conferencia a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, Septiembre 4, 1987:Tuve la oportunidad de decirle a aquellos que todavía dudan en Roma. Yo digo: Creo firmemente que no sabemos la mitad de lo que está sucediendo en Roma  y si ya estamos indignados por la mitad como se sabe, bueno, creo que todavía hay un medio más.  Si supiéramos todo, estaríamos horrorizados, aterrados… Tiene que ser realmente una  mafia increíble, inverosímil, sin duda relacionada con la masonería, ¿no es así?… ¡Oh, esto es terrible!”

El futuro Juan XXIII insistió en recibir el capelo cardenalicio de las manos del Socialista y Freemason Vincent Auriol, que, de acuerdo con varios maestros principales Franc-Masones Angelo Roncalli se inició en una logia en París

Es muy revelador el testimonio del masón que, pasaba por católico y que se movía en el vaticano como pez en el agua, nos referimos a Franco Bellegrandi. En 1977, escribió un libro llamado «Nichitaroncalli» («Nichitaroncalli» Ed Eiles, Roma). Este libro no se publicó hasta 1994. Su presentación pública en Roma causó un gran revuelo en la prensa nacional.  Entre los presentes, estuvo el cardenal Silvio Oddi.

En este libro él describe lo que vio y escuchó en el Vaticano. Así, en el mes de septiembre 1958, poco antes del Cónclave, el autor recibió estas confidencias (pág. 62 del libro): “Yo estaba en un coche con un personaje que yo sabía que era una alta autoridad masónica en contacto con el Vaticano”. Escribió  Bellegrandi, y continua: “El próximo Papa no será Siri, como se rumorea en algunos círculos romanos, ya que es un cardenal muy autoritario. Fue elegido un Papa de la transición, de conciliación. “Ha sido seleccionado, el Patriarca de Venecia Roncalli”. Yo le respondí, sorprendido: “¡Elegido! ¿Por quién?” “Elegido a través de nuestros albañiles, nuestros representantes en el Conclave”, ha respondido con calma. Con eso, yo respondo: “¿Van los albañiles al Cónclave?” “Por supuesto, dijo, la Iglesia está en nuestras manos”. Yo le pregunte de nuevo: “¿Así que los masones, controlan la Iglesia?” Después de un breve silencio, mi interlocutor dijo: “Nadie puede decir quién es la cabeza que la controla. La cabeza está oculta”.                              

Pablo VI decía en la ONU: «En el momento de tomar la palabra ante este auditorio, único en el mundo, queremos expresar, en primer lugar, nuestra profunda gratitud al señor U Thant, vuestro secretario general, que nos ha invitado a efectuar esta visita a las Naciones Unidas con motivo del vigésimo aniversario de esta institución mundial para la paz y la colaboración entre los pueblos de toda la Tierra… Además de nuestro homenaje personal, Nos, os traemos el del Segundo Concilio Ecuménico Vaticano, actualmente reunido en Roma”.

Aquí tenemos la primera y contundente revelación de quien estuvo de tras del conciliábulo Vaticano II. Paulo VI dice les traigo el “trofeo” UN HOMENAJE, personal y de todo el Concilio.   

Un homenaje es la demostración pública de admiración y respeto hacia una persona o institución pero, aún es más, antiguamente era un Juramento solemne de FIDELIDAD, SUMISIÓN, ACATAMIENTO hecho a un rey o señor. 

En este caso Paulo VI en “nombre de la Iglesia” ¿Se está rindiendo ante la Católica ONU o ante LA MASÓNICA ONU? Desde luego que a la MASÓNICA ONU, más adelante lo confirma: “hombre (Masón) como vosotros; es vuestro Hermano (La letra H en la masonería: H ... Hermano. H ... A ... : Hiram Abif. H ... R ... D ... M ... : Heredom. Hno ... : Hermano. Hna ... : Hermana.), incluso uno de los más pequeños de entre nosotros, que representáis a Estados soberanos, porque no está investido—si queréis considerarnos bajo este punto de vista— más que por una minúscula y casi simbólica soberanía temporal: el mínimo necesario para poder ejercer libremente su misión espiritual y garantizar a quienes tratan con ella que es independiente de cualquier soberanía de este mundo. No existe ninguna potencia temporal, ninguna ambición de entrar en competencia con vosotros. De hecho no tenemos nada que pedir, ni ninguna cuestión que plantear. Tan sólo un deseo que formular, un permiso que solicitar: el de poderos servir en lo que es nuestra competencia, con desinterés, humildad y amor”.

ES IMPOSIBLE SER HERMANO SI NO SE ES HUMILDE Pablo VI

La competencia del Vicario de Cristo y de su Iglesia es Espiritual y temporal, la competencia de la iglesia conciliar es ser la “SIRVIENTA” de la masonería, en este caso sirvienta de la ONU, llevando a cabo el Vaticano II, que es nuestra competencia, lo dijo Montini.

Continúa el discurso montiniano: “La lógica de este deseo, que puede decirse pertenece a la estructura de vuestra organización, nos lleva a completarlo con otras fórmulas. Helas aquí: Que nadie, como miembro de vuestra unión, sea superior a los demás, que ninguno esté por encima del otro. Es la fórmula de la igualdad. Bien  sabemos que, además, hay otros factores que considerar, amén de la simple pertenencia a vuestro organismo; pero la igualdad también forma parte de su constitución. No es que seáis iguales. Sino que aquí os hacéis iguales. Y tal vez para muchos de vosotros sea éste un acto de gran virtud. Permitidme que os lo digamos Nos, representante de una religión que opera por la salvación con la humildad de su divino Fundador: es imposible ser Hermano si no se es humilde, ya que es el orgullo, por muy inevitable que éste pueda parecer, el que provoca las tensiones y las luchas por el prestigio, por el predominio, por el colonialismo, por el egoísmo; es el orgullo el que rompe la fraternidad.”

