Ya hemos señalado que España se ha convertido en una de las naciones más abyectas y depravadas por haberse prestado sin oposición alguna, después de su apostasía, a someterse a todas las humillaciones y experimentos alumbrados en la oscuridad de la Sinagoga de Satanás y en su antesala de las logias.
España es hoy un cadáver insuflado con la respiración artificial de la deuda y que se alimenta del suero de la falsa felicidad suministrado bajo las especies de vicios, drogas, perversiones, iniquidades, etc.
Como tal cadáver, una vez perdido el hálito de vida que le otorgó el Creador, se descompone y sirve de alimento para gusanos. Pero como, antes de perder la vida, ha perdido la fe y la razón, divaga entre las nieblas de sus ilusiones y finge no sólo no ser pasto de las larvas sino alimentarse él mismo de ellas.
El español muere ofreciendo un sacrificio redentor al ídolo del cambio climático cabalístico, es decir, al Anticristo mismo, ya que la pretensa elevada temperatura del planeta no es sino un indicador del tiempo del mesías de la fe mosaica, caracterizado por un elevado nivel de conciencia colectiva, una suerte de calentamiento espiritual.
Pero este calentamiento global es precisamente todo lo contrario, pues lo característico de un cadaver es su frialdad y lividez: la frialdad espiritual de la indiferencia sino el odio a la Fe verdadera, el enfriamiento de un cuerpo social que se regocija en cada ley que promueve la muerte espiritual y física.
También hemos señalado que todo lo que ocurre debe ser observado sin perder de vista la capital espiritual del reino mesiánico, la Jerusalén del rey davídico que se sentará en el trono para juzgar y aplicar una venganza inmisericorde a las naciones idólatras que antes han infligido sufrimiento al pueblo elegido.
EL INFIERNO ESTÁ EN LA TIERRA
Definitivamente, si hay un lugar infernal en la tierra, este no debe de ser muy desemejante de la España actual.
Una nación que ofrece en sacrificio a sus propios hijos a los ídolos: Les daré de comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y comerán la carne de sus amigos, en la angustia y en la estrechez a que los reducirán sus enemigos y los que atentan contra su vida (Jeremías 19,9)
Un lugar donde, por obra del satanismo y a pesar de ser una nación rica y bendecida, moriremos de inanición o comeremos basura: La lengua del niño de pecho, de sed se pega al paladar; los pequeñuelos piden pan, y no hay quien se lo reparta. Los que comían manjares delicados, perecen por las calles; abrazan el estiércol los que se criaron entre púrpura. (Lamentaciones 4:4-5)
Mis ojos se consumen de tanto llorar, mis entrañas hierven; se derrama en tierra mi hígado por el quebranto de la hija de mi pueblo, al ver cómo los pequeñuelos y los lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad. Preguntan a sus madres: ¿Dónde hay pan y vino? cuando, cual heridos, se desmayan en las plazas de la ciudad; cuando exhalan su alma (Lamentaciones 2:11-12)
Una nación donde morir en una guerra que nos empeñamos en declarar a Rusia será más apacible que seguir padeciendo este infierno en la tierra, anunciado por el “tenebrio molitor”, ese insecto tenebroso de cuyas larvas quieren hacer el nuevo maná:
Ahora su aspecto es más oscuro que la misma oscuridad; no se los reconoce en las calles; su piel se les pega a los huesos, seca como un palo. Más dichosos son los traspasados por la espada que los muertos de hambre, que mueren extenuados por falta de los frutos del campo. Las manos de las mujeres, de suyo, compasivas, cuecen a sus propios hijos; les sirven de comida entre las ruinas de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 4;8-10)
Recordemos que en 2022, el mismo año en que se decretó ese desabastecimiento de alimentos por la guerra en Ucrania, España ya sufrió un panorama apocalíptico e infernal con la ola de incendios que arrasó inmensas extensiones de tierras cultivables cuyo destino ahora es servir como terrenos para instalaciones de la energía mesiánica sostenible.
EL ALIMENTO ELEGIDO PARA LOS NO ELEGIDOS
La satánica unión europea aprobó el “Reglamento de Ejecución (UE) 2025/89 de la Comisión, de 20 de enero de 2025, por el que se autoriza la comercialización de polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas enteras de Tenebrio molitor (gusano de la harina) como nuevo alimento y se modifica el Reglamento de Ejecución (UE) 2017/2470.”
