P. CERIANI: 21 DE ENERO DE 2009

Misterios de iniquidad

A DIEZ AÑOS DE LA TRAICIÓN DE LA NEO F$$PX (VI)

1 aÑos

AUDIO

***

Ayer se han cumplido diez años de la aceptación y agradecimiento del levantamiento de la excomunión por parte de las autoridades de la Neo Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

Hemos publicado una serie de importantes documentos que simplemente ponen en evidencia la traición.

Ante tal felonía reaccioné, inmediatamente por medio de una Apelación; más tarde a través del humor. Radio Cristiandad tuvo la gentileza de publicar esos textos que, para terminar el testimonio de estas entregas, hoy publicamos nuevamente:

— Apelación del Padre Ceriani, del 3 de febrero de 2009.

— Comedia titulada Conversación en el atrio.

— Aplicación al caso de la conocida parodia Tout va très bien, Madame la Marquise.

fellay y benedicto 1

Publicado el Decreto del 21 de enero, contrariamente a lo sucedido en casi todos los Prioratos, en nuestras capillas de las Antillas no se leyó la carta del Superior General a los fieles, pues contenía, como ya sabemos, imprecisiones, contradicciones y una grave ambigüedad respecto a la aceptación del Concilio Vaticano II (esto fue reconocido y el texto se modificó, pero en Roma permanece la versión con la falsa confesión de fe). Tampoco cantamos el Magnificat. El “levantamiento de las excomuniones” no nos inspiraba festejar ni agradecer…

Por intermedio de mi Prior, que asistió el lunes 26 de enero a una reunión de Priores convocada por Monseñor Fellay en París, recurrí de viva voz a mis Superiores y pedí la revisión de la aceptación del Decreto del Vaticano en el plazo de una semana.

En dicha reunión, Monseñor Fellay dijo que en su carta del 15 de diciembre de 2008 él no había pedido el levantamiento de las excomuniones, sino el retiro del decreto de declaración de las excomuniones, pero que no pediría a Roma una retractación.

Tuve una larga conversación telefónica con mi Superior de Distrito el jueves 29 de enero, durante la cual le dije, entre otras cosas, que, si es cierto que el Decreto del Vaticano es falso, hay que denunciarlo como tal y rechazarlo.

Me pidió un mes para ver cómo evolucionaban las cosas; y me dijo que él iba a hacer lo posible para cambiar la situación.

Teniendo en cuenta la urgencia y la gravedad de tal contexto, le respondí que un mes me parecía demasiado tiempo y que, por lo tanto, mantenía el plazo de una semana.

El sábado 31 de enero, desgraciadamente, nada había cambiado en La Porte Latine, sino que, al contrario, fueron publicadas dos entrevistas a Monseñor Fellay que contribuyen a aumentar la confusión.

Como sabemos, en la del semanario Monde et Vie, Olivier Figueras pregunta “¿Esperaba usted, Monseñor, este levantamiento de la excomunión?” Y Monseñor Fellay responde “Lo esperaba desde 2005, después de la primera carta de pedido del levantamiento de la excomunión que había dirigido a pedido mismo de Roma. Porque era claro que Roma no pedía esta carta para rechazar levantar la excomunión”.

Comencé entonces por enviar mi Apelación a los cuatro Obispos y a los Superiores Mayores de la Fraternidad con la esperanza de que, como les suplico al final del texto, reconsiderarían delante de Dios la situación actual y de que, a ejemplo de Monseñor Lefebvre en momentos del Protocolo, volverían sobre sus pasos. Tenía la intención de extender el envío a sacerdotes y feligreses.

En eso estaba cuando llegaron, con una hora de intervalo, dos mensajes:

— un llamado del Secretario General diciendo que detuviese el envío porque en una hora saldría un Comunicado oficial de Monseñor Fellay aclarando las cosas.

— un mensaje electrónico del Superior del Distrito diciendo que en la semana siguiente saldría dicho Comunicado, pero que la Casa General no había aceptado que se corrigiesen las inexactitudes que figuraban en La Porte Latine. ¡Es el día de hoy que allí figuran aún!…

Sin haber recibido ningún Comunicado oficial, completé el envío a los Superiores Mayores y no seguí adelante, renunciando a extender el envío a ciertos sacerdotes y feligreses como había pensado hacer.

