PARA AQUELLOS QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE ASISTIR A LA SANTA MISA
Recordamos a nuestros queridos lectores la posibilidad santificar el día Domingo a través de Nuestro Blog.
En la parte superior del mismo se encuentra una pestaña o página donde están los diferentes medios para realizar la Santificación del Día Domingo o Fiestas de Precepto, además de contar con los Sermones de los Queridos Padres: Juan Carlos Ceriani y Basilio Méramo.
A continuación, los propios del:
DOMINGO DÉCIMO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Introito
Cuando clamé al Señor, escuchó mi voz contra los que me persiguen; y los humilló el que es antes de los siglos, y permanece para siempre; deposita tu preocupación en el Señor, y Él te nutrirá. Oye, oh Dios, mi oración, y no desprecies mi súplica; atiéndeme, y óyeme. Gloria al Padre…
Colecta
Oh Dios, que manifiestas tu omnipotencia principalmente perdonando y usando de clemencia, multiplica sobre nosotros tu misericordia, para que, corriendo hacia tus promesas, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por N.S.J.C.
Epístola.
(Iª de San Pablo a los Corintios, XII, 2-11)
Bien sabéis que cuando erais gentiles se os arrastraba de cualquier modo en pos de los ídolos mudos. Os hago saber, pues, que nadie que hable en el Espíritu de Dios, dice: “anatema sea Jesús”; y ninguno puede exclamar: “Jesús es el Señor”, si no es en Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, mas el Espíritu es uno mismo, y hay diversidad de ministerios, mas el Señor es uno mismo; y hay diversidad de operaciones, mas el mismo Dios es el que las obra todas ellas en todos. A cada uno, empero, se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común. Porque a uno, por medio del Espíritu, se le otorga palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismo Espíritu; a otro, en el mismo Espíritu, fe; a otro, dones de curaciones, en el único Espíritu; a otro, operaciones de milagros; a otro, profecía; a otro, discreción de espíritus; a otro, variedad de lenguas; a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las obra el mismo y único Espíritu, repartiendo a cada cual según quiere.
Gradual
Guárdame, Señor, como a la niña de tu ojo; protégeme bajo la sombra de tus alas. Que tu boca falle en mi favor; vean tus ojos la equidad.
Aleluya.
Aleluya, aleluya. A Ti, oh Dios, conviene el himno en Sión; y a Ti se harán votos en Jerusalén. Aleluya
Evangelio
(San Lucas, XVIII, 9-14)
Para algunos, los que estaban persuadidos en sí mismos de su propia justicia, y que tenían en nada a los demás, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al Templo a orar, el uno fariseo, el otro publicano. El fariseo, erguido, oraba en su corazón de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias de que no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros; ni como el publicano ése. Ayuno dos veces en la semana y doy el diezmo de todo cuanto poseo”. El publicano, por su parte, quedándose a la distancia, no osaba ni aun levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh Dios, compadécete de mí, el pecador”. Os digo: éste bajó a su casa justificado, mas no el otro; porque el que se eleva, será abajado; y el que se abaja, será elevado.
Credo
Ofertorio.
A Ti, Señor, elevo mi alma; en Ti confío, Dios mío, no sea yo avergonzado; ni se burlen de mí mis enemigos; porque todos los que esperan en Ti no serán confundidos.
Secreta.
Recibe, Señor, estos sacrificios a Ti dedicados, los cuales hiciste que fueran ofrecidos de tal modo en honor de tu nombre, que sirviesen al mismo tiempo de remedio nuestro. Por N.S.J.C.
Prefacio
Prefacio de la Santísima Trinidad:
Vere dignum et justum est, æquum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, æterne Deus. Qui cum unigenito Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personæ, sed in unius Trinitate substantiæ. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione veræ, sempiternæque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur æqualitas. Quam laudant Angeli atque Archangeli, Cherubim quoque ac Seraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes
Sanctus Sanctus Sanctus…
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, oh Señor santo, Padre todopoderoso y eterno Dios. Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tú revelado, acerca de tu gloria, lo creemos igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro
Sanctus Sanctus Sanctus…
Comunión.
Aceptarás, Señor, sobre tu altar el sacrificio de justicia, las oblaciones, y los holocaustos.
Poscomunión.
Te rogamos, Señor, Dios nuestro, que no prives benigno de tus auxilios a los que no cesas de reparar con tus divinos Sacramentos. Por N.S.J.C.