CONTEMPLATIVOS EN ACCIÓN
Expectación
¡Cada vez más infamia y menos luz!
¿Hasta dónde, Señor, descenderemos?
¿A qué niveles de maldad y absurdo
llegará el hombre prepotente y necio?
¿Qué grado de irredentas perversiones
lo impulsa a sumergirse en aguas negras
buscando consagrarse en un bautismo
capaz de hacer pedazos las estrellas?
Nos tizna la negrura de las obras
de aquellos que rechazan Tu llamada
y hostiles a pináculos y altares
anhelan suprimirte del mañana.
No cuentan ya la fe ni el sano juicio,
ni Dios, ni lo objetivo, ni la ciencia.
El sentimiento es el motor que hoy guía
las ciegas multitudes de la Tierra.
Luchamos sin cesar contra legiones
de irredimibles y luciferinos
ejércitos de sombras que devoran
las almas destinadas a tu olvido.
Pero ¿qué es un cristiano sin escollos
que enfrentar, cuando Cristo abrió los cielos
a golpes de humildad y sacrificio,
a punta de obediencia y de flagelo?
¡Bendice, Padre santo, nuestro amargo
peregrinaje bajo la tormenta
mientras se abre el telón del Anticristo
hasta que Tu hijo, finalmente, vuelva!