MILAGROS EUCARISTICOS- El Milagro de Bolsena – La Fiesta de Corpus Christi

MilagroEucaristicoBolsena_WikipediaDominioPublico_040615Bolsena es una de las ciudades más hermosas de Italia y allí todos saben contar un “hecho”, un “suceso” acontecido hace muchos años, un “suceso” portentoso que suscita profundo estupor, admiración, fervor, piedad amorosa y Adoración a Dios por el Milagro Eucarístico de Bolsena.

Remontémonos al siglo XIII D.C. Era el año de 1263 cuando …
Un sacerdote bohemio, cuyo nombre se ignora, presa o víctima de una profunda crisis espiritual; se había propuesto visitar todos los santuarios de Italia para suplicarle a Dios a través de Nuestra Madre Santísima que recuperara la Verdadera Fe.

Durante esta Peregrinación Mariana se detuvo en Bolsena.
La noche la había pasado como siempre con insomnio por sus grandes dudas sobre la Fe. Estaba cansado y aún así, volvió a fijársele en la mente la duda que tanto le atormentaba en su vida sacerdotal:

Él dudaba que el pan y el vino se Transubstanciaran Realmente en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, al pronunciar sublimemente en la Consagración, las mismas Palabras que Nuestro Señor pronunció en la Última Cena el Jueves Santo.

Antes de ponerse en camino, muy de mañana (como de costumbre) quiso ir a la Iglesia de Santa Cristina para celebrar la Santa Misa.

Así pues, estando ya en la Santa Misa; en el instante de romper la Hostia Consagrada, las manos comenzaron a temblarle y decididamente dobló y dividió en dos partes la blanca Hostia y entonces, de los bordes de las dos mitades se destilaron Gotas de Sangre que cayeron en el corporal, en los manteles del Altar y hasta en el mármol del Altar.

¡ Prodigio inmenso! ¡ Milagro!
¡ Otra muestra de Amor Exquisito de Dios para que con amor, sublime piedad y alegría lo reconozcamos como nuestro Padre y Creador Misericordioso !

El sacerdote quedó tan asombrado y confundido que no pudo, ni física, ni moralmente continuar el Santo Sacrificio.

Recogió de prisa el corporal y los manteles ensangrentados y se fue a la sacristía a entregarlos y narrar el suceso al rector de aquella Iglesia. Éste sumamente turbado también y, con lágrimas en los ojos, dió la noticia poco después.

¡ Milagro, Milagro ! gritaron todos

Y a poco, una inmensa multitud llenaba la Iglesia ansiosa de ver y adorar los paños ensangrentados milagrosamente.

El sacerdote peregrino y celebrante, ahora sólo ansía llegar más pronto a la ciudad de Orvieto, donde entonces tenía su sede el Pontífice, Su Santidad Urbano IV, para postrarse a sus piés arrepentido profundamente e implorar de él el perdón por la debilidad de su Fe y la absolución.

El Sumo Pontífice no solamente lo absolvió, sino que lo abrazó paternal y amorosamente como a un hijo.

Y quiso una relación completa de los hechos e inmediatamente dispuso que el pueblo de Bolsena transportara solemnemente en Procesión, el corporal y los manteles con la Preciosísima Sangre de NSJ hasta Orvieto. El Pontífice iría en persona al encuentro del cortejo para recibir en sus manos aquella Reliquia tan Preciosa y se llevaran a cabo las investigaciones necesarias.

Un año después exactamente el  8 de septiembre de 1264, S.S. Urbano IV
Promulgaba la Bula “Transituosos”en la que establecía la Conmemoración del Milagro Eucarístico doce días después de Pentecostés,Festividad Católica conocida con el nombre de la Fiesta de “CORPUS CHRISTI”.

Adoremos pues con todo nuestro amor y piedad a DIOS, que se hizo Hombre por obra del Espíritu Santo, en el Vientre Virginal de la Santísima Virgen María, para que con Su Preciosísima Sangre derramada por todos nosotros pecadores, nos salve del pecado original, de nuestros pecados personales y del dominio del demonio.

¡Adoremos y besemos las Divinas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo!
¡Por Tu Preciosísima Sangre, perdón y Misericordia, Dios Trino y Uno, Santísima Trinidad!