PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA
Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.
En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y Basilio Méramo.
A continuación, los propios del:
DOMINGO SÉPTIMO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Introito
Todas las gentes, aplaudid con las manos; vitoread a Dios con voz de exultación. Porque el Señor es excelso terrible; es el Rey grande sobre toda la tierra. Gloria al Padre…
Colecta
Oh Dios, cuya providencia no se engaña en sus disposiciones, te suplicamos humildemente que apartes todo lo que nos sea dañino, y nos concedas todo lo que pueda sernos provechoso. Por N.S.J.C.
Epístola.
(San Pablo a los Romanos, VI, 19-23)
Hermanos: Hablo como suelen hablar los hombres, a causa de la flaqueza de vuestra carne. Porque así como para iniquidad entregasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, así ahora entregad vuestros miembros como siervos a la justicia para la santificación. En efecto, cuando erais esclavos del pecado estabais independizados en cuanto a la justicia. ¿Qué fruto lograbais entonces de aquellas cosas de que ahora os avergonzáis, puesto que su fin es la muerte? Mas ahora, libertados del pecado, y hechos siervos para Dios, tenéis vuestro fruto en la santificación y como fin la vida eterna. Porque el salario del pecado es la muerte, mas la gracia de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Gradual
Venid, hijos, oídme; os enseñaré el temor del Señor. Acercaos a Él, y seréis iluminados; y vuestros rostros no serán confundidos.
Aleluya.
Aleluya, aleluya. Aplaudid todas las naciones, aplaudid con las manos; cantad a Dios con voz de exultación. Aleluya.
Evangelio
(San Mateo, VII, 15-21)
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Guardaos de los falsos profetas, los cuales vienen a vosotros disfrazados de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces. Los conoceréis por sus frutos. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Asimismo todo árbol bueno da frutos buenos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede llevar frutos malos, ni un árbol malo frutos buenos. Todo árbol que no produce buen fruto, es cortado y echado al fuego. De modo que por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: “Señor, Señor», entrará en el reino de los Cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre celestial, ése es el que entrará en el reino de los Cielos.
Ofertorio.
Como los holocaustos de carneros y toros, y como los sacrificios de miles de gordos corderos, así aparezca hoy en tu presencia nuestro sacrificio, para que te agrade; porque no hay confusión para los que confían en Ti, Señor.
Secreta.
Oh Dios, que pusiste fin a la diferencia de las hostias legales con la perfección de un solo sacrificio; acepta el sacrificio ofrecido por tus devotos siervos, y santifícalo con la misma bendición con que santificaste los presentes de Abel; para que, lo que te ha ofrecido cada cual en honor de tu majestad, aproveche a todos para su salvación. Por N.S.J.C.
Prefacio
Prefacio de la Santísima Trinidad:
Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus. Qui cum unigenito Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personæ, sed in unius Trinitate substantiæ. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione veræ, sempiternæque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur æqualitas. Quam laudant Angeli atque Archangeli, Cherubim quoque ac Seraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes
Sanctus Sanctus Sanctus…
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, oh Señor santo, Padre todopoderoso y eterno Dios. Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tú revelado, acerca de tu gloria, lo creemos igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro
Sanctus Sanctus Sanctus…
Comunión.
Inclina tu oído; apresúrate a liberarme.
Poscomunión.
Haz, Señor, que tu medicinal operación nos libre clemente de nuestras perversidades, y nos lleve a las cosas rectas. Por N.S.J.C.
Introito