PADRE LEONARDO CASTELLANI: EL LIBRO DE LAS ORACIONES

Conservando los restos

EL LIBRO DE LAS ORACIONES

Parte Segunda: Las Oraciones

DIOS

Días de tedio inerte y de derrota

y de la frente hundida y pies en fango

en que agobiada la conciencia apenas

puede sufrir a Dios más bien que amarlo.

***

Ay esperanza, que te fuiste lejos

y el hilo en que me tienes es delgado

suspendido -¿hasta cuándo?- tenazmente

sobre el abierto vórtice… ¿Hasta cuándo?

***

Saber lo que es morir y lo que sienten

el leproso, la coima y el forzado…

Quizá Dios quiera que mañana sirva

mi experiencia del potro y del ergástulo.

***

Pero entretanto sobre mí el inmenso

decaimiento del que pugna en vano

desolación de ser muy débil para

o matar el deseo o realizarlo.

***/

Mas Dios es grande y mis caminos locos

quien los permite puede enderezarlos

y yo no sé por dónde; pero un día

en Él darán por un portillo arcano.

***

Mas Dios es Dios, y a mí me falta todo

porque me falta el solo necesario

y no me falta nada más que el único,

y lo imposible, inútil, sobrehumano.

***

Y la fe oscura dice: «Pero ¿cómo?»

y la esperanza ansiosa: «Pero ¿cuándo?»