El saludo y los “regalitos” es la manera críptica de decir: ¡somos masones! ¿Por qué el pontificado de Juan Pablo I duró 33 días? 

Tony Blair ¿Masón?

Monseñor Fellay ¿Masón? 

El “Papa” Montini -dijo “monseñor” Gallagher- consideraba el tema de la paz como un deber urgente e imperativo, puesto de relieve tanto por las reflexiones doctrinales sobre el papel de la Iglesia en el mundo actual, como por el desarrollo de las instituciones internacionales, tras la interrupción causada por la Segunda Guerra Mundial». 

“Juanpa” luciendo sus esquís masónicos

Una escuadra y un compás son visibles en la parte inferior de la punta de los esquís de Juan Pablo II.

Las fotos en Google todas faltas de nitidez, las del vaticano nítidas pero recortadas

Esta foto fue publicada en una revista polaca en 2011  con motivo de la «beatificación» de Juan Pablo II

Por tanto, al ver estas pruebas es difícil creer que el papa llevara inocentemente estos esquís.

Para Nos, en primer lugar, decía Paulo VI en la ONU, vosotros sabéis muy bien quién somos. Y cualquiera que sea vuestra opinión sobre el Pontífice de Roma, conocéis nuestra misión: somos portadores de un mensaje para toda la humanidad. Y lo somos no solamente en nuestro nombre personal y en nombre de la gran familia católica, sino también en nombre de los Hermanos cristianos que comparten los sentimientos que Nos expresamos aquí y, especialmente de aquellos que han querido explícitamente encargarnos de ser un intérprete.

Nuestro mensaje puede ser, en primer lugar, una ratificación moral y solemne de esta alta institución. Este mensaje procede de nuestra experiencia histórica. En calidad de «experto en humanidad«. Nos aportamos a esta organización el sufragio de nuestros últimos predecesores, el de todo el episcopado católico y el nuestro, convencidos como estamos., de que, esta organización representa el camino obligado de la civilización moderna y de la paz mundial. Los pueblos se vuelven hacia las Naciones Unidas como hacia la última esperanza de la concordia y de la paz… Aquí, en efecto, nos parece escuchar el eco de la voz de nuestros predecesores, y en panicular del Papa Juan XXIII, cuyo mensaje en «Pacem in Terris» ha encontrado entre vosotros una resonancia tan honrosa y significativa.

Estados. Adoptemos la fórmula: para unir los unos con los otros (fraternidad masónica), vosotros sois una asociación, un puente entre los pueblos. Sois una red de relaciones entre los Estados. Escuchad, pues, a continuación nuestro mensaje. Todo él está vuelto hacia el futuro. El edificio que habéis construido (NOM) no debe jamás caer en ruinas. Debe ser perfeccionado y adaptado a las exigencias que la historia del mundo presenta. Vosotros determináis una etapa en el desarrollo de la humanidad: en lo sucesivo, al ser imposible ir hacia atrás, será necesario avanzar.

No debemos olvidar que los años de su pontificado fueron los de la amenaza de una guerra nuclear, del armamentismo desenfrenado, de la difícil, y a veces trágica, «crisis» de la Guerra Fría, de la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles cubanos, el comienzo de la intervención estadounidense en Vietnam y muchos otros conflictos menores.

Nuestro saludo va mucho más lejos aún, y nuestro mensaje avanza con él. Vosotros existís y trabajáis para unir a las naciones, para asociar a los pueblos.

              Francisco “el Hermano Vigilante”, desde que subió al “solio pontificio”, a pedido en múltiples ocasiones que no se le dé el título de Santidad, Sumo Pontífice e incluso Papa, quiere que se le diga “Decime Jorge” u obispo de Roma.

La palabra obispo deriva del griego episcopus que quiere decir el que vigila, el que vela desde lo alto, pues bien en la masonería el que desempeña esta función es el Egrégor, ahora bien ¿Qué es el Egrégor? Egrégor es una palabra griega que significa “Vigía”, el que vigila, en las logias masónicas el que cumple esta función es el hermano vigilante. La palabra “Egrégor” es una voz verbal del griego clásico. Significa vigilar, velar, estar despierto, no dormir. Por extensión, la raíz sustantiva ha significado vigilia, vela, privación de sueño. Por tanto, el concepto masónico de Egrégor es “Vigilante” de la Logia.

Egrégor es un concepto propio del ocultismo que viene a representar una “forma de pensamiento” o “mente colectiva de grupo”, esto es, una entidad psíquica autónoma capaz de influir en los pensamientos de un grupo de personas. Curiosamente la figura geométrica que representa al Egrégor en la masonería es la pirámide iluminada. 

Casi estamos tentados a afirmar que vuestra característica refleja de algún modo en el orden temporal lo que nuestra Iglesia católica quiere ser en el orden espiritual: Única y universal No se puede concebir nada más elevado, en el plano natural, en la construcción ideológica de la humanidad. Vuestra vocación es hacer fraternidad, no a unos pocos pueblos, sino a todos los pueblos. ¿Empresa difícil? Sin duda alguna. Pero ésta es la empresa, ésta es nuestra noble empresa, ¿quién no ve la necesidad de llegar así, progresivamente, a la instauración de una autoridad mundial que esté en condiciones de actuar eficazmente en el plano jurídico y político? 