El lunes 2 de febrero recibí el Comunicado oficial, confidencial, reservado solamente a los sacerdotes, en el cual se confirma la decisión de aceptar tal cual y sin censurarlo el Decreto del Vaticano.

No podía avalar con mi silencio esta situación, que se tornaba de más en más ambigua: era obligación mía hacer pública mi Apelación. Lo hice el martes 3 de febrero.

fellay y lefebvre

APELACION DEL PADRE JUAN CARLOS CERIANI

Fort de France, 28 de enero de 2009

Visto que el Decreto del 21 de enero de 2009, firmado por el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos, dice:

“Por medio de la carta del 15 de diciembre de 2008 enviada a Su Eminencia el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Bernard Fellay, en su nombre y en el de los otros Obispos consagrados el 30 de junio de 1988, volvía a solicitar el levantamiento de la excomunión latæ sententiæ formalmente declarada por Decreto del Prefecto de esta misma Sagrada Congregación para los Obispos con fecha del 1º de julio de 1988   (…)   Conforme a las facultades que me han sido expresamente concedidas por el Santo Padre, Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, remito a los Obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latæ sententiæ declarada por esta Congregación el 1º de julio de 1988 y declaro privado de efectos jurídicos a partir del día de hoy el Decreto entonces publicado”.

Visto que el Comunicado del Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X dice:

“La excomunión de los obispos consagrados por su Excelencia Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Congregación para los Obispos por un decreto del 1 de julio de 1988 y que nosotros siempre hemos rechazado, ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación con fecha del 21 de enero de 2009, por mandato del papa Benedicto XVI.”

Visto que monseñor Bernard Fellay, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X ha expresado:

“Después de estos largos debates [de noviembre de 2005] el Cardenal [Darío Castrillón Hoyos] dijo: “Compruebo que todo lo que exponen no les pone fuera de la Iglesia, por lo tanto están en la Iglesia”. Y siguió diciendo: “Le pido que escriba al Papa para pedirle que retire las excomuniones”. Desde entonces, permanecimos en este punto, ya que obviamente no vamos a pedir que se retire algo que no reconocemos. Siempre nos hemos negado a reconocer la validez de estas excomuniones, no podemos pues pedir que se retire algo que no existe”. (Sermón en el seminario de Flavigny, 2 de febrero de 2006. Fuente, DICI Nº 130).

Visto que, cuando expuse a mis Superiores mis observaciones respecto al vínculo existente entre la “Declaración de una pena” y la “pena en sí misma”, y por lo tanto que pedir “el retiro del Decreto de declaración de la excomunión” implica reconocer “la validez de la censura”, recibí las siguientes respuestas:

“Usted confunde retirar un decreto de excomunión con levantar una excomunión  (…)  En todo documento oficial o de importancia tengo mucho cuidado de no mencionar o decir ״levantar la excomunión״” (Carta de Mons. Bernard Fellay al padre Ceriani, 3 de agosto de 2004).

“Usted puede comprobar que efectivamente el Padre Sommerville no leyó como lo hacen los sacerdotes de la Fraternidad ״el retiro del decreto de excomunión״, sino que habla de ״levantamiento de la excomunión״. No está informado simplemente de nuestra distinción y de la insistencia que debemos tener en hacerla. Es necesario simplemente tomarlo como una manera corriente de hablar” (Carta de Mgr Bernard Fellay al padre Ceriani, el 26 de febrero de 2005).

“Pienso y mantengo que se trata de una simple cuestión de imprecisión de lenguaje en el texto incriminado. ¡Nada más! No pienso que eso valga la pena para hacer un drama.” (Carta de Mgr Bernard Fellay al padre Ceriani, el 3 de junio de 2005).

