PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA
Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.
En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y Basilio Méramo.
A continuación, los propios del:
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
El Espíritu del Señor llenó el orbe de la tierra, aleluya: y, el que lo contiene todo, comprende todo lo que se dice, aleluya, aleluya, aleluya. Levántese Dios, y sean disipados sus enemigos; y huyan de su presencia los que lo odiaron. Gloria al Padre…
Colecta
Oh Dios, que en este día instruiste los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo: haz que saboreemos en el mismo Espíritu las cosas rectas, y que nos alegremos siempre de su consuelo. Por N.S.J.C.…
Epístola.
(Hechos de los Apóstoles, II, 1-11)
Al cumplirse el día de Pentecostés, se hallaban todos juntos en el mismo lugar, cuando de repente sobrevino del cielo un ruido como de viento que soplaba con ímpetu, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas divididas, como de fuego, posándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron entonces llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, tal como el Espíritu les daba que hablasen. Habitaban en Jerusalén judíos, hombres piadosos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse ese ruido, acudieron muchas gentes y quedaron confundidas, por cuanto cada uno los oía hablar en su propio idioma. Se pasmaban, pues, todos, y se asombraban diciéndose: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo es, pues, que los oímos cada uno en nuestra propia lengua en que hemos nacido? Partos, medos, elamitas y los que habitan la Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y el Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las partes de la Libia por la región de Cirene, y los romanos que viven aquí, así judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Aleluya.
Aleluya, aleluya. Envía tu Espíritu y serán creados, y renovarás la faz de la tierra. Aleluya. (Aquí se arrodillan todos) Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Secuencia
Veni, Sancte Spiritus,
Et emitte caelitus
Lucis tuae radium.
Veni, pater pauperum,
Veni, dator munerum,
Veni, lumen cordium.
Consolator optime,
Dulcis hospes animae,
Dulce refrigerium.
In labore requies,
In aestu temperies,
In fletu solatium.
O lux beatissima,
Reple cordis intima
Tuorum fidelium.
Sine tuo numine
Nihil est in homine,
Nihil est innoxium.
Lava quod est sordidum,
Riga quod est aridum,
Sana quod est saucium.
Flecte quod est rigidum,
Fove quod est frigidum,
Rege quod est devium.
Da tuis fidelibus
In te confidentibus
Sacrum septenarium.
Da virtutis meritum,
Da salutis exitum,
Da perenne gaudium.
Amen. Alleluia.
Ven Espíritu Santo
y desde el cielo
envía un rayo de tu luz.
Ven padre de los pobres,
ven dador de las gracias,
ven luz de los corazones.
Consolador óptimo,
dulce huésped del alma,
dulce refrigerio.
Descanso en el trabajo,
en el ardor tranquilidad,
consuelo en el llanto.
Oh luz santísima:
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea inocente.
Lava lo que está manchado,
riega lo que es árido,
cura lo que está enfermo.
Doblega lo que es rígido,
calienta lo que es frío,
dirige lo que está extraviado.
Concede a tus fieles
que en Ti confían,
tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales el eterno gozo.
Amén, Aleluya.
Evangelio
(San Juan, XIV, 23-31):
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Si alguien me ama, observará mis palabras, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada cerca de él; el que no me ama, no observa mis palabras. Y las palabras que habéis oído no son mías, sino de Aquel que me envió, del Padre. Os he dicho esto, permaneciendo a vuestro lado. Mas el Espíritu Santo Paráclito, que enviará el Padre en nombre mío, os enseñará todo y os sugerirá todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, ni se asuste. Ya me habéis oído deciros: Voy, y vuelvo a vosotros. Si me amarais, os alegraríais ciertamente, porque voy al Padre: porque el Padre es mayor que yo. Y os lo he dicho ahora, antes de que suceda para que, cuando hubiere sucedido, creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros. Porque viene el príncipe de este mundo, y no tiene nada en Mí. Mas espera que conozca el mundo que amó al Padre, y, como me lo mandó el Padre, así obro.
Ofertorio.
Confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros desde tu templo, que está en Jerusalén; los reyes te ofrecerán dones, aleluya.
Secreta.
Te rogamos, Señor, santifiques los dones ofrecidos; y purifica nuestros corazones con la iluminación del Espíritu Santo. Por N.S.J.C.…
Prefacio de Pentecostés:
Dícese desde la Vigilia de Pentecostés hasta el Sábado de la Octava.
Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus, per Christum Dominum nostrum.
Qui ascendes super omnes cælos, sedensque ad dexteram tuam, promissum Spiritum Sanctum (hodierna die) in filios adoptionis effudit.
Quapropter profusis gaudiis, totus in orbe terrarum mundus exsultat. Sed et supernæ Virtutes, atque angelicæ Potestates, hymnum gloriæ tuæ concinunt, sine fine dicentes.
Sanctus Sanctus Sanctus…
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, el darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, por Jesucristo Nuestro Señor.
Quién, subiendo a lo más alto de los cielos y estando sentado a tu diestra, derramó (en este día) sobre los hijos de adopción el Espíritu Santo prometido.
Por lo cual el mundo entero hoy se regocija con indecibles alegrías. Y aun las Virtudes del cielo y las potestades angélicas cantan un cántico a tu gloria, diciendo sin cesar.
Sanctus Sanctus Sanctus…
Comunión.
Sobrevino de pronto un ruido del cielo, como de viento impetuoso, donde estaban sentados, aleluya; y fueron todos llenos del Espíritu Santo, hablando las maravillas de Dios, aleluya, aleluya.
Poscomunión.
Haz, Señor, que la infusión del Espíritu Santo purifique nuestros corazones y los fecunde con la íntima aspersión de su rocío. Por N.S.J.C.…