Por su parte Benenito XVI 44 años después, en el parágrafo 67 inciso C.) de la Caritas in Veritate decía: Una urgente necesidad de una autoridad política mundial, regulada por el derecho, que observe los principios de subsidiariedad y solidaridad para establecer el bien común, cometida con asegurar un auténtico desarrollo humano integral inspirado en los valores de la caridad en la verdad para:

I administrar la economía mundial,

II. Revivir las economías golpeadas por la crisis,

III. Evitar un mayor deterioro de la crisis actual así como que ocurran mayores desequilibrios,

IV. Conducir a un desarme integral y puntual, a la seguridad alimentaria y a la paz,

V. Garantizar la protección del medio ambiente y regular la migración.

Ratzinger continúa

d). Reconocida universalmente, gozar de un poder efectivo para asegurar  a todos la seguridad, el cumplimiento de la justicia y el respeto de los derechos.

e). El desarrollo integral de los pueblos y la cooperación internacional requieren del establecimiento de un mayor grado de ordenamiento internacional, basado en la subsidiariedad, capaz de administrar el proceso de globalización.

¿No es esta la manera progresiva, que pedía Montini hace 57 años para la instauración de una autoridad mundial que esté en condiciones de actuar eficazmente en el plano jurídico y político?

¿No es esto parte de la CONSPIRACIÓN JUDEOMASÓNICA?

Y continúa Pablo VI: “Vosotros concedéis un reconocimiento de alto valor moral y jurídico a cada comunidad nacional soberana y le garantizáis una honorable ciudadanía internacional. Esto ya constituye un gran servicio a la causa de la humanidad; definir y honrar a los sujetos nacionales de la comunidad mundial les vale el reconocimiento y el respeto de todos, y de donde puede derivar un sistema ordenado y estable de vida internacional”. Discurso en la ONU.

El legado MASÓNICO (S.XXI) en la IGLESIA CONCILIAR

“Papas» Satanistas

El prelado (“monseñor” Paul Richard Gallagher) recordó que ya pocos meses después del inicio de su pontificado en la encíclica «Ecclesiam suam», Pablo VI proponía el diálogo entre la Iglesia y el mundo como piedra angular de su pontificado, asignando un lugar fundamental al diálogo entre los pueblos para garantizar la paz y el desarrollo humano equitativo. Todo esto en el puro plano terrenal, nada de lo sobrenaturaL, nada de la trascendencia.

Pablo VI definió con fórmulas dramáticas el declive de la religión. En el discurso al Seminario lombardo en Roma del 7 de diciembre de 1968  dijo que “la Iglesia se encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de auto demolición” nosotros diríamos de DEMOLICIÓN MASÓNICA CONTROLADA. Y todavía fue más lejos en el famoso discurso del 30 de junio de 1972, en el cual el Papa afirma tener la sensación de que «por alguna rendija se introdujo el humo de Satanás en el templo de Dios». 

¡Ay de la tierra y del mar! Porque descendió a vosotros el Diablo, lleno de gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo Apoc. XII. 12

¿Saben los papas conciliares que han llevado consigo una cruz SATÁNICA? Muchos saben de su significado, la cruz torcida era usada por los satanistas en los siglos V y VI como también fue utilizada por magos y hechiceros de la edad media que empleaban dichas figuras para representar su odio a Jesucristo, también se ha encontrado en el museo de brujería en bayona Francia, con grabados simbólicos en madera que eran utilizados en misas negras, es decir, en los sábado de brujas (Sahabatts-shamaín) durante la edad media hasta nuestros días por los wiccanos celtíberos, en donde la cruz torcida es destinada como el símbolo del anticristianismo.

Este “crucifijo” torcido es un símbolo siniestro, usado por los satanistas desde el siglo sexto, y fue retomado en su momento por el Vaticano II. En esta cruz torcida apareció una figura repulsiva y distorsionada de Cristo. Magos oscuros y brujas de la Edad Media la utilizaban para representar al Anticristo. 

Por su parte los masones dicen: «La piedra angular de cualquier sistema de la Masonería es opuesto a los sentimientos ascéticos y trascendentales que llevan al hombre más allá de la vida presente y hacen que se considere como peregrino en la tierra. Hasta que ese sistema no sea destruido por el martillo de la Masonería tendremos una sociedad de pobres criaturas engañadas, quienes han sacrificado todo para alcanzar la felicidad en una existencia futura»… «La Francmasonería nos informa que hay una sola religión verdadera y por tanto una sola, la natural: el culto del hombre». (Del masón Mauro Macchi en “Masonic Review”, 16 de febrero de 1874.)

En la sesión del 7 de diciembre de 1965, Pablo VI evocó la andadura diabólico-Anticrística-conciliar y sugirió esta reflexión: “La religión del Dios que se ha hecho hombre, se ha encontrado con la religión – porque tal es – del hombre que se hace Dios.” 

¿Quién es el hombre que se “hace” dios? Dejemos que San Pablo nos lo diga: “Nadie os engañe en manera alguna, porque primero debe venir la apostasía y hacerse manifiesto el hombre de iniquidad, el hijo de perdición; el adversario, el que se ensalza sobre todo lo que se llama Dios o sagrado, hasta sentarse el mismo en el templo de Dios, ostentándose como si fuera Dios”. 2Tes II. 3-4.

San Pablo ya nos anticipaba de la religión del Anticristo que exigirá ser tratado como si fuera dios.