“Monseñor Fellay pidió oficialmente ״el retiro del decreto de excomunión״. No pidió el levantamiento o el retiro de la excomunión en sí misma, que no reconocemos; pide precisamente el levantamiento del decreto, es bien diferente. ¿Pero entiende usted la diferencia? ¿Quiere reflexionar sobre esto? ” (Carta de Mgr Tissier de Mallerais al padre Ceriani, el 31 de agosto de 2004).

“No comparto sus inquietudes en lo referente a los debates con Roma. Le dije en la última carta que es su carácter inquieto que le juega malas pasadas, ya que objetivamente no hay materia para inquietud. En efecto, Monseñor Fellay mantiene bien firmemente los dos preliminares que ha planteado al cardenal Castrillón Hoyos hace cuatro años, a saber el reconocimiento del derecho imprescriptible de la misa tradicional y el levantamiento —no de las censuras sino— del decreto de excomunión de los obispos. Le expliqué que no es la misma cosa. El protocolo de 1988 preveía el levantamiento de las irregularidades y de la suspensión, Mons. Fellay pide el levantamiento del decreto: no reconoce, pues, la validez de las censuras.” (Carta de Mgr Tissier de Mallerais al padre Ceriani, el 18 de septiembre de 2004).

Visto que el padre de Cacqueray, Superior del Distrito de Francia, en su editorial de La Porte Latine, del 1º de enero de 2009, “De un Preliminar al Otro”, expresó:

“En cuanto a las consagraciones del 30 de junio de 1988, se encontraron, ipso facto, sancionadas por la excomunión prevista en el nuevo Código de derecho canónico. Ahora bien la Fraternidad se niega con todo a pedir ״un levantamiento de las sanciones״. Pretende obtener ״el retiro del decreto de las excomuniones״; y no escapa a nadie que los términos que empleó para traducir su pedido han sido elegidos intencionalmente  (…)  Si se tratase realmente del retiro del decreto —y no de un levantamiento de las excomuniones— sería entonces el principio de la reparación de la injusticia inaudita conocida, y podríamos alegrarnos  (…)  Si, en cambio, se tratase de un ״levantamiento de las excomuniones״, las cosas serían de muy otra manera. No correspondería a nuestro segundo preliminar y no lavaría de ninguna manera a nuestros obispos de los malos pleitos que se les hizo. Dejando creer que las penas pronunciadas no eran nulas y que incluso se merecían, ¿no resultaría, en cierto sentido al menos, un nuevo mal más profundo? Roma entonces habría retirado, con una apariencia compasiva, sanciones que se encontrarían, por el mismo acto, confirmadas como válidas, e incluso impuestas legítimamente.”

Yo, padre Juan Carlos Ceriani, APELO al Fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, Monseñor Marcel Lefebvre, y a las autoridades de dicha Fraternidad, quienes declararon en el momento de las consagraciones episcopales:

“Estando ocupados por anticristos la Cátedra de Pedro y los puestos de autoridad de Roma, continúa rápidamente la destrucción del Reino de Nuestro Señor al interior mismo de su Cuerpo Místico en la tierra  (…)  Es lo que nos valió la persecución de la Roma anticristo  (…)  Me veo obligado por la Providencia divina a transmitir la gracia del episcopado católico que recibí, para que la Iglesia y el sacerdocio católico sigan subsistiendo para la gloria de Dios y la salvación de las almas  (…)  Es por esto, convencido de cumplir la santa voluntad de Nuestro Señor, que les pido por la presente carta acepten recibir la gracia del episcopado católico…” (Carta de monseñor Lefebvre a los futuros obispos).

“Dado que después del Concilio Vaticano II hasta hoy día, las autoridades de la Iglesia Romana están animadas de un espíritu modernista, obrando contra la Santa Tradición  (…) estimamos que todas las penas y censuras aplicadas por estas autoridades no tienen ningún peso” (Mandato leído en la ceremonia de consagración episcopal).

