PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA
Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.
En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y Basilio Méramo.
A continuación, los propios del:
DOMINGO NOVENO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Introito
He aquí que Dios me ayuda, y el Señor es el defensor de mi vida; haz recaer los males sobre mis enemigos, y dispérsalos con tu poder, Señor, protector mío. Oh Dios, sálvame en tu nombre; y líbrame con tu poder. Gloria al Padre…
Colecta
Abre, Señor, los oídos de tu misericordia a las preces de los que te suplican; y, para que les concedas lo que desean, haz que sólo pidan lo que a Ti te es grato. Por N.S.J.C.
Epístola.
(Iª de San Pablo a los Corintios, X, 6-13)
Hermanos: Estas cosas sucedieron como figuras para nosotros; a fin de que no codiciemos lo malo como ellos codiciaron. No seáis, pues, idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: “Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron para danzar.” No cometamos, pues, fornicación, como algunos de ellos la cometieron y cayeron en un solo día veintitrés mil. No tentemos, pues, al Señor, como algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. No murmuréis, pues, como algunos de ellos murmuraron y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedió a ellos en figura, y fue escrito para amonestación de nosotros, para quienes ha venido el fin de los siglos. Por tanto, el que cree estar en pie, cuide de no caer. No nos ha sobrevenido tentación que no sea humana; y Dios es fiel y no permitirá que seáis tentados sobre vuestras fuerzas, sino que aun junto a la tentación preparará la salida, para que podáis sobrellevarla.
Gradual
Señor, Señor nuestro: ¡cuán admirable es tu nombre en toda la tierra! Porque tu magnificencia se ha elevado sobre los cielos.
Aleluya.
Aleluya, aleluya. Sálvame de mis enemigos, Dios mío; y líbrame de los que se levantan contra mí. Aleluya.
Evangelio
(San Lucas, XIX, 41-47)
Y cuando estuvo cerca, viendo la ciudad, lloró sobre ella. Y dijo: “¡Ah si en este día conocieras también tú lo que sería para la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, y tus enemigos te circunvalarán con un vallado, y te cercarán en derredor y te estrecharán de todas partes; derribarán por tierra a ti, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo en que has sido visitada.” Entró en el Templo y se puso a echar a los vendedores, y les dijo: “Está escrito: «Mi casa será una casa de oración», y vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones.” Y día tras día enseñaba en el Templo.
Credo
Ofertorio.
Los juicios del Señor son rectos, y alegran los corazones, y sus juicios son más dulces que la miel y el panal; por eso tu siervo los guarda.
Secreta.
Te rogamos, Señor, nos concedas que frecuentemos dignamente estos Misterios; porque, cada vez que se celebra la conmemoración de esta hostia, se renueva la obra de nuestra redención. Por N.S.J.C.
Prefacio
Prefacio de la Santísima Trinidad:
Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus. Qui cum unigenito Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personæ, sed in unius Trinitate substantiæ. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione veræ, sempiternæque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur æqualitas. Quam laudant Angeli atque Archangeli, Cherubim quoque ac Seraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes
Sanctus Sanctus Sanctus…
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, oh Señor santo, Padre todopoderoso y eterno Dios. Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tú revelado, acerca de tu gloria, lo creemos igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro
Sanctus Sanctus Sanctus…
Comunión.
El que come mi carne, y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
Poscomunión.
Te rogamos, Señor, hagas que la recepción de tu Sacramento nos limpie de nuestros pecados y nos una a Ti. Por N.S.J.C.