PARA SANTIFICAR EL DOMINGO- DOMINGO DE PASIÓN

PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA

Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.

En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y  Basilio Méramo.

A continuación, los propios del:

DOMINGO DE PASIÓN

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Introito

Júzgame Tú, oh Dios, y separa mi causa de la de un pueblo no santo; líbrame del hombre inicuo y falaz: porque Tú eres mi Dios y mi fortaleza. Envía tu luz, y tu verdad: ellas me guiarán y conducirán hasta tu santo monte, y hasta tus tabernáculos. (No se dice Gloria Patri, sino Júzgame Tú…).

Colecta

Te suplicamos, oh Dios omnipotente, mires propicio a tu Familia: para que, con tu ayuda, sea regida en el cuerpo y, con tu protección, sea custodiada en el alma. Por el Señor…

Epístola.

(De la Carta del Apóstol San Pablo a los Hebreos, IX, 11-15): Hermanos: Cristo, Sumo Pontífice de los bienes venideros, entró en un tabernáculo más amplio y más perfecto, no hecho de manos, es decir, no de esta creación; por la virtud de su propia sangre, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, entró una vez para siempre en el Santuario, después de haber obtenido redención eterna. Porque si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de la vaca santifica con su aspersión a los inmundos y los purifica en la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, que por su Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mácula a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis a Dios vivo? Por esto Él es mediador de un pacto nuevo a fin de que, una vez realizada su muerte para la redención de las transgresiones cometidas durante el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna en Jesucristo, Nuestro Señor.

Gradual.

 Líbrame, Señor, de mis enemigos: enséñame a cumplir la voluntad. Tú, Señor, que me has librado de las gentes iracundas, me exaltarás sobre los que se levanten contra Mí: me librarás del hombre inicuo.

Tracto

Mucho me han angustiado desde mi juventud. Dígalo ahora Israel: mucho me han angustiado desde mi juventud. Mas no prevalecieron contra Mí: sobre mis espaldas araron los pecadores. Prolongaron sus iniquidades: pero el Señor cortó las cervices de los pecadores.

Evangelio

(San Juan, VIII, 46-59)

En aquel tiempo decía Jesús a las turbas de los judíos: “¿Quién de vosotros me argüirá de pecado? Y entonces, si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; por eso no la escucháis vosotros, porque no sois de Dios.” A lo cual los judíos respondieron diciéndole: “¿No tenemos razón, en decir que Tú eres un samaritano y un endemoniado?” Jesús repuso: “Yo no soy un endemoniado, sino que honro a mi Padre, y vosotros me estáis ultrajando. Mas Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzgará. En verdad, en verdad, os digo, si alguno guardare mi palabra, no verá jamás la muerte”. Le respondieron los judíos: “Ahora sabemos que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también; y tú dices: alguno guardare mi palabra no gustará jamás la muerte. ¿Eres tú, pues, más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Y los profetas también murieron: ¿quién te haces a Ti mismo?” Jesús respondió: “Si Yo me glorifico a Mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es quien me glorifica: Aquel de quien vosotros decís que es vuestro Dios; mas vosotros no lo conocéis. Yo sí que lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería mentiroso como vosotros, pero lo conozco y conservo su palabra. Abraham, vuestro padre, exultó por ver mi día: y lo vio y se llenó de gozo”. Le dijeron, pues, los judíos: “No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?” Les dijo Jesús: “En verdad, en verdad os digo: Antes que Abraham existiera, Yo soy”. Entonces tomaron piedras para arrojarlas sobre Él. Pero Jesús se ocultó y salió del Templo..

Ofertorio

Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; retribuye a tu siervo: viva yo, y guarde tus palabras: vivifícame, según tu palabra, Señor.

Secreta.

Rogámoste, Señor, que estas ofrendas, no solo nos absuelvan de la malicia de nuestros pecados, sino que además nos granjeen los dones de tu misericordia

Prefacio

PREFACIO DE CUARESMA

Dícese desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pasión, en todas las Misas del Tiempo, de las Fiestas y de las Vigilias, salvo que haya un Prefacio propio.

Latín

Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus: Qui corporali jejunio vitia comprimis, mentem elevas, virtutem largiris, et præmia: per Christum Dominum nostrum. Per quem majestatem tuam laudant Angeli, adorant Dominationes, tremunt Potestates. Cæli, Cælorumque Virtutes, ac beata Seraphim, socia exsultatione concelebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admitti jubeas, deprecamur, supplici confessione dicentes:

Castellano

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que en todo tiempo y lugar te demos gracias, Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno. Que por el ayuno corporal domas nuestras pasiones, elevas el espíritu, nos das la virtud y el premio, por Jesucristo Nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, las Dominaciones la adoran, tiemblan las Potestades; los Cielos y la Virtudes de los cielos, y los bienaventurados Serafines la celebran con recíproca alegría. Te rogamos que, con sus alabanzas, recibas también las nuestras, cuando te decimos con humilde confesión:

Comunión.

Este es el Cuerpo, que será entregado por vosotros: este Cáliz es el Nuevo Testamento en mi Sangre, dice el Señor: haced esto en conmemoración mía cuantas veces lo tomareis.

Poscomunión.

Asístenos, Señor, Dios nuestro: y, a los que has recreado con tus Misterios, defiéndelos con tu perpetuo socorro. Por el Señor…