“Eminencia, reunidos en torno a su Superior general, los Superiores de los distritos, seminarios y casas autónomas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, piensan conveniente expresarle respetuosamente las reflexiones siguientes. Usted creyó deber suyo, por su carta del 1º de julio último, hacer saber su excomunión latæ sententiæ a Su Excelencia Monseñor Marcel Lefebvre, a Su Excelencia Monseñor Antonio de Castro Mayer y a los cuatro obispos que ellos consagraron el 30 de junio último en Ecône. Quiera usted mismo juzgar sobre el valor de tal declaración que viene de una autoridad que, en su ejercicio, rompe con la de todos sus antecesores hasta el papa Pío XII, en el culto, enseñanzas y el Gobierno de la Iglesia.

En cuanto a nosotros, estamos en plena comunión con todos los Papas y todos los Obispos que han precedido el Concilio Vaticano II, celebrando exactamente la Misa que ellos codificaron y celebraron, enseñando al Catecismo que ellos compusieron, oponiéndonos contra los errores que ellos condenaron muchas veces en sus encíclicas y cartas pastorales. Quiera usted entonces juzgar de qué lado se encuentra la ruptura. Estamos extremadamente apenados por la ceguera de espíritu y el endurecimiento de corazón de las autoridades romanas.

En cambio, nosotros jamás quisimos pertenecer a ese sistema que se califica a sí mismo de Iglesia Conciliar y se define por el Novus Ordo Missæ, el ecumenismo indiferentista y la laicización de toda la sociedad. Sí, nosotros no tenemos ninguna parte, nullam partem habemus, con el panteón de las religiones de Asís; nuestra propia excomunión por un decreto de Vuestra Eminencia o de otro dicasterio no sería más que la prueba irrefutable. No pedimos nada mejor que el ser declarados ex communione del espíritu adúltero que sopla en la Iglesia desde hace veinticinco años; excluidos de la comunión impía con los infieles.

Creemos en un solo Dios, Nuestro Señor Jesucristo, con el Padre y el Espíritu Santo, y seremos siempre fieles a su única Esposa, la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana. El ser asociados públicamente a la sanción que fulmina a los seis obispos católicos, defensores de la fe en su integridad y en su totalidad, sería para nosotros una distinción de honor y un signo de ortodoxia delante de los fieles. Estos, en efecto, tienen absoluto derecho de saber que los sacerdotes a los cuales se dirigen no están en comunión con una iglesia falsificada, evolutiva, pentecostal y sincretista (…).” (Carta abierta a su Eminencia el cardenal Gantin, Prefecto de la Congregación de los Obispos. Écône, 6 de julio de 1988).

Siguen las firmas del Superior General, de todos los Superiores de Distritos, de Seminarios, de Casas Autónomas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

Y dejo constancia de que hago mías las declaraciones citadas y las suscribo junto con las autoridades actualmente vigentes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío. Si alguno de los actuales Superiores no quiere adherir a dichas declaraciones, debe rectificarse públicamente, manifestando su ruptura con sus antecesores. Su silencio implicaría una ratificación.

Y contesto y tengo por nulos y sin valor, tanto de derecho como de hecho, las pretendidas excomuniones, el decreto que procura declararlas y el decreto que intenta en vano levantarlas.

Nota: En la noche del 5 al 6 de mayo de 1988, Monseñor Marcel Lefebvre volvió sobre sus pasos y no siguió adelante con el Protocolo que había firmado en la víspera (“¡Si usted supiera la noche que pasé el día de mi firma sobre los famosos acuerdos! ¡Oh! como me tardaba que llegase la mañana para poder remitir la carta de revocación que había preparado durante la noche”).

Dada la diferencia entre el Fundador de la Fraternidad y sus cuatro hijos en el episcopado, no podía pretender que en una noche o un día ellos reviesen la aceptación del Decreto de la Congregación para los Obispos. Por esa razón he aguardado una semana antes de publicar mi apelación.

