ESTEBAN SÁNCHEZ MALAGÓN: “AGUA QUE HAS DE BEBER…”

Misterios de iniquidad

DE LA PANTALLA GRANDE A LA BOCA

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD, ES PURA COINCIDENCIA

Esto de comer bichos no es nuevo; se acaba de cumplir una década cuando en aquél fatídico 2013, aparte de la llegada de Decimejorge a la Babilonia vaticana, la ONU proponía dejar de comer carne y morfarse los bichos, los insectos y cuanta sabandija encuentres.

Tan presto llegó el 2023 (primer año del nuevo orden mundial, según la comisión trilateral) el gobierno argentino, por medio del ministerio de agricultura, publicaba en su sitio web que se evaluaría el uso de insectos como alternativa de alimentación.

Pero, “Al VERSO” Fernández, ¿no prometió asado? Sí, pero…, con el precio del tradicional plato argentino por las nubes y la disparada del costo de otros alimentos, en el Senasa no tuvieron mejor idea que plantear las ventajas de alimentarse con insectos. El organismo convocó «al Primer encuentro nacional de la cadena de valor de insectos para consumo humano y animal», y destacó la ingesta de insectos como «el futuro de la alimentación».

El gobierno nacional convocó a un encuentro para promover la ingesta de insectos, y en la red cloacal Twitter le recordaron a “Al Verso” Fernández que en campaña prometió asado.

El tuit del Senasa generó revuelo en la red cloacal, y decenas de respuestas durísimas contra el gobierno, la mayoría haciendo hincapié en el precio prohibitivo de la carne.

«Ya ni polenta se puede comer», «Votaron asado y les van a enseñar a cocinar grillos», «Está raro el asado», «Asado de gusanos era al final», fueron algunas de las reacciones que generó el tuit.

No fueron pocos los que le recordaron a “Al Verso” que durante la campaña del 2019 prometía volver a poner el asado en la mesa, después de la fuerte subida del precio que había tenido durante el gobierno de Macri. Incluso, “El Frente de Todos” hizo un spot en el que lamentaba que se había perdido la costumbre de hacer asados y mostraba una parrilla que servía nada más que para guardar cosas.

LA FAO Y LOS INSECTOS “COMESTIBLES”

La FAO lleva sutilmente trabajando dos décadas, desde 2003, en temas relativos a los insectos comestibles en numerosos países de todo el mundo. Las contribuciones de la FAO abarcan los siguientes ámbitos temáticos:

• La generación y el intercambio de conocimientos a través de publicaciones, reuniones de expertos y un portal web sobre insectos comestibles;

• La concienciación sobre el papel de los insectos a través de colaboraciones con los medios de comunicación (actores, actrices, periódicos, revistas y televisión, entre otros);

• El apoyo a países miembros a través de proyectos en el terreno (por ejemplo, el Proyecto de Cooperación Técnica en Lao);

• Las interacciones multidisciplinares y de actuación en red (por ejemplo, partes interesadas que trabajan en cuestiones relacionadas con nutrición, piensos y legislación) en diversos sectores dentro y fuera de la FAO.

SOLO LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR DETENDRÁ LA MAQUINARIA DEL NOM

¿Quién no conoce al actor Nicolas Cage? Bueno es un actor de los preferidos de la judeomasonería hollywoodense; él ha ganado, según la revista Forbes, por todas sus películas alrededor de 250 millones de dólares; varios reportes indican que Cage gastó 7 millones en una isla privada en las Bahamas; actualmente tiene una flota grandísima de autos de lujo y compró dos aviones privados de 30 millones de dólares cada uno, así como varias joyas por un valor total de 67 millones de dólares. Este hombre que ha gastado tanto, pero tanto, tanto, en todas estas cositas, que para él no son más que juguetitos.

Ahora nos pide (a toda la humanidad) que tenemos que comer insectos para salvar al planeta.

Me encanta la gran hipocresía de Hollywood y de sus actores de pacotilla.

Según ellos, el famoso actor Nicolas Cage “mordió” en una película, en el año 1988, una cucaracha viva en la película que se llamaba “Vampire´s Kiss” (El beso del vampiro).

