Es la única colección de poesías publicadas como tal por el Padre Leonardo Castellani.
Reúne composiciones que escribió desde su partida a bordo del vapor Naboland hacia Europa, en 1946, hasta su retorno a la Patria y primer año de estadía en ella, en 1950.
Son los años más tempestuosos de su existencia. En ellos se dio el conflicto con sus superiores religiosos, que dejó honda huella en su vida y en su obra.
Oración a Santa Teresa (5)
(Génova, 16 de enero de 1947)
Hasta el alcázar de Nuestra Señora
oh Teresa, encamina mi destino
si hay fosos y un dragón en el camino
condúceme lo mismo, conductora.
Sin saber lo que es, mi alma lo añora
sin poder definirlo, lo adivino
y un algo en mí lo anuncia, como el trino
del ruiseñor, que hace nacer la aurora.
Madre de Dios, pretendo el no ordinario
favor de entrar en su lilial ambiente
y hablar contigo sin intermediario…
y magnéticamente
como un cirio en el alto lampadario
como una flor al fuego del santuario
como un pobre tizón del incensario
volverme aroma paulatinamente…