10 años

CONVERSACIÓN EN EL ATRIO

Una Fábula tomada del libro “Urbanas”

Edición póstuma del que fuera R.P. Luis Namuncurá, el Cura Loco

Luego de la acción de gracias de su Misa y una última confesión, Luis Namuncurá salió al atrio y se acercó, “prestando oreja”, al grupo de feligreses que hablaban un tanto febrilmente…

Feligrés 1: Monseñor Fellay dijo que pidió una manzanamanzana , e hizo rezar por esta intención más de un millón de Rosarios…

Feligrés 2: ¡Si! Recuerden sus palabras en Lourdes, para Cristo Rey… Aquí las tengo:

“Querríamos recurrir de nuevo a su generosidad, mi queridos hermanos, para pedir a la Santísima Virgen María que obtenga el segundo preliminar: el retiro del decreto de excomunión. Esta es la razón por la que les invitamos hasta Navidad a reunir, esta vez aún, un millón de rosarios que podremos de nuevo presentar al Soberano Pontífice con insistencia”.

No caben dudas, pidió una manzana: el retiro del decreto de excomunión.

Feligrés 3: ¿Y cuál es el problema? ¿Por qué discuten, si las cosas son tan claras?

Feligrés 1: Es que el Decreto de Roma dice que Monseñor Fellay pidió una peraPERA.jpg , y que, por lo tanto, Roma concedió una pera pera

Feligrés 2: También tengo ese texto aquí a mano… Veamos:

Por medio de la carta del 15 de diciembre de 2008 enviada a Su Eminencia el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Bernard Fellay, en su nombre y en el de los otros Obispos consagrados el 30 de junio de 1988, volvía a solicitar el levantamiento de la excomunión latæ sententiæ formalmente declarada por Decreto del Prefecto de esta misma Sagrada Congregación para los Obispos con fecha del 1º de julio de 1988   (…)   Conforme a las facultades que me han sido expresamente concedidas por el Santo Padre, Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, remito a los Obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latæ sententiæ declarada por esta Congregación el 1º de julio de 1988 y declaro privado de efectos jurídicos a partir del día de hoy el Decreto entonces publicado”.

Está claro, pidió pera y le dieron pera, es decir: levantamiento de la excomunión y remisión de la censura.

Feligrés 3: ¡Mamita!… Aquí hay pera encerrada… ¿Cómo lo explica el señor obispo?

Feligrés 1: Monseñor Fellay, en su Carta a los Fieles del 24 de enero dijo que obtuvo, gracias a la intersección de la Santísima Virgen, la perapera , que es la solicitada manzana  PERA Y MANZANA.jpg   

Feligrés 3: Con todos los manipuleos de la naturaleza logran cosas sorprendentes…

Feligrés 2: Menos mal que traje todos los recortes… Por alguna parte lo debo tener… Aquí está:

“Queridos fieles, como lo anuncio en el comunicado adjunto, la excomunión de los obispos consagrados por S. Exc. Mgr Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Congregación para los obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que siempre impugnamos, fue retirada por otro decreto de la misma Congregación con fecha del 21 de enero de 2009, por mandato del papa Benito XVI”. Era la intención de oración que les había confiado en Lourdes, el día de la fiesta del Cristo-Rey 2008.”

Feligrés 3: ¡No les digo yo!, la pera es manzana y la manzana es pera. ¡No entiendo naranja…!

Feligrés 1: Calma, calma… Las cosas se aclaran… En una entrevista, del 26 de enero, Monseñor Fellay dijo que él y los fieles pidieron una perapera  a la Santísima Virgen, y que Ella obtuvo una perapera .

Feligrés 3: ¿Se aclaran? ¿Cómo esto? ¿La peramanzana se convirtió en pera? ¡¿No me va a decir usted que también tiene esa cita!?

Feligrés 2: Ya me esperaba yo una discusión parecida, y traje todo. Me falta la “compu” donde tengo todo registrado…

Feligrés 3: Pero, ¿de dónde extrae los textos? Seguro que no son oficiales… ¡Ojo con los inventos periodísticos! ¡Son caóticos!

Feligrés 2: Todo lo saco de la Puerta Latina, el sitio oficial de la Fraternidad en Francia. Escuchen:

“No temo nada. Puede que haya una voz discordante aquí o allí. Pero el celo que los fieles pusieron para rezar los rosarios para pedir el levantamiento de las excomuniones dice bastante sobre nuestra unión” (Le Temps, 26 enero 2009).

