SATÁN DANA
Existe un paralelismo entre Turín y Valencia, ya que ambas ciudades son centros reconocidos del satanismo mundial y ambas albergan las reliquias más célebres de la cristiandad: el Santo Sudario y el Santo Cáliz, respectivamente.
Es por eso que esta presencia de la santidad del Verbo Encarnado en forma de objetos que recuerdan el sacrificio redentor y la victoria sobre la muerte concita la agresividad de entes diabólicos.
El satanismo es entusiasta defensor del aborto y de la degeneración sexual como medios de sacudirse las restricciones de la moral cristiana.
De hecho, el fundador de la «iglesia de Satán», Antón Lavey, se basó en la filosofía nietzscheana para afirmar las tendencias dionisíacas frente al principio apolíneo, lo animal frente a lo racional, lo instintivo y carnal frente a lo espiritual. Una filosofía basada en el amor a sí mismo y la exaltación del individualismo sobre todas las cosas.
La asociación de satanistas de España recordó el 27° aniversario de la muerte de Antón Lavey, precisamente en las fechas en las que arreciaban las inundaciones en Valencia. El número 27 es recordado por la edad de muchos cantantes de música degenerada que se suicidaron víctimas de sus excesos con las drogas, etc.
Las organizaciones “solidarias” de voluntarios que colaboran en las labores de limpieza, reparto de alimentos, asistencia humanitaria, etc., se han congregado bajo el satánico lema “Sólo el pueblo salva al pueblo”, que no es más que un remedo de los principios recogidos en la «biblia satánica» por el propio Antón Lavey:
No hay un Cielo donde la gloria resplandezca, ni un Infierno donde los pecadores se abrasen. ¡Es aquí en la Tierra donde conocemos nuestros tormentos! ¡Es aquí en la Tierra donde sentimos nuestros goces! ¡Es aquí en la Tierra donde están nuestras oportunidades! ¡Elige este día, esta hora, pues no existe redentor alguno! Di en tu corazón: «Yo soy mi propio redentor».









