FRAGILIDAD Y FORTALEZA
Historia.
—Compuesta en Roma el lunes 1.» de marzo de 1379.
En nota que sigue a la oración, en el manuscrito se indica que está truncada y que al texto que aquí se da siguió la plegaria por el papa, por el mundo y por sus discípulos «al modo acostumbrado».
Ideas.
—Contraposición de la fortaleza del Verbo a la debilidad humana.—Nuestra naturaleza es fortalecida por la unión con el Verbo. —La sangre de Cristo y sus efectos en nosotros.
¡Trinidad eterna, oh alta y eterna Trinidad! Tú, Trinidad eterna, nos diste al dulce y amoroso Verbo.
¡Oh dulce y amoroso Verbo, Hijo de Dios! Nuestra naturaleza es débil y propensa a todo mal; la suya, fuerte e inclinada a todo bien. El hombre es débil, porque débil es la naturaleza d e su padre , que no puede dar al hijo otra naturaleza que la que tiene. Es inclinada al mal por la rebelión de la frágil carne que ha recibido de su padre . Así, nuestra naturaleza es débil y propensa a todo mal por proceder y ser generación del primer padre, Adán, habiendo salido todos de una misma masa. El se apartó de la suma fortaleza tuya, Padre eterno. Se hizo débil, y, como rebelde a ti, encontró la rebelión en sí mismo. Por eso, habiéndose separado de la suma bondad y fortaleza, se halló debilitado e inclinado a todo mal.
¡Oh Verbo, eterno Hijo de Dios! Tu naturaleza es fuerte y dispuesta a todo bien, porque la has recibido de tu eterno y omnipotente Padre. El te ha dado su naturaleza, es decir, la divinidad. En ti no existió ni puede existir mal alguno, porque la naturaleza que recibiste de
la divinidad no puede sufrir defecto alguno. Tú, pues, dulce Verbo, has fortalecido nuestra débil naturaleza por la unión que has hecho con nosotros.
Por ella es fortalecida la nuestra, pues en virtud de tu sangre desaparece la debilidad en el santo bautismo, y, cuando llegamos a la edad de la discreción, somos fortalecidos con tu doctrina , si el hombre la sigue de veras. Revistiéndose de ella perfectamente , se hace tan fuerte e inclinado al bien, que casi desaparece la rebelión de la carne , que lucha contra el espíritu, porque el alma se halla unida perfectamente a ti, unida a tu doctrina , y el cuerpo con el alma, y por ello quiere seguir el afecto del alma .
Llega a tanto, que lo que antes le producía placer, esto es, las miserias y deleites del mundo, le desagradan por completo, y lo que antes le parecía dificultoso y duro , es decir, seguir la virtud, ahora le parece dulce y deleitoso. Es, por tanto, cierto que tú, Verbo eterno , quitaste la debilidad de nuestra naturaleza con la fortaleza de la divina que recibiste del Padre . Esta fortaleza se nos ha dado , como se h a dicho, por medio d e la sangre y de la doctrina .
¡Oh sangre eterna ! Digo eterna por hallarse unida ala naturaleza divina. El hombre que con tu luz ha conocido tu fortaleza, abandona su debilidad. Esa luz no se adquiere nunca sin el aborrecimiento d e los propios sentidos, sino que por ellos se pierde la luz natural. ¡Oh dulce sangre que fortaleces al alma, la iluminas y la conviertes en angélica! La proteges d e tal manera con el fuego de la caridad, que se olvida de sí y no puede mirar cosa alguna sino a ti, y hasta la frágil carne siente el perfume de las virtudes, a la vez que el cuerpo , juntamente con el alma, te parece un jardín en todas sus obras. Esto ocurre mientras el santo deseo aumenta continuamente , que , si aflojase, resucitaría la rebelión de la carne con más pujanza que antes.
¡Oh doctrina d e la verdad! Das tanta fortaleza al alma revestida de ti, que nada viene a menos ni por la adversidad ni por el sufrimiento, sino que en todo combate obtiene la victoria. Es fuerte mientras te sigue a ti, que has venido de la suma Fortaleza. Para nada le valdría tu fortaleza al alma si ella no te sigue. Miserable de mí, que nunca te he seguido a ti, verdadera Doctrina. Por eso me encuentro tan débil, que desfallezco a la menor tribulación.
Pequé contra el Señor; ten misericordia de mí.
[El secretario ha omitido voluntariamente las peticiones. ]