No obstante, este alimento ya ha sido objeto de anatema por parte de las autoridades rabínicas que regulan los certificados Kosher. Por ejemplo, bajo el título de “Kashrut en peligro: La Unión europea autorizó el uso de polvo de insectos” el portal argentino “Periodismo Kosher” difunde la interdicción emitida por el tribunal rabínico de Amberes.
Asimismo, son muchas las exhortaciones a lavar bien la fruta y verduras para asegurarse de que al consumirlas estén limpias de gusanos e insectos para no incurrir en la transgresión de los decretos mosaicos.
Por su parte, el rabino Berger comentó al respecto de esta reglamentación europea que “ Cuando los judíos abandonaron Egipto, Dios mostró su amor especial por su pueblo al restringirles el consumo de alimentos limpios. Al promover el consumo de insectos para el consumo humano, la
UE muestra su desprecio por su propio pueblo ”.
La legislación rabínica es tan exhaustiva en cuanto a los insectos presentes en las frutas y verduras que hasta se discute cual es el tamaño mínimo que es posible no detectar para no incurrir en la transgresión de la torá. La discusión farisaica nos recuerda a los tiempos en que Nuestro Señor Jesucristo reprochaba a los fariseos su hipocresía al colar un mosquito y tragar un camello.
Reproducimos una reflexión rabínica, publicada en un periódico religioso judío, en torno a la disputa sobre los insectos diminutos:
La cuestión de los insectos en las verduras, frutas y otros alimentos es uno de los temas más difíciles y complejos en el campo de la kashrut. La Torá nos ordena: “No os hagáis abominables con ninguna clase de reptil que anda arrastrándose, ni os hagáis inmundos con ellos, para que no os contaminéis por medio de ellos. ” (Levítico 11:43). La pregunta es: ¿cuál es la ley con respecto a las verduras, hojas y frutas que a menudo tienen insectos sobre ellas, o en su interior, pequeños insectos que son muy difíciles de ver? Claramente, no hay ninguna prohibición con respecto a los insectos diminutos que el ojo humano no puede ver, porque la Torá nos ordena tener cuidado con los insectos que se pueden ver de forma natural, con el ojo humano. La pregunta es: ¿cuál es la legislación con respecto a los pequeños insectos que miden alrededor de medio milímetro a dos milímetros, que una persona común puede ver en una superficie de color contrastante, pero en las hojas y frutos, la mayoría de la gente no los ve sin hacer un gran esfuerzo, porque su color es similar al color de las hojas, o porque los insectos se esconden dentro de la coliflor y el maíz, o porque parecen un grano de harina o un pequeño grano de arena , y una persona común se da cuenta de que son insectos solo si los ve arrastrándose?
Algunos árbitros de la ley judía opinan que, dado que en determinadas circunstancias los expertos pueden ver estos insectos, está prohibido comer cualquier verdura o fruta que probablemente contenga insectos diminutos sin quitarles todos los bichos. Y cuando en una minoría de los casos se encuentran insectos diminutos, hay que hacer un esfuerzo para eliminarlos y , si no se ha comprobado por error, el alimento es kosher.
Por otro lado, algunos expertos sostienen que, aunque si uno ve un insecto diminuto como este, está prohibido comerlo, sin embargo, cuando está en un alimento que una persona común no puede ver sin hacer un gran esfuerzo, o sin medios auxiliares, se considera secundario y anulado al alimento, y no hay prohibición de comer la verdura o fruta que, probablemente, contenga un insecto.
La divulgadora de contenidos sobre salud, psicología y cábala, Ester Shechter, firma un artículo en el que, a la vez que elogia los productos de la agricultura ecológica en la que no se usan pesticidas ni insecticidas, advierte sobre el problema que ello supone al exponerse al riesgo de transgredir la torá:
Comer fruta y verdura a diario es muy sano y, además, no hay ninguna especie prohibida para su consumo según las leyes de kashrut (excepto los injertos). Hasta ahí todos de acuerdo, pero hay que hacer una serie de matices en cuanto a la limpieza de los mismos. Si un judío llega a comer, Di-s no lo permita, un solo gusano o insecto que se encuentre en sus alimentos sería como si estuviese transgrediendo toda la Torá. Por tanto, vamos a hablar aquí de un asunto bien serio, no simplemente de limpieza sanitaria de alimentos.