Mitra satánica representando al dios Pan. Pan es un dios macho cabrío, que se representa siempre con patas, pezuñas y cuernos de cabra de donde toma referencia Eliphas Leví para su Baphomet

Pablo VI en su discurso en la clausura del concilio anunció al mundo que, el concilio engendró la CONTRAIGLESIA DEL ANTICRISTO

“¿Qué ha sucedido? “¿Un choque, una lucha, una condenación? Podía haberse dado, pero no se produjo. La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio. Una simpatía inmensa lo ha penetrado todo. El descubrimiento de las necesidades humanas – y son tanto mayores cuanto más grande se hace el hijo de la tierra – ha absorbido la atención de nuestro sínodo. Vosotros, humanistas modernos, que renunciáis a la trascendencia de las cosas supremas, conferirle siquiera este mérito y reconozcan nuestro nuevo humanismo: también nosotros – y más que nadie – somos promotores del hombre…” 

Pablo VI en esta frase le da la trascendencia de las cosas supremas a SATANÁS, al decir que los (“católicos” y no católicos), humanistas modernos, van a renunciar a la trascendencia de las cosas supremas, sabemos que para el verdadero Católico, Dios es el Ser Supremo trascendente, contrariamente, los satanistas “humanistas” modernos por supuesto que NO RENUNCIAN A LA TRASCENDENCIA DE LAS COSAS SUPREMAS, pero, para ellos ¿cuál es esa cosa suprema trascendente? ese supremo trascendente es EL DEMONIO. Y ¿De cuál hombre es promotor el concilio?  Del HOMBRE POR ANTONOMASIA, EL HOMBRE de INIQUIDAD.

El 24 de marzo del año 2000, durante un viaje  de Juanpa a Israel, se utilizó una cruz invertida en el respaldo de su asiento. Algunos han dicho que los que vieron un signo satánico tenían una mente perversa y sucia porque fue la cruz de San Pedro la que querían honrar con eso. Y en su visita a Chicago usó en la cruz invertida sobre la casulla.

No sólo vemos señales de la masonería en estos papas conciliares, sino  también hay evidencia de Satanismo. Para el templo satánico y sus seguidores la cruz invertida seguramente también les recuerda la crucifixión de San Pedro

Francisco y sus símbolos satánicos

S.95, 5. Porque todos los dioses de las naciones son demonios; pero el Señor es el que creó los cielos. 

Esta “deidad” andina es la representación de alguien importante, un yatiri o un chamán, que puede ser Tanupá-Tarapacá que fue quién realizó la travesía desde el lago Titicaca en dirección al océano Pacífico. Se dice sobre Tanupá-Tarapacá que: «El mismo Pachacuti Yamqui, en su transcripción de la primera oración de Manco Cápac, menciona a Viracocha como creador de todas las cosas (….pero el Señor es el que creó los cielos, la tierra y todo lo que contiene) agregando que, en esa primera edad de las tinieblas, los hombres vivían en lugares baldíos y, por escasez de lugares y tierra, peleaban sin cesar. Apareció entonces un tal Tanupá».

A los IMBÉCILES les hacen creer que la cruz, (azul, el color por excelencia de la masonería), el listón rojo (que forma la M de los mandiles Masónicos) y la estrella (de cinco puntas, pentagrama) representan la Bandera de Chile

Una “virgen” impúdica acariciando a la serpiente, flanqueada por dos “ángeles” andróginos 

    En la figura de arriba puede apreciarse la piedra azul sobre la frente de Baphomet indicando la apertura del tercer ojo del mundo por la falsa luz de Baphomet, o sea, el pensamiento diabólico “convirtiendo” la tierra.

Los dos elementos, serpiente y cuerno rematados por el travesaño de la cruz, construyen un espacio triangular que enmarca la silueta de la cabeza de Baphomet.

“…No hay necesidad de largos discursos para proclamar la finalidad suprema de vuestra institución. Basta recordar que la sangre de millones de hombres, que inauditos e innumerables sufrimientos, inútiles matanzas y espantosas ruinas, sancione el pacto que os une en un juramento que debe cambiar la historia futura del mundo”.

Para Pablo VI ¿Cuál es la finalidad suprema de la ONU que cambiará la historia futura del mundo? ¿Se está refiriendo a la adoración del Dragón por mediación de la Bestia?

¿No utilizáis las prodigiosas energías de la tierra y los magníficos inventos de la ciencia no ya en instrumentos de muerte, sino en instrumentos de vida para la nueva era de la humanidad?

¿Cuál es esa Nueva Era de la humanidad que anuncia Pablo VI?

Sabemos también con cuanto ardor os dedicáis a vencer el analfabetismo y a expandir la cultura (de la muerte, gay, pseudoecológica etc.) por el mundo, a proporcionar a los hombres (covidianos) una asistencia sanitaria apropiada y moderna, a poner al servicio del hombre los maravillosos recursos de la ciencia, de la técnica, de la organización: todo ello es magnífico y merece el elogio y el apoyo de todos, incluido el nuestro. (Hasta francisma, que repite como loro “Hay que obedecer a la ONU, Vacunarse es un acto de amor, hay tener una conversión ecológica etc.).

Signos satánicos utilizados por los supuestos Vicarios de Cristo

La tau Gnóstica de Aleister Crowley o cruz triple con el esquema del árbol de la cábala

Cruz papal o cruz triple de los pueblos de occidente (Rudolf Koch en el libro de los símbolos): Es el emblema oficial de la oficina Papal. No debe ser usada por nadie más que por el Papa. La cruz de tres travesaños es un símbolo de la jerarquía eclesiástica, que corresponde únicamente a la tiara papal, la Tiara y la Cruz Papal son una misma cosa y no deben usarse por separado.

