JORGE DORÉ: POESÍA – REDENCIÓN

Redención



Señor, Tú me has guiado por ásperos caminos,

por páramos desiertos e hirientes pedregales;

llevo en mi piel la huella de cardos y de espinos

y han azotado mi alma violentos temporales.



He deambulado a ciegas con la muerte en los hombros

y se han mustiado muchos de mis preciados sueños;

he trascendido montes de huesos y de escombros

y andado sobre ascuas e incandescentes leños.



Pero fiel y piadoso, Tú has estado conmigo

mientras, ciego y rebelde, yo arrastraba mi cruz.

Por tristes largos años fui mi propio enemigo:

una lámpara seca sin aceite y sin luz.



Mas Tú, terror de lobos y buen pastor de ovejas,

enderezaste el rumbo de mi peregrinar

y me libraste un día de las oscuras rejas

tras las que languidecen los que olvidan amar.



Y hoy que en tus manos pongo, Señor, toda mi vida

–ungido por tu gracia y dócil a tu ley–

te ruego que perdones cada humana caída

de este pródigo hijo que hoy retorna a tu grey.