TABOR
Estoy en el Tabor de mi existencia:
una mística luz baña mi vida
mitigando el dolor de la caída
de la que guardo una maldita herencia.
***
Un remanso de paz en mi conciencia
roza la orla del cielo en bienvenida
y una mano me venda cada herida
con la pía virtud de la clemencia.
***
Divina gracia con que transfigura
Cristo al hombre al que borra su delito
mientras allana su escabrosa senda.
***
Para todo pecado hay una cura
si el corazón se eleva a Dios contrito
como una pura y fervorosa ofrenda.
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