Ahora, si Pablo VI rechazó públicamente la Tiara ¿Por qué JPII  usa algo que en principio no tendría o debería usar, pues él también rechazó la Tiara? ¿Es qué es un judío cabalístico-satanista?

De las 3 barras se dice frecuentemente que representan las 3 cruces sobre el Calvario, pero para otros es más probable es que representen la iglesia, el mundo y el Cielo.

Para el satanismo Lucifer es cristo

Sí, lucifer es dios, y desafortunadamente Adonay también es Dios. La filosofía religiosa en su pureza y verdad consiste en la creencia en lucifer, como Adonay”.  (Albert Pike, citado en AC de la Rive: La Femme et l’Enfant dans la Franc-Maçonnerie Universelle, página 588.).

En una entrevista en el 2017 de Truth Be Told al masón y ocultista JORDAN MAXWELL el afirma que «Jesús es Lucifer»: “Antes de que nos vayamos déjame dejarte con otro pensamiento, tengo mil. Cuando escuchas a la gente hablar de Lucifer a cristianos intolerantes, no cabe duda que son ignorantes pero, voy a hablar sobre Lucifer, Lucifer es Dios, hoy traigo noticias para ti, el diablo no es Lucifer, en la Biblia se llama Satanás que es una gran diferencia entre las dos palabras, cuando habla de Jesús es Lucifer. ¡No! Satanás no es Lucifer es Jesús, él era Jesús, se llama Lucifer, en el libro de Apocalipsis en el capítulo 22, que es el último capítulo en la Biblia, en el versículo 16 del último capítulo del último libro que es el de la revelación, en el último libro el último capítulo (vuelve a ser repetitivo en la entrevista) del Apocalipsis 22:16 ahí es donde Jesús dice ¡Yo! Jesús, Estoy diciendo que soy Lucifer, ¿tienes un problema con eso? ¡Oh! lo que Jesús dice: estoy diciendo ¡soy Lucifer! así que hoy si quieres hablar sobre lo que el diablo te va a conseguir no es Lucifer, no, Lucifer es la cabeza de Jesús, regresa y lea la biblia, el final de la biblia, la última cosa que la gente no lee en la Biblia, no revisa, lee nuevamente el libro de Apocalipsis 22:16 donde Jesús dice Yo, Jesús, estoy proclamando que soy Lucifer, así es cómo todos nos perdemos.”

Cartel para la JMJ 2000. 

Tengamos en cuenta el carácter anterior. Lucifer, suponen los satanistas representa a Cristo.

Una ampliación del “cristo” LUCIFERINO. Pongamos atención en las manos apretadas como garras

Los ojos son de color rojo. El cuerpo está dividido por la mitad. La luz escapa de la ranura. Este pseudocristo parece ser más bien Lucifer. Sobre todo porque no está en la cruz y además tiene el pelo recortado.

El Carbonarismo y el golpe final: Origen de la conjuración anti Católica actual. 

La Alta Venta no se asignaba sino un objeto con mil recursos para obtenerlo. El Carbonarismo y las Sociedades masónicas que de él dependían marchaban al asalto de la Iglesia Católica, pero desarrollaban su acción en todas partes y en todos los sentidos, y desde luego contra el poder civil que no les estuviera sujeto.

En 1821, el Carbonarismo está en la infancia del arte; la Alta Venta se oculta en los abismos de una insondable hipocresía. Todo es tinieblas alrededor de la Sede Apostólica. Sin embargo, de deducción en deducción, su presciencia llega a descubrir el misterio de tantas conjuraciones ocultas.

Y Pío VII señala al enemigo en su Bula “Ecclesiam a Jesu Christo”:

«La Iglesia que Jesucristo, nuestro Salvador, ha fundado sobre la -piedra firme, y contra la cual, según sus promesas, jamás prevalecerán las puertas del infierno, ha sido tan a menudo atacada, y por enemigos tan terribles, que sin esta divina e inmutable promesa, se habría podido creer que sucumbiría eternamente, estrechada ora por la fuerza, ora por los artificios de sus perseguidores. Lo que ocurrió en tiempos ya remotos se renueva todavía, y sobre todo en la deplorable época en la¬ que vivimos, época que en éstos últimos tiempos parece estar anunciada muchas veces por los Apóstoles, en la que vendrían impostores marchando de impiedad en impiedad, conforme a sus deseos. Nadie ignora cuan enorme es el número de hombres culpables que se han ligado en estos tiempos tan difíciles contra el Señor y contra su Cristo, y que han puesto en obra cuanto puede engañar a los fieles por las sutilezas de una falsa y vana filosofía, y para arrancarlos del seno de la Iglesia, con la loca esperanza de arruinar y derribar a esta misma iglesia. Para alcanzar más fácilmente este objeto, los más de ellos han formado sociedades ocultas, sectas clandestinas, confiando, por este medio, en asociar más libremente a un mayor número a sus complots y a sus perversos designios.