Feligrés 3: ¡Era cierto, nomás! Y pobre infeliz de mí que recé mil Rosarios para obtener una manzana

Feligrés 1: No se desespere, mi amigo, porque en dos entrevistas del 31 de enero (del diario Présent y del semanario Monde et Vie), Monseñor Fellay dijo que ya en noviembre de 2005 pidió una perapera , que era la intención del millón de Rosarios, la manzana manzana, debe entenderse…

Feligrés 3: Esta sí que no se la creo, es demasiado “gruesa”… ¿Que hace tres años pidió la pera a Roma y ahora la manzana a la Virgen? ¡No! No se lo puedo creer… Y usted no me venga con otro recorte, eso lo inventó usted para reírse de mí…

Feligrés 2: Lo siento mucho, pero es cierto, aquí lo tengo, ante sus propios ojos, u orejas, como le guste. Escuche:

“Esperaba el levantamiento de la excomunión desde 2005, desde la primera carta de solicitud del levantamiento de la excomunión que había dirigido a petición de la propia Roma. Porque queda claro que Roma no pedía esta carta para negarse a levantar la excomunión.

(…) Lo atribuyo en primer lugar a la Virgen. He aquí la señal manifiesta, con una respuesta casi inmediata. Acababa exactamente de decidir ir a Roma para llevar el resultado del bouquet de rosarios que habíamos lanzado en Lourdes con esta intención explícita, cuando recibo una llamada de Roma que me invitaba a pasar.”

Feligrés 4: Hasta ahora no intervine, por respeto episcoperal, episcopal, perdón. Pero les tengo que decir que los sacerdotes a los que consulté me han dicho que Monseñor Fellay dice que en la carta del 15 de diciembre de 2008 pidió una manzana manzana, pero que no puede publicar dicha carta, ni quiere desmentir a Roma…

Feligrés 1: Parece un partido de truco, con retruco y todo…

Feligrés 3: Dios quiera que todo no sea trucado

Feligrés 1: Cállese, amigo, y preste atención, porque la Secretaría de Estado del Vaticano ha insistido en que Monseñor Fellay pidió una perapera

Feligrés 2: Es cierto, y aquí tengo la Nota oficial del 4 de febrero:

“Como ya ha sido publicado con precedencia, el Decreto de la Congregación para los Obispos, dado el 21 de enero de 2009, ha sido un acto con el que el Santo Padre salía benignamente al encuentro de las reiteradas peticiones por parte del Superior General de la Fraternidad San Pío X. Su Santidad ha querido quitar un impedimento que perjudicaba la apertura de una puerta al diálogo.”

Feligrés 3: ¿Y qué hará Monseñor Fellay? ¿Qué dicen los sacerdotes?

Feligrés 4: Dicen que Monseñor Fellay se contenta con aceptar la ofrecida perapera

Feligrés 1: Es precisamente lo que dicen algunos feligreses: “ahora, ya estamos adentro…, hay que aprovechar…”

Feligrés 3: No les digo yo… Entraron por la puerta que les abrió Benedicto… Pero, ¿adónde entraron? ¿a la frutería…? ¿Tanto frío tenían afuera…?

Feligrés 1: Lo que me preocupa es el futuro. Piensen que cuando el periodista de Présent le preguntó a Monseñor Fellay si iban a llamar al Cardenal de París para administrar la Confirmación en San Nicolás de Chardonnet, no respondió con una negativa absoluta…, por favor, recuérdenos la cita…

Feligrés 2: “Todo eso será del orden de la prudencia. Será necesario ver cómo va a desarrollarse este proceso. Eso dependerá también de las reacciones en frente. Para todo lo que se refiere a estas nuevas relaciones, en principio, lo que acaba de pasar, nos pone en una nueva situación. Es un poco demasiado pronto para evaluarlo. No se puede preverlo todo. Es pues el gran ámbito de la prudencia. No hay a priori, el único a priori es el de la Verdad y la Caridad.”

Feligrés 3: ¿¡Se imaginan al “frutero” de Buenos Aires, de San Isidro, de Córdoba… administrando la Confirmación en nuestros Prioratos… y al de Moreno confiriendo las Sagradas Ordenes a los seminaristas de La Reja !? Estamos adentro… ¡Que nos dejen salir…!

