SETENTA VECES SIETE
Lo que pides, Señor, ¿es posible
para un alma dañada por otro?
¿que el perdón a la ofensa se brinde,
sin medir el dolor en nosotros?
***
Deberá ser posible sin duda,
ya que Vos señalaste el camino,
de entregarte en la Cruz perdonando,
al ladrón junto a los asesinos.
***
Pero no es cosa fácil al hombre,
perdonar con su sola natura,
necesita tu Gracia sublime,
que suaviza la roca más dura.
***
Lo mundano no entiende de esto,
pero ahí está la clave que diste,
perdonar setenta veces siete,
en el Cielo de gloria reviste.