Hace ya mucho tiempo que esta Santa Sede, habiendo descubierto esas Sectas, se irguió contra ellas con energía y ánimo, y dio a entender los tenebrosos designios que ellas formaban contra la Religión y contra la sociedad civil. Hace ya mucho tiempo que excito la atención general sobre este punto, provocando la vigilancia para que estas sectas no pudiesen intentar la ejecución de los culpables proyectos. Pero hay que gemir porque el Celo de la Santa Sede no ha logrado los efectos que esperaba y porque esos hombres perversos no han desistido de sus propósitos, de lo cual han resultado finalmente todas las desgracias que hemos visto. Además, esos hombres, cuyo orgullo se hincha sin cesar, han osado crear nuevas sectas secretas… Dentro de ese número es menester indicar aquí una sociedad recientemente formada, que se ha propagado ampliamente en toda Italia y en otros países, y que, aunque divida en muchas ramas, y con diversos nombres según las circunstancias, es sin embargo realmente una sola, tanto por la comunidad de pareceres y de puntos de vista como por su constitución. Lo más a menudo es designada con el nombre de Sociedad de los Carbonarios. Afectan un singular respeto y un celo en todo maravilloso por la Religión Católica, así como por la doctrina y la persona de nuestro Salvador Jesucristo: tanto que, aún tienen la culpable osadía de nombrarlo gran Maestre y Jefe de su Sociedad. Pero estos discursos, que parecen más dulces que la miel, no son otra cosa que dardos de los que se sirven esos hombres pérfidos para herir más seguramente a los que no están en guardia. Vienen a vosotros como si fueran corderos, pero en el fondo no son sino lobos rapaces… Es indudable que el juramento tan severo por el cual, a ejemplo los antiguos priscilianistas, juran que en ningún tiempo ni en ninguna circunstancia, revelarán absolutamente nada que pueda concernir a la Sociedad a personas que no hayan sido admitidas en ella, y que jamás hablarán con los de los últimos grados superiores; además, las reuniones clandestinas e ilegítimas que tienen a semejanza de muchos herejes, y la admisión de gentes de todas las religiones y de todas las sectas en su Sociedad, muestran suficientemente, aun cuando no hubiera otros indicios de ello, que no hay que tener ninguna confianza en sus discursos.

Pero no hay necesidad ni de conjeturas ni de pruebas para pronunciar sobre sus discursos el juicio que estamos enunciado. Sus libros impresos, en los cuales se halla lo que se observa en sus reuniones y sobre todo en las de los grados superiores; sus catecismos, sus estatutos, otros documentos auténticos y muy dignos de fe, y los testimonios de los que, después de haber abandonado esa Sociedad, han revelado sus engaños y sus errores a los magistrados; todo prueba que los Carbonarios tienen principalmente por objeto el propagar la indiferencia en materia de religión, el más peligroso de todos los sistemas; el dar a cada uno la libertad absoluta de formarse una religión según sus inclinaciones y sus ideas; el profanar y manchar la Pasión del Salvador mediante algunas de sus culpables ceremonias; el despreciar los Sacramentos de la Iglesia (tratando de substituirlos por algunos inventados por ellos), y aun los misterios de la Religión Católica; y, en fin, el derribar a esta Sede Apostólica, contra la cual, animados por un odio muy especial, traman los complots más negros y los más detestables Los preceptos de Moral que da la Sociedad de los Carbonarios no son menos culpables, como lo prueban esos mismos documentos, aunque se vanaglorie en voz alta de exigir a sus seguidores que amen y practiquen la -caridad y las demás virtudes y se abstengan de todo vicio. Y así, favorece ella abiertamente los placeres de los sentidos; así, enseña que es lícito matar a quienes revelen el secreto del que arriba hemos hablado, y aunque Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, les recomienda a los cristianos someterse, por Dios, a toda criatura humana que El haya constituido por encima de ellos, ora al Rey por ser primero en el Estado, ora a los magistrados por ser los enviados del Rey, etc.; y aunque el Apóstol Pablo ordena que todo hombre esté sometido a los poderes más elevados, sin embargo, esta Sociedad enseña que es lícito excitar las revueltas para despojar de su poder a, los Reyes y a todos los que gobiernan a quienes da ella el nombre injurioso de tiranos… Tales son los dogmas y los preceptos de ésta Sociedad, lo mismo que de otras que se le conforman. De aquí los atentados cometidos últimamente en Italia por los Carbonarios, atentados que han afligido tanto a los hombres honestos y piadosos. Así es que Nos, que estamos constituido guardián de la Casa de Israel, que es la Santa Iglesia; Nos, que por nuestro cargo pastoral, debemos velar porque el rebaño del Señor, que nos ha sido divinamente confiado, no sufra daño alguno, pensamos que en un asunto tan grave, nos es imposible abstenernos de reprimir los esfuerzos sacrílegos de la dicha Sociedad; Nos estamos moviendo también por el ejemplo de nuestros predecesores de feliz memoria. Clemente XII y Benedicto XIV, de los cuales, el uno, mediante su constitución In Eminenti, del 28 de abril de 1738, y el otro, por su constitución Providas, del 18 de mayo de 1751, condenaron y prohibieron la Sociedad (dei liberi muratori) o de los franc-masones, o bien las Sociedades designadas por los nombres, según la diferencia de lenguas y de países: sociedades que quizá han sido el origen de la de los Carbonarios, o que ciertamente le han servido de modelo; y, aunque Nos, hayamos ya expresamente prohibido ésta sociedad por dos Edictos Salidos de nuestra Secretaría de Estado, Nos pensamos, a ejemplo de nuestros predecesores, que deben ser solemnemente decretadas penas severas contra la dicha Sociedad, sobre todo porque los Carbonarios pretenden que ellos no puedan estar comprendidos en las dos constituciones de Clemente XII y de Benedicto XIV, ni estar sometidos a las penas que allí se infligen.