Feligrés 4: Disculpe, amigo, pero la situación no está para bromas… Y volviendo a la imagen del partido de truco, la Secretaria de Estado, en la Nota citada, afirma que todavía estamos afuera… Lea, por favor…

Feligrés 2: “El levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que por el momento no goza de reconocimiento alguno en la Iglesia católica. Tampoco los cuatro obispos, aunque liberados de la excomunión, tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercen lícitamente un ministerio en ella.”

Feligrés 1: ¿Acaso Roma nos va a exigir algo…?

Feligrés 2: Sigo leyendo: “Para un futuro reconocimiento de la Fraternidad San Pío X es condición indispensable el reconocimiento pleno del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y del propio Benedicto XVI.”

Feligrés 4: El panorama es caótico…

Feligrés 3: ¿El panorama, solamente? Yo creo que también toda publicación de la Fraternidad… Pienso que habrá que hacer una censura de ellas…

Feligrés 1: Me… me… me… pa.. pa… parece que mejor terminemos por hoy… Tal vez el domingo próximo tengamos más noticias…

Feligrés 2: Sí… Además, las mujeres están inquietas y nos llaman para ir a casa…

Feligrés 3: Con tal que no hayan previsto como postre una ensalada de frutasENSALADA DEFRUTAS.jpg

El Padre Luis Namuncurá, que escuchó todo en silencio y con atención, mientras pita su pipa, reflexiona en voz alta ante sus cuatro boquiabiertos feligreses:

Yo me pregunto, esta controvertida manzanaMANZANA.jpg , ¿será la célebre “manzana de Eva”?descarga (25).jpg

En todo caso, respecto de la seductora  frutapera , podemos pensar que ¡¡nos hicieron la pera!!

En realidad es para llorar. Es un drama… Pero es cierto que ya estaba en el programa que nos dieron a la entrada…

Yo se los había anunciado.

Recuerden y pongan en práctica aquellas sabias sentencias:

“Acepto por Cristo la vida más triste que existe en la tierra: La vida que es lucha perdida, continua derrota.”

“La nota distintiva del verdadero cristiano reside en las derrotas previsibles.”

“Porque sabes que no llegarás, por eso eres grande.”

Y también deben hacer suya la olvidada oración que dice:

Dame, Dios mío, lo que te queda.

Dame lo que jamás se te pide.

No te pido reposo, ni tranquilidad,

ni la del alma, ni la del cuerpo.

No te pido la riqueza, ni el éxito, ni la salud.

Tantos te piden esto, Dios mío, que ya no debes tenerlo.

Dame, Dios mío, lo que te queda.

Dame lo que se te rechaza.

Quiero la inseguridad y la inquietud,

quiero la tormenta y la lucha.

Que Tú me lo des, Dios mío, definitivamente;

que yo esté seguro de tenerlo siempre;

porque no siempre tendré el coraje de pedírtelo.

Dame, Dios mío, lo que te queda.

Dame lo que otros no quieren.

Pero, dame también el coraje, la fortaleza y la fe.

 

Pero esto sin bajar los brazos. Y que sepan todos que nosotros, defenderemos hasta el final la Santa Religión y la Tradición Católica, con la consigna: no de vencer, sino de no ser vencidos. Es decir, sabiendo que, si somos vencidos en esta lucha, ése es nuestro mayor triunfo; porque, si somos vencidos, la apostasía llega y el mundo se acaba, y Cristo dijo verdad. Y entonces el acabamiento es prenda de resurrección.

FELLON.jpg

TOUT VA TRÈS BIEN, TOUT VA TRÈS BIEN

TODO VA MUY BIEN, MUY BIEN, CONFORME AL PLAN…

Ver original francés subtitulado Aquí

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticias hay?

¿Qué está, usted, en Roma?

¿Cómo ha podido esto suceder?

— Todo va muy bien, estimado feligrés;

todo va muy bien, muy bien.

El Santo Padre me ha llamado,

y corriendo acudí yo…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticias hay?

