Padre Ceriani: El Obispo de Kent anatematizado

NATURALISMO CONDENADO

Un nuevo error del Obispo que no se retracta

Y ya van… Hemos perdido la cuenta…

Titulado Naturalismo condenable, su Comentario Eleison 427, de este sábado 19 de septiembre, comienza con el siguiente verso, que transcribo en sus diversas versiones oficiales:

http://stmarcelinitiative.com/damnable-naturalism/

Nature sufficed before the Incarnation

La naturaleza bastaba antes de la Encarnación

La nature suffisait avant l’Incarnation

La natura bastò prima dell’Incarnazione

Vor der Fleischwerdung Gottes genügte die Natur

A simple lectura, esa frase choca al sentir católico.

Ella está anatematizada por el Concilio de Trento, Sesión VI (13 de enero de 1547), Decreto sobre la Justificación, capítulo 1º, De la impotencia de la naturaleza y de la ley para justificar a los hombres (Dz. 793):

En primer lugar declara el santo Concilio que, para entender recta y sinceramente la doctrina de la justificación es menester que cada uno reconozca y confiese que, habiendo perdido todos los hombres la inocencia en la prevaricación de Adán [Rom. 5, 12; I Cor. 15, 22], hechos inmundos [Is. 64, 4] y (como dice el Apóstol) hijos de ira por naturaleza [Eph. 2, 3], según expuso en el Decreto sobre el Pecado Original, hasta tal punto eran esclavos del pecado [Rom. 6, 20] y estaban bajo el poder del diablo y de la muerte, que no sólo las naciones por la fuerza de la naturaleza [Can. 1], mas ni siquiera los judíos por la letra misma de la Ley de Moisés podían librarse o levantarse de ella, aun cuando en ellos de ningún modo estuviera extinguido el libre albedrío [Can. 5], aunque sí atenuado en sus fuerzas e inclinado.

Canon 1º (Dz. 811):

Si alguno dijere que el hombre puede justificarse delante de Dios por sus obras que se realizan por las fuerzas de la humana naturaleza o por la doctrina de la Ley, sin la gracia divina por Cristo Jesús, sea anatema.

Quedo claro, pues, que la naturaleza no basta después de la Encarnación, pero que tampoco bastaba antes de Ella.

Lo curioso es que el mismo Obispo de Kent, citando al Cardenal Pie, señala tres argumentos con los cuales contestó al respetable ciudadano de su Eleison. El tercero dice así:

Llevar una vida natural verdaderamente decente sin la gracia sobrenatural es imposible.

Es decir, que el Obispo de Kent ni siquiera sigue al Cardenal Pie…, porque afirma que “la naturaleza bastaba antes de la Encarnación”.

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¿Cómo entender al señor Obispo?

Con anterioridad he planteado el caso del Obispo de Kent:

https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/03/13/padre-juancarlos-ceriani-en-torno-al-eleison-399/

Allí escribí:

Digamos que caben tres posibilidades

1ª) O el Obispo de Kent está en el error sinceramente, e induce a él con sinceridad.

2ª) O el señor Obispo no tiene la mente sana, como podría deducirse de sus mismas palabras.

3ª) O el Obispo que no se retracta está cumpliendo una misión, con mensaje en su blasón.

(…)

Aquellos que insistan en sostener que es imposible que el Obispo de Kent esté, sea en el error con sinceridad, sea mentalmente enfermo, sea cumpliendo con una misión (al interior ahora de la falsa Resistencia), tendrán que admitir, entonces, que su error es a sabiendas, con conocimiento de causas…

Y en ese caso, ¿a qué obedece y a qué se ordena dicho error conocido y sostenido?

Si alguien puede aportar una solución al enigma, bienvenida sea.

De todos modos, con o sin solución, este Obispo no es confiable y no podemos confiar en los que confían en él y lo secundan.

Dado que la naturaleza sola no basta para obtener la conversión, roguemos para que Dios conceda su gracia al Obispo que no se retracta para que se rectifique de sus errores, los anatematizados y los otros.

Padre Juan Carlos Ceriani