La falsa iglesia del anticristo
“Roma perderá la fe y se convertirá
en el asiento del Anticristo”
(Profecía de Ntra. Sra. de la Salette)
¿A dónde vas, Oh, Roma, engalanada en oro
y por dentro corrupta, reprobable y podrida?
El depósito santo de tu fe –¡tu tesoro! –
has hollado altanera. Muerta yaces en vida.
***
Roma, infiel y renuente a la luz y a la gracia,
depravada y lacaya de un poder terrenal,
que a tus fieles conduces a la eterna desgracia
con tu mucho de humo y tu poco de sal.
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Guarida de inmundicias, intrigas, anatemas,
contumaz herejía y de abominaciones,
maestra de enseñanzas profanas y blasfemas
que arrastran al abismo a tantos corazones.
***
Tu tiempo tiene un tiempo para la ira divina,
que habrá de sorprenderte como un ladrón de noche.
Puesto que el cielo asola todo lo que abomina
se avecina la hora de tu eterno reproche.
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¿A qué maestro sigues? ¿De qué hermética fuente
obtienes tus principios apóstatas e inmundos?
Eres tósigo y ruina para el alma inocente
que engañas con rituales odiosos e infecundos.
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Marchas contracorriente de la Verdad, impura,
fingiendo ser la novia de un Cristo desleído
al que has vuelto en tus manos la actual caricatura
de un Dios al que degradas y empujas al olvido.
***
Tu avieso magisterio es un campo minado
donde el error se trenza con la ortodoxia y deja
al fiel que en ti confía, a oscuras y embaucado,
con la fe malograda, con el alma perpleja.
***
Hoy sientas a tu mesa a los irredimibles,
a los que en sus pecados confirmas con tu afecto
sin tratar de apartarlos de sus faltas terribles,
sin siquiera mostrarles el camino que es recto.
***
¡Qué lejos vas de Cristo y que esclava del mundo
te has vuelto! Roma, Roma… ostentosa ramera,
demoníaca farsa que exhibes un profundo
desdén por la doctrina perenne y verdadera.
***
Cada día que pasa crece más tu malicia
y más patente se hace tu hondo antagonismo
con Dios. ¡Con ese Cristo que, por santa justicia,
habrá de hacer pedazos tu espurio cristianismo!