
SÁBADO
de las Témporas de Adviento
Tampoco hoy se lee en Maitines el Profeta Isaías, sino una Homilía sobre el Evangelio de la Misa.
Explicamos la razón por la que el Misal señala un sólo Evangelio para estas dos Misas.
Fue costumbre primitiva de la Iglesia Romana, celebrar las Órdenes en la noche del sábado al domingo, del mismo modo que se administraba el Bautismo a los catecúmenos en la noche del Sábado Santo al día de Pascua. La ceremonia se desarrollaba a media noche, prolongándose hasta la mañana del domingo, de manera que la Misa de Órdenes servía también para el Domingo.
Más tarde se mitigó la disciplina y fueron suprimidas estas vigilias, se adelantó la Misa de Órdenes, como se adelantó también la del Sábado Santo; de suerte que, como el cuarto Domingo de Adviento y el segundo de Cuaresma no habían tenido hasta entonces Evangelio propio, por no tener tampoco Misa propia, se determinó, hacia el siglo X u XI, que se repitiese el Evangelio de la Misa de Órdenes en la Misa especial de estos dos Domingos.
La Estación el sábado es en San Pedro, por razón de las Órdenes. Esta Basílica era la más a propósito para reunir al pueblo pues siempre fue una de las más capaces de la ciudad de Roma.