En consecuencia, después de haber oído a una Congregación escogida entre nuestros venerables hermanos los Cardenales, y con el parecer de ¬esa Congregación, así como por nuestra propia decisión, y tras de un conocimiento cierto de las cosas y de una madura deliberación, y en virtud de la plenitud del poder apostólico. Nos resolvemos y decretamos que la susodicha Sociedad de los Carbonarios, o de cualquier otro nombre con que sea llamada, debe ser condenada y prohibida, así como sus reuniones, afiliaciones y conventículos, y Nos la condenamos y prohibimos por nuestra presente constitución, que debe permanecer siempre en vigor. 

Por lo cual recomendamos rigurosamente y en virtud de la obediencia debida a la Santa Sede, a todos los cristianos en general, y a cada uno en particular, cualesquiera que sea su estado, su grado, su condición, su orden, su dignidad y su preeminencia, tanto a los laicos como a los eclesiásticos, seglares y regulares; Nos les recomendamos el abstenerse de asistir, bajo ningún pretexto, a la Sociedad de los Carbonarios, ni-propagarla, favorecerla, aceptarla u ocultarla en la propia casa o en alguna otra parte, el afiliarse a ella, el tomar allí algún grado, el proporcionarle el poder y los medios de reunirse en alguna parte, el darle avisos y socorros, el favorecerla abiertamente o en secreto, directamente o indirectamente, por sí mismo o por medio de otros, o de cualquier manera que sea, o insinuar, aconsejar o persuadir a los demás que se hagan aceptar en esa Sociedad, el ayudarla y favorecerla; en fin, les recomendamos el abstenerse enteramente de cuanto pueda concernir a la dicha Sociedad, a sus reuniones, afiliaciones y conventículos, bajo pena de excomunión en la que incurrirán todos los que contravengan la presente constitución y por la que nadie podrá recibir la absolución si no es de Nos o del Pontífice romano que a la sazón exista, a no ser que esté en artículo de muerte».

En contestación a esta Bula, Roma fue acusada por la Masonería de entorpecer el Progreso.

En 1822 tiene ya gran poder la Alta Venta y permanece desconocida para el poder público, que no tiene noticia sino de la Franc-Masonería en general.

Es notable la siguiente carta que el 18 de enero de 1822, escribe un judío de la Alta Venta con el seudónimo de Piccolo-Tigre: «En la imposibilidad en que están todavía nuestros hermanos y amigos de decir la última palabra, se ha juzgado conveniente y útil propagar por todas partes la luz y dar el impulso a cuantos aspiren a moverse. Con este objeto no cesamos de recomendaros en afiliar en toda clase de congregaciones, tales cuales, con tal que el misterio domine en esto, a toda suerte de gentes. Italia está cubierta de Cofradías religiosas y de Penitentes de diversos colores. No temáis introducir a algunos de los nuestros en medio de esos rebaños guiados por una devoción estúpida; que estudien con cuidado el personal de estas Cofradías y verán que poco a poco no faltarán cosechas que hacer. Bajo el pretexto más fútil, pero jamás político ni religioso, cread vosotros mismos, o, más bien, haced crear por otras asociaciones que tengan por objeto el comercio, la industria, la música, las bellas artes. Reunid en un lugar o en otro, en las sacristías mismas o en las capillas, vuestras tribus todavía ignorantes; ponedlas bajo el cayado de un sacerdote virtuoso, bien visto, pero crédulo y fácil de ser engañado; infiltrad el veneno en los corazones escogidos, infiltradlo a pequeñas dosis y como al azar; luego, mirándolo bien, os asombraréis vosotros mismos de vuestro éxito.

Lo esencial es aislar al hombre de su familia, hacerle perder sus costumbres. Muy dispuesto estará, por la inclinación de su carácter, a huir de las preocupaciones del hogar, a correr tras de fáciles placeres y gozos prohibidos. El ama las largas charlas de café, la ociosidad de los espectáculos. Atraedlo, sonsacadlo, dadle una cierta importancia; inclinadlo discretamente a disgustarse de sus trabajos diarios, y mediante este manejo, después de haberlo separado de su mujer y de sus hijos, y de haberle mostrado cuan penosos son todos los deberes, inculcadle el deseo de otro género de vida. El hombre nace rebelde; atizad este deseo de rebelión hasta el incendio, pero de modo que no estalle el incendio. Esta es una preparación para la gran obra que debéis comenzar. Cuando hayáis insinuado en algunas almas el disgusto por la familia y la religión (lo uno va casi siempre en seguimiento de lo otro), dejad caer ciertas palabras que provocarán el deseo de afiliarse a la Logia más cercana. Esta vanidad del citadino o del burgués de ingresar a la Franc-Masonería tiene algo de tan común y tan universal, que no dejo de admirarme de la estupidez humana. Me asombro de no ver al mundo entero llamar a la puerta de todos los Venerables para pedirles a éstos señores el honor de ser uno de¬ los obreros escogidos para la reconstrucción del Templo de Salomón. .El prestigio de lo desconocido ejerce sobre los hombres tal poder, que con temor se preparan a las fantasmagóricas pruebas de la iniciación y del banquete fraterno.

Verse miembro de una Logia, sentirse, lejos de su mujer y de sus hijos, llamado a guardar un secreto que jamás se os confía, es para ciertas naturalezas una voluptuosidad y una ambición. Las Logias pueden servir bien ahora para procrear glotones: jamás darán a luz ciudadanos. Se come muy bien en casa de los T., y T. R. F. de todos los Orientes; pero este es un lugar de depósito, .una especie de potrero, un centro por el que es menester pasar antes de llegar a nosotros. Las Logias no hacen más que un mal relativo, un mal templado por una falsa filantropía y por tonterías todavía más falsas, como en Francia. Esto es demasiado pastoral y demasiado gastronómico, pero tiene un objeto que debemos fomentar sin cesar. Enseñándole a brindar, se apodera uno así de la voluntad, de la inteligencia y de la libertad del hombre. Se dispone de él, se le hace dar vueltas, se le estudia. Se adivinan sus inclinaciones, sus afectos, sus tendencias; luego, cuando está maduro para nosotros, se le dirige hacia la Sociedad secreta, de la que la Franc-Masonería no puede ser sino la antesala.

