PADRE LEONARDO CASTELLANI: CRISTO, ¿VUELVE O NO VUELVE?

Conservando los restos

A los fieles de los países del Plata,
previniéndolos de la próxima gran tribulación,
desde mi destierro, ignominia y noche oscura.

Leonardo Castellani, Captivus Christi, 1946-1951

SECCIÓN TERCERA

EL ADVENIMIENTO

17.- CONJETURA EXEGÉTICA

Siendo esto así, se podría conjeturar para un futuro próximo:

1. La reunión de los judíos en un solo cuerpo nacional, la reconstitución del Reino de Israel en su solar propio, condición previa de su conversión en masa a Cristo. Mirarán a Aquel que enclavaron.

2. La concentración rápida del poder económico-político (totalitarismo capitalista) en pocas manos y la formación de grandes grupos internacionales, precursores de un Imperio Universal Anticristiano, o Primera Bestia; como esta Panamérica que nos están por regalar ahora con las Actas de Chapultepec (Escrito en 1945).

3. La persecución de Juliano, la formación de una religión falsa parecida a la cristiana, obra del Pseudoprofeta o Segunda Bestia, que puede ser un Antipapa, o un gran genio religioso, o simplemente la Masonería o el Socialismo.

Ya existen partidos socialistas cristianos, incluso en Italia. «Ed ha mutato l’aquilla in acceggia / e in segno di fazione il Crocifisso / sicché se con se stessa ofende e aspreggia”, dice Papini («Y el águila ha mudado en gallineta / y en signo de facción el Crucifijo / partida y destrozándose irrequieta“).

4. La persecución de Nerón, o sea la opresión jurídica, encarcelamiento, juicios norimberguianos, matanzas y fusilamientos de los que no tengan el signo de la Bestia en la frente (profesión de fe apostática) y en las manos —quizá monedas con inscripciones sacrílegas, como parece pasó en tiempo de Nerón.

5. La persecución de Diocleciano, o sea la opresión económica de los fieles a Cristo, los cuales no podrán comprar, ni vender, ni comerciar, atajados por listas negras sometidas a un control mundial.

6. La aparición de los dos testigos que lucharán con el Anticristo con poder divino, quizá el jefe de los cristianos viejos (Enoch) y el jefe de los judíos conversos (Elías) —quizá el último Papa y el último Vicerrey de Israel que habrán de ser martirizados.

7. La derrota de los santos en todas partes, en medio de una universal apostasía, porque «cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿creéis vosotros que va a encontrar fe en la tierra?” (Lucas XVIII, 8).

8. Un breve período de paz internacional, de horrenda paz de terror y de injusticia, presidida por el Emperador Laico del Universo, el Anticristo.

Enrique Larreta teologiza en La Nación del 18 de noviembre de 1945 acerca de la bomba atómica, diciendo que, gracias a la “inspiración cristiana» del Presidente Truman, la bomba atómica será el instrumento que traerá al mundo “la paz eterna”.

¡Ojalá sea cierto! Pero probablemente la bomba atómica constituye el instrumento técnico de la unificación del mundo por el terror, al mismo tiempo que el partido socialista cristiano representa el instrumento técnico de la unificación del mundo por la mentira. Los dos elementos constituyen, según las profecías, la argamasa del Gran Emperador Laico y el retiro del misterioso Obstáculo.

A no ser que una gran reacción de la Cristiandad (la “conversión de Europa» que esperan Belloc, Dawson, Meinvielle) con un gran triunfo de la Iglesia (esperado por grandes teólogos, como Holzhauser y Billot) abran una última edad de oro al mundo antes de su fin (la Iglesia de Filadelfia o Amor de Hermanos) y aplacen el tiempo de la última Iglesia (la Iglesia de Laodicea, o Juicio de los Pueblos).

Todo esto no está dado, por supuesto, como cosa de fe o previsión cierta, sino como interpretación privada, lícita a todo cristiano; y más si ejerce oficio de doctor sacro.