PARA SANTIFICAR EL DOMINGO-QUINCUAGÉSIMA

PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA

Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.

En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y  Basilio Méramo.

A continuación, los propios del:

DOMINGO DE QUINCUAGÉSIMA

Quincuagésima

Introito

Sé para mí un Dios protector y un alcázar de refugio para ponerme a salvo; porque Tú eres mi fortaleza y mi asilo; y en atención a tu Nombre será mi guía y me sustentaré. Oh Señor, en Ti tengo puesta mi esperanza; no seré para siempre confundido; sálvame, pues eres justo, y libérame. Gloria al Padre…

Colecta

Te rogamos, Señor, atiendas nuestras súplicas según tu misericordia, y, libres de los lazos de nuestros pecados, presérvanos de toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesucristo…

Epístola.

(de la Iª Carta de San Pablo a los Corintios, XIII, 1-13): Hermanos, aunque yo hable la lengua de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena címbalo que retiñe. Y aunque tenga el don de profecía, y sepa todos los misterios, y toda la ciencia, y tenga toda la fe en forma que traslade montañas, si no tengo caridad, nada soy. Y si repartiese mi hacienda toda, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, mas no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente; la caridad es benigna, sin envidia; la caridad no es jactanciosa, no se engríe; no hace nada que no sea conveniente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal; no se regocija en la injusticia, antes se regocija con la verdad; todo lo sobrelleva, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. La caridad nunca se acaba; en cambio, las profecías terminarán, las lenguas cesarán, la ciencia tendrá su fin. Porque sólo en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando llegue lo perfecto, entonces lo parcial se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; mas cuando llegué a ser hombre, me deshice de las cosas de niño. Porque ahora miramos en un enigma, a través de un espejo; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, entonces conoceré plenamente de la manera en que también fui conocido. Al presente permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; mas la mayor de ellas es la caridad.

Gradual.

Tú eres el Dios que obra prodigios; hiciste conocer a la naciones tu poder. Con tu brazo liberaste a tu pueblo, a los hijos de Israel y José.

Tracto

Moradores todos de la tierra, cantad con júbilo las alabanzas de Dios; servid al Señor con alegría. Venid llenos de alborozo a presentarse ante su acatamiento. Sabed que el Señor es el único Dios. Él es el que nos hizo, y no nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su aprisco.

Evangelio

(San Lucas, XVIII, 31-43):

En aquel tiempo: tomó Jesús aparte a los doce, y les dijo: Mirad, vamos a Jerusalén y serán cumplidas todas las cosas que escribieron los profetas del Hijo del hombre. Porque será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y azotado, y escupido. Y después que le azotaren le quitarán la vida, y resucitará al tercer día. Mas ellos no entendieron nada de esto, y esta palabra les era escondida y no entendían lo que les decía. Y aconteció, que acercándose a Jericó estaba un ciego sentado cerca del camino pidiendo limosna. Y cuando oyó el tropel de la gente que pasaba, preguntó qué era aquello. Y le dijeron que pasaba Jesús Nazareno. Y dijo a voces: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. Los que iban delante le reñían para que callase. Mas él gritaba mucho más: Hijo de David, ten misericordia de mí. Y Jesús parándose, mandó que se lo trajesen. Y cuando estuvo cerca le preguntó, diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él respondió: Señor, que vea. Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha hecho salvo. Y luego vio, y le seguía glorificando a Dios. Y cuando vio todo esto el pueblo, alabó a Dios.

Ofertorio

Bendito eres Tú, Señor; enséñame tus preceptos. Han anunciado mis labios todos los oráculos que han salido de tu boca.

Secreta.

Haz, Señor, que esta Hostia limpie nuestros pecados, y santifique los cuerpos y las almas de tus siervos para que podamos celebrar dignamente este sacrificio. Por Nuestro Señor Jesucristo…

Comunión.

Comieron y se hartaron; les concedió el Señor su deseo; no quedaron frustrados sus deseos.

Poscomunión.

Te rogamos, Dios Todopoderoso, hagas que, habiendo recibido el alimento celestial, éste nos fortifique contra toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesucristo…

Introito

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Gradual

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Tracto 

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Ofertorio

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Comunión

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