Tras quince días de ausencia,

desde el otro lado del teléfono,

le pregunto, ¿qué encontraremos a su regreso?

— Todo va muy bien, estimado feligrés;

todo va muy bien, muy bien.

Con el Santo Padre decidimos proceder por etapas,

conforme a un plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticias hay?

¿Proceder por etapas, de acuerdo a un plan?

¿Qué etapas son esas?

¿Cuál es el plan?

— Todo va muy bien, estimado feligrés;

todo va muy bien, muy bien.

Con el Santo Padre decidimos liberar la Misa.

Sin embargo, tendría que decirle

que lamentamos una pequeñez,

un incidente, una nonada:

la Misa tradicional será forma extraordinaria;

pero, aparte de esto, estimado feligrés,

todo va muy, muy bien;

conforme al plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticia es esa?

La verdadera Misa, ¿no es más la oficial y ordinaria?

Explíqueme, Monseñor,

¿Cómo ha podido suceder?

— No ha sido nada, estimado feligrés,

no ha sido nada, todo va muy bien;

conforme al plan…

Sin embargo, tendría que decirle

que lamentamos otra pequeñez:

la misa nueva es la forma ordinaria

de un único rito…

Pero, aparte de esto, estimado feligrés,

todo va muy, muy bien,

conforme al plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticia es esa?

¿Un solo rito? La misa bastarda, ¿oficial?

Explíqueme, Monseñor,

¿Cómo ha podido suceder?

— No ha sido nada, estimado feligrés,

no ha sido nada, todo va muy bien…

Sin embargo, tendría que decirle

que lamentamos otra nonada:

si la Misa del Santo Padre Pablo VI es la oficial…,

si hay un solo rito con dos formas…,

es porque ambas expresan la misma fe…

Pero, aparte de esto, estimado feligrés,

todo va muy, muy bien,

conforme al plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticia es esa?

¿Un solo rito? ¿La misma fe?

Explíqueme, Monseñor, que me siento desmayar…

¿Cómo ha sucedido esto?

— Estimado feligrés…

dejemos eso por ahora,

pues ha de saber que el Santo Padre levantó nuestra excomunión,

conforme al plan… ¡claro está!

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticia es esa?

¿Estamos en comunión con la Iglesia Conciliar?

¿Pertenecemos a la Iglesia Oficial?

¿Cómo ha sucedido tal cosa?

— No ha sido nada, estimado feligrés,

no ha sido nada, todo va muy bien…

Sin embargo, tendría que decirle

que lamentamos otra nimiedad:

Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer

siguen excomulgados y sin rehabilitación…

Pero, aparte de esto, estimado feligrés

todo va muy, muy bien…

conforme al plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticia es esa?

¿Sus padres espirituales denigrados?

¿Cómo ha sucedido tal impiedad?

Aunque en realidad, ¡es un honor!

— No ha sido nada, estimado feligrés,

no ha sido nada, todo va muy bien…

Sin embargo, tendría que decirle

que lamentamos otra menudencia:

esperamos que el Santo Padre

nos reconozca como verdaderos obispos católicos…

Pero, aparte de esto, estimado feligrés

todo va muy, muy bien…

conforme al plan…

 

— Haló, haló, ¿Monseñor?

¿Qué noticias hay?

¿Proceder por etapas, de acuerdo a un plan?

¿Qué etapas son esas?

¿Cuál es el plan?

— No es nada, estimado feligrés,

no es nada, todo va muy bien…

formamos parte de una olita…

habrá una restauración…

conforme al corazón del Santo Padre…

¡y a las etapas del plan!…

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Tout va très bien, Madame la Marquise…

Y las etapas siguieron: Monseñor Fellay nombrado Juez de Primera Instancia (ya lo es de Segunda Instancia), jurisdicción para el Sacramento de la Penitencia, jurisdicción para el Sacramento del Matrimonio, autorización para las Ordenaciones Sacerdotales…, y pronto llegará la autorización para la Consagración de Obispos…

Todo esto, claro está, conforme al nuevo derecho canónico publicado en enero de 1983…

¡Todo va muy bien…! ¡Conforme al plan!