Tras cumplirse el primer año de la desaparición física del Rvdo. Pater Basilio Meramo , queremos recordarlo como aquel gran sacerdote, aguerrido, de fuertes palabras pero de trato cariñoso, estudiado y generoso, con corazón grande como suelen tener aquellos que buscan el Reino de Dios, colaborador y amigo de los que hacemos Radio Cristiandad, sostén en momentos tristes y generoso dador de animo y fuerza para seguir en la batalla.
Algunos de sus fieles han hecho llegar a nuestras manos palabras que son corolario del paso del Padre en sus vidas espirituales.
*No te perdí mi fiel amigo…*
Yo no perdí un amigo, perdí un papá del alma,
Yo no perdí un intelectual sabiondo, perdí un maestro repleto de cariño,
Yo no perdí un bravucón para esta pecadora, perdí un amoroso consejero, duro con el pecado, noble con el pecador,
Yo no perdí a alguien que me ignoraba, perdí a ese enorme que mil veces contestaba mis llamadas y llamados de auxilio, dedicando a esta vil ignorante un sin número de horas,
Yo no perdí a un grosero, como malas lenguas se atrevieron a juzgar, perdí a uno de esos pocos hombres que quedan hoy en día, con fortaleza para acabar a los que atacan la Verdad,
Yo no perdí a un enano en hombros de gigantes, perdí a un gigante con alma de profeta,
Yo no perdí a un erudito orgulloso, perdí al más docto en teología, fe y moral,
Yo no perdí a un milenarista carnal, perdí a un fiel milenarista patrístico,
*Yo no perdí a un hombre que buscaba fieles, perdí a un grande que buscaba almas,*
Por tanto que creo que perdí, descubrí que gané,
Gané un amigo que sé que ahora ruega por su amiga sincera, cansona, pero siempre tan honesta como él, su amiga que teme y aún llora su partida, su amiga que le lloró un día antes de su adiós en esta tierra, pero con sabiduría recibió su última herencia…» No te salvarás por mí, no sigas a nadie, sino a Dios». Su amiga que sabe que el amor más grande es a Dios y que por más que parezcamos huérfanos, o con sacerdotes extraordinarios muy distantes, tiene fe que Dios y la Santísima Virgen no nos soltarán para alcanzar la salvación de nuestra alma y la de nuestras familias.
Gracias por tanto mi queridísimo Padre Basilio Méramo, espero verte en la Parusía de vuelta con Cristo Rey o en el Cielo si aún no tuviese el privilegio de ver el Reinado de nuestro Dios aquí en esta tierra.
Giuliana Jara R.
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A nuestro Sacerdote en la eternidad, un año después de su partida:
Dios nos bendijo con el privilegio de haberlo conocido, de haber contado con su presencia, de haber recibido los sacramentos de sus manos consagradas y de habernos afirmado en la Fe, gracias a su sabiduría, claridad y profundidad teológica.
Nos beneficiamos de los últimos años de su vida que generosamente dedicó al pusillus grex que lo acompañó. También recibimos su ejemplo de certeza, firmeza y coherencia; fue un modelo de amor por Dios, por Nuestra Señora y por la Verdad, anteponiéndolos a su propio bienestar. A nuestro querido Padre Basilio no le importó el costo que tuvo que asumir por defender la verdadera Religión y el legado que le dejó su principal maestro, Monseñor Lefebvre.
Ese fue el sello que imprimió en nuestros corazones y en el de muchos, durante su paso por este mundo terrenal.
¡Gracias por tanto! Padre Basilio. Gracias Dios por tu siervo consagrado. Ave María Purísima, sin pecado concebida María Santísima.
Familia Martínez Peña.
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Hoy 5 de Marzo se cumple un año de la partida de mi querido padre Basilio. Un año sin su presencia física pero sin lugar a dudas con su presencia espiritual en mi vida.
Solo queda dar gracias al cielo por todos los momentos vividos a su lado, aprendiendo y alimentando mi alma con la verdadera Fé, de la mano de un Santo y Profeta ;un gran honor haber compartido trece años de mi vida a su lado.
Padre todavía duele demasiado su partida ;pero queda el consuelo de saber que tenemos un intercesor en el cielo que ruega por sus fieles a quienes entregó su vida para que así algún día con sus enseñanzas y ejemplo de vida podamos llegar a la presencia de Nuestro Señor, a la vida eterna, a la salvación del alma.
GRACIAS padre Basilio, lo llevo en mi corazón.
Patricia Maldonado.
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Un año quizá se veía lejos, sino, a lo mejor, quizá la noticia de su deceso no se nos venía venir. Así que ya en ese mismo orden, ha pasado un primer capítulo, donde 365 páginas no mienten, como con gran melancolía vemos ya silenciadas las paredes en que con fuerza el eco de la Verdad nos atendía cada domingo, donde incansablemente sin importar el número, nos reunía así para enseñarnos cómo padre real y como sacerdote, hacia de puente para con el Cielo y devolvernos la Gracia.
Así hoy, puede que su tumba la veamos como la de todos los mortales, pero en el fondo, enterrado tan solo su cuerpo, nos enseña aún desde aquella irrisoria distancia, pues allí vemos también, no solo como crece en espíritu un alma que todo lo dio, incluso, que en todo se unió a una cruz que emerge como la de su Salvador, para vernos asi levantados del suelo frio del pecado y arrastrarnos al candor de su Madre Gloriosa y Bendita.
En todo caso, si, hoy es quizá una fecha memorable para nosotros sus hijos e hijas, algunos dispersos, pero con la mente clara de que al pedir quizá de una manera abusiva su intercesión, jamás quedaremos sin algún auxilio recibir.
Estimado Padre Basilio, en un año que te has ido, se han cumplido ya muchas de tus profecías, solo quiero con la fuerza tuya andar, caminar e incluso avanzar, por lo que no pido más, sino algo quizá imposible, pero que creo me lo lograrás… Ser santo.
Un fiel de Bogotá
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Hace un año quedamos solos, sin nuestro guía, el barco quedó a la deriva, pero gracias a sus enseñanzas, regaños cariñosos pero firmes, su amistad, templanza ante la adversidades y legado, nosotros sus tripulantes seguimos firmes en la Verdad.
No ha sido fácil, enfrentamos muchas tempestades y sabemos que quedan más para poder llegar a ese puerto seguro, donde sabemos que nos estará esperando con los brazos abiertos. Como lo extraño mi confesor, mi guía, mi gran amigo, su Reverencia Padre Basilio Méramo Chaljub.
Dios lo tenga en su Gloria.
Alejandro Ortega P.

Requiescat in pace querido Pater