En realidad, Nicolas Cage simuló que mordía una cucaracha…

Después llegó a confesar que no era más que un caramelo con color café…

No nos metemos con sus compras; que cada quién haga con su dinero lo que quiera y que gane todo lo que quiera; pero que no venga y nos diga que tenemos que comer cucarachas, grillos y otros bicharracos para salvar el planeta, que “le ronca el mango”.

En una reciente entrevista Nicolas Cage dijo: “Creo que la humanidad tiene que hacer algo de inmediato para salvarnos, lo primero que creo es que podríamos dejar de lado la fobia a comer insectos, cucarachas o lo que sea porque, si comer esto, con hacer este simple gesto, podemos resolver el hambre mundial entonces, adelante, excelentes nutrientes están por todas partes, alta proteína nada de grasa y son lo mejor para salvar al mundo de la hambruna”.

Las revelaciones de Cage se produjeron en una reciente entrevista cuando estaba hablando de “El Conde de Drácula” que él parece que va a representar en una nueva comedia de terror, además para concluir dijo: “Quién sabe, quizás comiendo insectos, cuando tengamos que votar en las próximas elecciones del 2024 lo hagamos mejor, si el año 2020 lo hicimos bien en el 2024 entonces tendremos que elegir a alguien tan bueno como Joe Biden, miren lo bien que va este país”.

¡Ay!. ¡Cuántas cucarachas se habrá comido Nicolas Cage antes de decir semejante estupidez!

¿Qué pensar de un hombre que ha ganado aproximadamente 250 millones y que se ha gastado nada más y nada menos que 67 millones en comprarse precisamente dos avioncitos privados y una isla, que le pida a la humanidad que coma cucarachas grillos y lo que sea, que tenga patas o no, para salvar al planeta? Aquí algo no me cuadra, allá el que no lo vea…

Más noticias de última hora de estas que nos dejan completamente “emocionados”, el alcalde “vegano” (porque esto es lo que él dice) de Nueva York, Eric Adams, anuncia que limitará la cantidad de carne que la gente puede comer en ese lugar para combatir el cambio climático.

Sí, Erik Adams acaba de presentar un súper plan para reducir emisiones de carbono por consumo de alimentos cárnicos de la ciudad en un 33% para 2030, reducir al máximo las emisiones de carbono según él.

Adams estuvo reunido recientemente con el director del clima y el comisionado del departamento de protección Ambiental de la ciudad de Nueva York y Rohit T. Aggarwala.

Publicaron este pasado lunes 17 de abril el primer inventario integrado de gases de efecto invernadero de la ciudad que incorpora las emisiones de la producción y el consumo de alimentos, estas emisiones representan el 20% de las emisiones totales de la ciudad de Nueva York la tercera fuente más grande detrás de los edificios que es un 33% y el transporte un 22%. (La triada perfecta de la masonería 11/22/33, 33-22=11 y del Skull and Bones 322)

Este inventario desarrollado por gente muy experta en todo esto del cambio por la oficina de Justicia climática y Ambiental de la alcaldía incluye las emisiones involucradas en la producción de bienes y servicios que consumen los neoyorquinos, ya sea que la producción ocurra en la ciudad de Nueva York o no.

La Ciudad de Nueva York ha medido las emisiones de toda la ciudad desde 2005, pero esta es la primera vez que la ciudad incluye las emisiones del consumo de los hogares. Estas emisiones fueron modeladas por Eco-Data-Labs como parte de un proyecto en curso coordinado por C40 (C40 principal promotora de las ciudades de 15 minutos) que está trabajando con ciudades para identificar indicadores de consumo urbano para la acción y medición climática basada en datos.

La relación entre lo que comemos y su efecto sobre el cambio climático y el medio ambiente es conocida”, dijo Kizzy Charles-Guzmán, directora ejecutiva del MOCEJ. “Con transparencia y una política audaz para reducir las emisiones relacionadas con los alimentos, Nueva York está ayudando a sus residentes y al mundo a comprender el poder que puede tener el cambio de comportamiento para lograr nuestros objetivos climáticos”. (El inventario integrado se puede encontrar en el sitio web del MOCEJ.)

