Jorge Doré- Poesía

De ahora en adelante

penitente cruz arrependido confissao conversao rezando

De ahora en adelante, me mantendré despierto.
La cumbre irremplazable de mis aspiraciones
es Cristo. Por lo tanto, hoy soy un hombre muerto
para mis previas faltas y antiguas sinrazones.

De ahora en adelante todo cobra sentido
y mientras se desploman mis vanas utopías
humilde y cabizbajo me postro, redimido,
frente a la cruz gloriosa con las manos vacías.

Renuncio a la locura del mundo y sus falacias,
a triviales caprichos, a residuos paganos,
a las falsas deidades que prodigan desgracias
desde sus negros cetros, con sus indignas manos.

No quiero que mi nombre se una a la porfía
de los que buscan darle de baja al Creador
–mundo estridente y hueco que entona su vacía
canción para un mañana cada día peor–.

No respaldo herejías. No me uno a otros credos
ni me tienta el aroma del detestable pan
que indigesta los egos y se pudre en los dedos
de aquellos que, sin Cristo, se jactan de su Adán.

De ahora en adelante, por gracia poderosa,
me abrazo a la grandeza de la Revelación
consciente de que un día mi ineludible fosa
se volverá el peldaño de mi resurrección.

No importa que me llenen de injurias y de acosos
los que hoy se enorgullecen de su perversa ley.
Continuaré marchando por valles tenebrosos
tras las divinas huellas de Jesucristo Rey.