Cuando una persona decide comer un poco más saludable, o mucho más saludable, es muy común que decida comprar alimentos de cultivo orgánico. Hay muchos factores que incitan a elegir este tipo de frutas y verduras, el principal de los cuales es el menor o incluso nulo uso de pesticidas. Como saben, los pesticidas quedan impregnados en las frutas y verduras e, inevitablemente, consumimos una parte de los mismos cuando tomamos los frutos. Para evitar esto, cada día existen más granjas de cultivo ecológico que minimizan o incluso llegan a anular totalmente el uso de pesticidas. Las frutas y verduras que encontramos procedentes de este tipo de cultivo tienen un aspecto menos apetecible pero mejor sabor y aportes para la salud. Pero, cuidado, porque hay que ser más meticulosos para lavar este tipo de alimentos y eliminar cualquier insecto que con el resto de alimentos.
Es una decisión difícil escoger entre cultivo ecológico y alimentos libres de insectos. Cuando una transgresión tan grave está en juego, más vale pensarlo muy bien y lavar mejor aún las verduras.
En los últimos meses se han hecho virales los vídeos con fresas infestadas de insectos o cerezas llenas de gusanos, así que hay que estar siempre al tanto de las notificaciones de kashrut de la entidad local para cerciorarse de revisar todos los alimentos como corresponde. Muchas veces debemos renunciar a determinados placeres terrenales en pos de nuestro bienestar espiritual. Todo sacrificio tiene su recompensa y HaShem ha dispuesto tantos frutos entre los que elegir que no vamos a sufrir por hacer determinados cambios saludables para nuestra alma.
SOLVE ET COAGULA: PODER DESTRUCTOR Y CREADOR DEL GUSANO
El gusano es un animal pequeño pero que es capaz de degradar y descomponer la materia con su constancia y las enzimas que segrega por su boca. En la literatura cabalística se compara a Israel con un gusano que, con el poder de su boca, la oración, puede derrotar a las naciones idólatras.
No temas, gusanillo de Jacob, ni vosotros, oh hombres de Israel. Yo soy tu auxilio, dice Yahvé; y tu redentor es el Santo de Israel. He aquí, Yo haré de ti un trillo cortante nuevo, armado de dientes. Trillarás los montes y los desmenuzarás, y reducirás como a tamo los collados. Los aventarás, y el viento se los llevará, y los esparcirá el torbellino; pero tú te alegrarás en Yahvé, te gloriarás en el Santo de Israel. (Isaías 41 14-16)
El comentario de Straubinger al versículo en el que se compara a Israel con un gusano y un trillo dice lo siguiente: El pueblo de Dios desmenuzará a los enemigos a semejanza de un carro que, provisto de dientes de hierro, trilla el trigo. Los montes y collados figuran el poder de los enemigos.
La visión escatológica del gusano como representativo de las penas del infierno aparece en diversos pasajes de la escritura:
Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra Mí; cuyo gusano nunca morirá, y cuyo fuego nunca se apagará; y serán objeto de horror para todos los hombres( Isaías 66 24)
Y si tu ojo te escandaliza, sácalo: más te vale entrar en el reino de Dios teniendo un solo ojo que con tus dos ojos ser arrojado a la gehenna, donde “el gusano de ellos no muere y el fuego no se apaga (Marcos 9 47-48)
¡Ay de la nación que se levante contra mi pueblo! porque el Señor Todopoderoso tomará de ella venganza, la visitará en el día del juicio; pues enviará fuego y gusanos sobre sus carnes, para que se abrasen y sufran eternamente. (Judit 16 20)
Humilla cuanto puedas tu espíritu; porque el fuego y el gusano castigarán la carne del impío. (Eclesiástico 7:19)
El hombre fue creado del polvo, el gusano se arrastra y muerde el polvo como la serpiente, y es la muerte la que devuelve al polvo al hombre. En este ciclo de destrucción-creación el gusano degrada lo existente para formar la materia de la cual será construido el mundo venidero, el reino mesiánico aguardado con paciencia por los gusanos de Jacob. Un mundo tenebroso en el que el gusano no muere y el fuego no se apaga porque “ésta es la hora vuestra, y la potestad de la tiniebla” Lucas (22:53)
