JORGE DORÉ: POEMA – INCÓGNITA


Incógnita



Señor, ¿cómo es que Tú eres y son todas las cosas?

¿Cómo es que siempre has sido sin término, sin fin?

¿Qué son materia y tiempo? ¿Qué verdades ignotas

seremos incapaces, jamás de descubrir?



El hecho es que nacemos, crecemos y vivimos

inmersos en un cosmos en cuya inmensidad

somos cual gotas de agua de un gran mar infinito

por el que, casi a tientas, nos toca navegar.



Mientras más indagamos más se ensanchan las puertas

de un arcano universo desafiante al poder

de razones humanas que febrilmente intentan

descifrar los misterios insondables del ser.



Pero no estamos hechos para saberlo todo.

Sabiduría y ciencia no tienen paridad.

Nuestro fin verdadero, nuestro sumo tesoro

se halla oculto en la cumbre de Tu divinidad.



Por eso es que, consciente de mi miseria humana,

mis limitadas luces y el hecho de existir,

busco luz y sapiencia no en herméticas cábalas

sino en la Buena Nueva revelada por Ti.



Los bienes terrenales no me han hecho más digno,

ni he hallado en ecuaciones alivio a mi pesar,

ni un otoño de hojas de millones de libros

gastados por mis manos me ha traído la paz.



Y es que solo a Tu amparo las potencias del alma

crecen alas gigantes a través de la fe.

Como simples pabilos, requerimos la llama

de Tu gracia divina para amar y ascender.



Solo en Ti halla descanso el humano que aspira

a encontrar finalmente su razón de existir,

que es poner en Tus manos nuestras frágiles vidas

y llegar a ser parte de Tu santo redil.