P. CERIANI: DOS CUADROS TOMADOS DEL SERMÓN DEL SEXTO DOMINGO DE PENTECOSTÉS

ANTES – DURANTE – Y DESPUÉS DEL CONCILIO

El Falso Ecumenismo respecto a la Mediación de Jesucristo y a la Salvación

Ver texto del Sermón AQUÍ

Un cuadro esquemático nos ayuda a percibir la enormidad de estos desvíos heréticos:

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SÍNTESIS DOCTRINAL CATÓLICA SOBRE EL ECUMENISMO
Y
SÍNTESIS DEL ECUMENISMO CONCILIAR

 MAGISTERIO TRADICIONALLA CARICATURA
  LA UNIDAD DE LA IGLESIA  1. La unidad es una propiedad de la Iglesia de Cristo.

2. La unidad es, ha sido y será indefectible en la Iglesia Católica.
1. La unidad ha fallado en la Iglesia de Cristo: a través de los siglos, se ha quebrado la unidad de fe y la unidad de caridad.

2. La unidad es por lo tanto imperfecta: es capaz de mayor o menor perfección. Fue perfecta en los primeros siglos; se perdió tal perfección por los cismas y herejías.

3. En consecuencia, hoy no existe la unidad que Cristo quiso para su Iglesia.
            EL ECUMENISMO  1. La única unidad posible radica en el regreso de los disidentes al seno de la Iglesia Católica, culpable y desgraciadamente abandonada por ellos.

2. Pues la unidad solo puede surgir de una sola fe cristiana, de una sola ley de creer, de un solo magisterio.

3. Es imposible decir que se adhiere a Cristo, Cabeza de la Iglesia, si no se adhiere también a Su Cuerpo, la Iglesia. Y como ésta sólo es la Iglesia Católica, es imposible decirse cristiano estando fuera de ella.

4. Para lograr la unidad, no basta afirmar lo que hay de común entre católicos y disidentes. No se puede fundamentar la unidad sólo en aquellas partes de doctrina en las que haya acuerdo.

5. Para lograr la unidad, no es lícito silenciar un solo dogma.

6. Fuera de la Iglesia Católica existen valores de salvación, pero sólo por lo que conservan de la verdadera Iglesia.

7. Tres son los errores fundamentales:
a) Trastornar la constitución divina de la Iglesia, considerándola como dividida, integrada por varias comunidades o «comuniones» distintas, coincidentes sólo en algunos puntos de doctrina, cada una con los mismos derechos que las demás para ser considerada como la verdadera Iglesia de Cristo.

b) Considerar que la unidad de la Iglesia es sólo un ideal lejano. Es decir, que la Iglesia nunca ha sido y aún no es una.

c) Promover un falso concepto de unidad: una cierta comunidad de creencias y un cierto intercambio de caridad fraterna.  
A) Objetivo: “Ut unum sint”, “que todos sean uno”.

B) Medios:
1. Reconocimiento de la libertad religiosa como derecho absoluto del hombre, surgido de su naturaleza misma. Consecuentemente, rechazo de la confesionalidad del Estado.

2. Relativización de los dogmas:
a) distinción entre verdades fundamentales y no fundamentales.

b) afirmación del progreso del dogma (adquiriendo un sentido distinto al que anteriormente tenía).

c) búsqueda de un acuerdo en los dogmas fundamentales de la fe.

3. Reconocerse como « iglesias hermanas ».

C) Modo de tratar con los disidentes:
1. Exponer ante todo aquello que nos une.

2. Silenciar o posponer todo aquello que nos separa.

3. Reconocer humildemente los defectos y culpas de la Iglesia Romana.

4. Agradecer a los disidentes por permitirnos tomar conciencia de tales defectos y culpas.

5. Reconocer que el regreso de los disidentes permitirá que la Iglesia supere su imperfección actual.

D) Medidas prácticas inmediatas:
1. Aliento del diálogo, rechazo de las misiones o del proselitismo.

2. Rehabilitación de los «hermanos separados».

3. Autorización de la “communicatio in sacris”.

4. Evolución hacia una liturgia interconfesional.