NOVENA EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN – DÍA 8

NTRA SEÑORA DEL CARMEN

 

Por la señal, etc…

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío; por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; propongo firmemente de nunca más pecar, de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, de confesarme y de cumplir la penitencia que me fuere impuesta; ofrezcoós mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosa sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amen.

Oración para empezar todos los días

¡Oh Virgen María, Madre de Dios y de los pecadores! Especial protectora de los que visten tu Sagrado Escapulario, te suplico por lo que Su Majestad te ha engrandecido escogiéndote para verdadera Madre suya, me alcances de tu querido Hijo Jesús el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones, y lo que en esta Novena especialmente te pido, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de tu intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los Ángeles, Santos y Justos para alabarte dignamente; y uniendo con sus afectos mis voces, te saludo una y mil veces diciendo: Ave María, gratia plena, etc…

DÍA OCTAVO

¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima! Que ofreciste tu especial asistencia en la hora de la muerte a los que devotamente visten tu Sagrado Escapulario, para que logren, por medio de la verdadera penitencia, salir de esta vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno.

Ruégote, Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera y perfecta penitencia y contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y deseo de verle y gozarle para que mi alma no se pierda ni condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria y al presente consiga de Su Divina Majestad lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Ave María, gratia plena, etc…

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

A Vos acudo, Emperatriz misericordiosa, suplicando os dignéis aceptar estos siete Pater Noster, Ave y Gloria, que con la intención de ganar las indulgencias concedidas al Santo Escapulario, os ofrezco en esta novena. Amen.

(7 Pater Noster, 7 Ave María y 7 Gloria Patri).