PARA LOS QUE PREGUNTAN:¿NO VAN A PUBLICAR NADA?

¿QUÉ DICE RADIO CRISTIANDAD DESPUÉS QUE MURIÓ DECIMEJORGE?

¿Qué pasará ahora? Dentro de unas semanas, en mayo, debería ser “elegido” el sucesor de Bergoglio.

Algunos esperan algo mejor.

Por nuestra parte, no lo creemos en absoluto.

Tanto más cuanto que Decimejorge ha designado al 80% de los electores y se necesitan dos tercios de los votos para ser “elegido”.

Además, todos los votantes, al menos externamente, son seguidores del Vaticano II y de todas las detestables reformas que le siguieron.

¿Cómo podría entonces la solución venir de aquellos que lo han destruido todo y que, ante las ruinas que se acumulan y la oscuridad que se espesa, no vuelven atrás, sino que, por el contrario, presionan continuamente el acelerador?

Desde un punto de vista puramente humano, se podría incluso pensar que la situación empeorará aún más y que la noche se hará aún más profunda.

En el próximo “cónclave” ningún sacerdote habrá sido ordenado según el rito antiguo; ni ningún obispo habrá sido consagrado según el rito tradicional (el que estaba en uso antes del 18 de junio de 1968). Esto como punto de partida…

¿Hay todavía alguno en la Neo Fraternidad que se pregunta “Pero, este padre ¿Es padre?”?… En los años noventa, una simple religiosa se lo cuestionaba…

Además, el nuevo hombre de blanco, con toda probabilidad, sólo habrá conocido, a causa de su generación, la nueva misa y la iglesia conciliar y postconciliar.

A pesar de la detestable revolución que ellos lideraron e impusieron, y de la cual no se les eximirá de responsabilidad, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco habían conocido en su infancia y juventud, e incluso más allá para algunos de ellos, la Misa tradicional, los Sacramentos y el Catecismo, la Iglesia en un aparente orden.

A priori esto no será así para el próximo “ocupa” de la Sede de Pedro. Esta diferencia no es anecdótica.

Este año se celebra, de hecho, el sexagésimo aniversario del final del Vaticano II, de Nostra Aetate, de Dignitatis humanae… Ya comienza a hacerse viejo…

En apenas unas décadas lo han enturbiado todo, lo han puesto todo patas arriba, lo han arruinado todo. Sólo quedan escombros. La Iglesia está eclipsada, como anticipó Nuestra Señora…

Sólo hay que ver el actual estado de decadencia moral y espiritual de las conciencias, de las instituciones, de las naciones, de las familias, de las comunidades que un día fueron tan cristianas, incluyendo la Fraternidad Sacerdotal San Pío X…; como muestra, el botón de la vicepresidente de la Nación…

Sin duda estamos viviendo en el tiempo de la Gran Apostasía, de la que habla San Pablo.

No esperemos hoy nada de los intrusos del Vaticano porque, desde la muerte de Pío XII el 9 de octubre de 1958, Roma ya no está en Roma. “Roma perderá la fe y será la Sede del Anticristo”, dijo Nuestra Señora en La Salette, y lo retomó Monseñor Lefebvre en su sermón del día de las Consagraciones Episcopales, el 30 de junio de 1988…

Pero mantengamos la fe, la esperanza y la caridad. No dudemos, no desesperemos, a imitación de la Santísima Virgen que nunca dudó ni falló.

Estemos seguros de que esta cruel prueba, que Dios permite de manera misteriosa y a veces desconcertante, durará sólo un tiempo. Ver sermones del Padre Ceriani de los Domingos Primero y Segundo de Cuaresma pasados, sobre las Tentaciones de la Iglesia y la Transfiguración de la misma.

Además, ¿cómo podemos estar tristes y angustiados en este Tiempo de Pascua, cuando el Autor de la Vida triunfa sobre la muerte, sobre el Príncipe de este mundo, y nos abre nuevamente para siempre el Cielo, hasta entonces cerrado?

A condición de que seamos fieles a la gracia y, como los discípulos de Emaús, escuchemos a Jesucristo explicarnos las Escrituras en el camino sin tergiversarlas, y mantengamos nuestro corazón encendido con esta alegría pascual, sencilla y profunda, bella y fecunda, nada ni nadie nos la podrá quitar.