Conservando los restos
RECOGED LOS PEDAZOS
Narrado por Fabián Vázquez (trece minutos)
Después que quedaron saciados,
dijo Jesús a sus discípulos:
RECOGED LOS PEDAZOS que han
sobrado para que no se pierdan.
(San Juan, VI, 12)
COLLIGITE FRAGMENTA !
Para el verdadero amor no existe nada pequeño; y el que dice «esto es una menudencia» hablando del sufrimiento que ocasiona o de la dicha de que priva a los demás, ese tal nunca ha sabido cómo se ama de veras, e ignora la caridad.
Así, pues, las “cosas pequeñas” siempre han sido santas a los ojos de la fe, y no preocuparse de ellas, afectar con respecto a ellas el desdén lleno de altanería de los sabios del mundo, es condenarse a permanecer completamente vulgar, y sentirse extraño a toda delicadeza.
Estas cosas pequeñas son un tesoro oculto que la perspicacia sobrenatural nos ayuda a descubrir en el campo del padre de familias; las cosas pequeñas forman el conjunto de toda nuestra vida, que se va desgranando entre nuestros dedos en minúsculos instantes; las cosas pequeñas son todo nuestro valor, que nuestra voluntad va recortando en acciones fugitivas; las cosas pequeñas son gotas de la divina gracia —stillæ super qramina—: las partículas del santo Sacrificio, la lámpara del santuario, la campanilla del altar y las volutas silenciosas de incienso que embalsama —Colligite fragmenta !— No dejéis que se pierda lo que Cristo ha santificado…
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