La Alta Venta desea que, bajo un pretexto u otro, se introduzca en las Logias masónicas el mayor número de príncipes y de ricos que sea posible. Los príncipes de casa soberana y que no tienen la esperanza legítima de ser reyes por la gracia de Dios, quieren todos serlo por la gracia de una revolución. El duque de Orleans es francmasón, el príncipe de Carignan lo fue también. Ni en la Italia católica ni en otras partes faltan los que, aspiran a los honores harto modestos del delantal y la cuchara simbólicos. Otros están desheredados o proscritos. Halagad a todos estos ambiciosos de popularidad; acaparadlos para la Franc-Masonería. Después verá la Alta Venta como politizarlos para la causa del progreso. Un príncipe que no tiene reino que esperar es una buena fortuna para nosotros. Son muchos los que están en este caso. Hacedlos Franc-Masones. La Logia los conducirá al Carbonarismo. Vendrá un día en que la Alta Venta quizá se digne afiliárselos. Mientras tanto servirán de liga para los imbéciles, para los intrigantes, para los banqueteros y los necesitados. Estos pobres príncipes trabajarán en nuestro provecho creyendo no hacerlo sino en el suyo. Esta es una magnífica enseñanza, y siempre hay estúpidos dispuestos a comprometerse al servicio de una conspiración de la que un príncipe cualquiera parece ser el sostén.  Una vez que un hombre, y aun un príncipe, un príncipe sobre todo, se haya comenzado a corromper, estad persuadidos de que casi no se detendrá en la pendiente. Casi no hay costumbres aun entre los más morales, y rápidamente se va por este camino progresivo. Así es que no os preocupéis de ver las Logias florecientes mientras el Carbonarismo se recluta con dificultad. Con las Logias contamos para doblar nuestras filas; a su pesar forman ellas nuestro noviciado preparatorio. Discuten ellas sin término sobre los males del fanatismo, sobre la dicha de la igualdad social y sobre los grandes principios de la libertad religiosa. Entre dos festines lanzan terribles anatemas contra la intolerancia y la persecución. No es necesario más para hacer adeptos nuestros. Un hombre imbuido en estas lindas cosas no está lejos de nosotros; no falta sino enrolarlo. La ley del progreso social está allí, y toda ella allí. No os toméis la pena de buscarla en otra parte. En las presentes circunstancias no os quitéis jamás la máscara. Contentaos con rondar alrededor del rebaño católico; pero, como un buen lobo, coged de paso al primer cordero que se presente en las condiciones deseadas. Buena cosa es el burgués, mejor todavía el príncipe. Sin embargo, que estos corderos no se cambien en zorros, como el infame Carignan. La traición del juramento es una sentencia de muerte, y todos los príncipes, débiles o relajados, ambiciosos o pesarosos, nos traicionan y nos denuncian. Felizmente no saben sino pocas cosas, aun nada, y no pueden ponerse sobre la huella de nuestros verdaderos misterios.

En mi último viaje a Francia vi con una profunda satisfacción que nuestros jóvenes iniciados ponían un extremo ardimiento en la difusión del Carbonarismo; pero me parece que precipitan un poco demasiado el movimiento. Según yo, su odio religioso lo convierten demasiado en odio político. La conspiración contra la Sede Romana no debería confundirse con otros intentos. Estamos dispuestos a ver germinar en el seno de las Sociedades secretas ardientes ambiciones; y estas ambiciones, una vez dueñas del Poder, pueden abandonarnos. El camino que seguimos no está todavía suficientemente trazado para entregarnos a intrigantes o a tribunos. Es menester descatolizar al mundo, y un ambicioso que alcance su objeto mucho se guardará de secundarnos. 

La revolución en la Iglesia es la revolución permanente, es el derribamiento obligado de los tronos y de las dinastías. Ahora bien, un ambicioso no puede querer tales cosas. Nosotros vemos más hacia lo alto y a lo lejos. Por lo tanto, tratemos de arreglárnoslas y de fortificarnos. No conspiramos sino contra Roma: para esto sirvámonos de todos los incidentes, aprovechemos todas las eventualidades. Desconfíese principalmente de las exageraciones de celo. Un buen odio perfectamente frío, bien calculado, bien profundo, vale más que todos los fuegos artificiales y todas las declamaciones de la tribuna. Esto no lo quieren comprender en París; pero en Londres he visto gente que entiende mejor nuestro plan y que para éste se asocian con mayor fruto. Me han hecho ofrecimientos importantes: muy pronto tendremos en Malta una imprenta a nuestra disposición. Podremos, por lo tanto, con impunidad, asegurando el golpe, y bajo el pabellón británico, repartir de un cabo al otro de Italia los libros, folletos, etc., que la Venta crea conveniente poner en circulación. «Este judío, que viajaba por toda Europa, a los ojos de la policía y de los gobiernos era un comerciante en oro y plata, uno de esos banqueros cosmopolitas que en apariencia no viven sino para sus negocios y que de ellos se “ocupan exclusivamente”. Nos referimos a Carlo Mayer Von Rothschild.