JORGE DORÉ: POESIA

Así sea

Que sea mi oración breve y profunda.
Que sea mi intención limpia y sincera.
Que esté mi corazón firme y dispuesto
a buscarte, Señor, sin reticencia.

Que sea mi razón un noble faro
capaz de iluminar otras conciencias
y que se abra mi espíritu a tu gracia
como incipiente flor en primavera.

Que abrazado a tus pies, no me derrumbe
cuando mi barca enfrente la tormenta.
Que jamás me conquiste la desidia
ni llegue a seducirme la tibieza.

Que ni mi sal se vuelva desabrida
ni mi antorcha fluctúe en las tinieblas.
Que el afecto hacia el prójimo me torne
manantial de bondad y de indulgencias.

Que mi docilidad a tus mandatos
sea en mi vida fervorosa regla
y que siempre retorne agradecido
cada vez que me sanes de mi lepra.

Que mi anhelo por ti jamás se extinga.
Que mi amor por tu cruz y por tu Iglesia
sea como bandera desplegada
en reconocimiento a tu grandeza. 

Eso pido, Señor, humildemente.
Y que a la hora de sacar tus cuentas
me sumes a las filas de tus hijos
que habrán de compartir tu gloria eterna.