En respuesta a este inventario que ha dejado al alcalde de Nueva York con los ojos salidos hacia afuera, el hombre está directamente muy muy conmovido, ha dicho que lo siente mucho pero que en esa ciudad, en la ciudad de Nueva York la gente tendrá que dejar de consumir carne y otros productos porque hay que luchar desde ya contra el cambio climático.

Sus palabras fueron:

La ciudad de Nueva York es líder mundial en lo que respecta a la lucha contra el cambio climático por lo que no voy a permitir que la gente se extralimite comiendo carne y otros productos que contaminan porque estamos usando todas las opciones del menú en nuestra lucha Y eso también incluye cambiar nuestros menús por ejemplo los niños pequeños en las escuelas públicas no necesitan tanta carne así que desde ya lo que sí incluiremos en estos menús será comida vegana muchas verduras muchas lentejas y muchas legumbres

Este nuevo informe de emisiones me ha dejado impactado y nos muestra que los alimentos a base de plantas son magníficos para nuestra salud física y mental y también buenos para el planeta solo tienen que mirar mi brazo y ver cómo estoy de fuerte y saludable llevo ya tres años siendo vegano y me encuentro perfectamente bien…”

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, paremos un poquito, lleva tres años según él comiendo plantitas y legumbres, aquí tiene que haber un error porque si mal no recuerdo, precisamente el año pasado él fue pillado en un restaurante comiéndose un magnífico Chuletón de carne real (no de laboratorio), tal vez de vaca Suiza; será que en ese momento se le olvidó que las cámaras lo estaban captando y, cuando se estaba llevando los bocados del Chuletón se quedó pálido, prácticamente se volvió por un momento blanco, continuemos…

… “Ya hemos logrado grandes avances en la reducción de nuestras emisiones de alimentos al liderar con comidas a base de plantas en todos nuestros hospitales públicos y además por haber introducido los viernes alimentos con plantas en nuestras escuelas públicas ( le habrá copiado al “obispo católico” ingles que recomendó no comer carne los viernes, no por devoción católica sino para ayudar al cambio climático) pero quiero ir más allá, la forma en que comemos impacta todo y ahora vamos a hacer mucho más para que nuestro planeta vaya mejor, la ciudad de Nueva York implementará dentro de muy poco un plan muy impactante que le pido a la gente desde aquí que vayan pensando que comer carne va a ser algo limitado

Veremos qué es lo que viene para los neoyorkinos.

Continuemos

La relación entre lo que comemos y su efecto sobre el cambio climático y el medio ambiente es algo directo, muestra una gran proporcionalidad por lo que les pido y repito encarecidamente a todos los neoyorkinos que tendrán que hacer un tremendo esfuerzo, dejar los sirlones y las hamburguesas y empezar a comer como yo, prácticamente les estoy pidiendo que se conviertan al veganismo porque es el único modo de poder luchar contra el gran cambio que está azotando no solo a Nueva York sino al mundo entero, el cambio climático ha llegado a un punto de inflexión crítico que nos afecta a todos en particular a las comunidades de color que son más susceptibles a su impacto…”

Lo siento, pero tengo que parar aquí de nuevo, este hombre dice que el cambio ha llegado a un punto de inflexión crítico y que afecta a todos pero particularmente a las comunidades de color que son más susceptibles a su impacto, no entiendo nada, alguien me lo pueden explicar, porque a mí me está dando una cosa, me tomaré un tequilita para relajarme…

En respuesta al nuevo inventario, el alcalde Adams y la directora ejecutiva de la Oficina de Política Alimentaria (MOFP) del alcalde, Kate MacKenzie, también anunciaron que la ciudad reducirá las emisiones absolutas de carbono de las compras de alimentos en todas las agencias de la ciudad.

El plan final es empujar a la sociedad a comer bichos voluntariamente (como se aceptaron bozales y vacunas), se ha visto en los mercados de Estados Unidos la lechuga a 4,50 dólares y en Europa a 5 euros… ¡Lechugas! ¡Y la carne verdadera ni hablar!

Que esté ocurriendo esto cuesta asimilarlo.

Que tengan la maldad de poner cucarachas insectos y bichos en la alimentación humana es un delito de lesa humanidad.

Pero que haya gente estúpida que siga el juego y los coma, ya escapa a toda cordura.