MODELOS DE VIDA Y ESPERANZA EN LA GLORIA
San Quiriaco, anacoreta.
Nació en Corinto en tiempo de Teodosio el Grande. Abrazó la carrera eclesiástica; pero cuando iba ya a ser promovido a las órdenes mayores, dejó el mundo y todos sus encantos, y se fue solo a un desierto.
Pero primero quiso visitar los santos lugares de Jerusalén, y estando orando en la iglesia del Santo Sepulcro, tuvo una revelación para que se marchase a la laura de San Eutimio, en la misma Palestina. Tenia entonces veinte y dos años: entró efectivamente en aquel monasterio, y a poco tiempo fue su abad; porque su sabiduría, sus virtudes. y el don de profecía, con que el cielo le dotó, le captaron el respeto, la adoración y el amor de todos aquellos religiosos. Murió santa y gozosamente, el día 29 de setiembre del año 556.
Leyenda de oro
R. Dr. José Palau

