Cueca
ALMA DE PIE DE GALLO
Ángel L. M. Salvat
La triste experiencia demuestra que el hecho de los «curas sin sotana» y «las mujeres que no se visten» constituyen la manifestación de un problema común. Unos disimulan su sacerdocio y otras su pudor.
Frente al ataque satánico a nuestra Fe y nuestras costumbres, llevado a cabo a menudo desde dentro mismo de la Iglesia, no podemos menos que gritar nuestra esperanza de que sean restaurados muchos usos y costumbres litúrgicos de un profundo sentido doctrinal, los cuales fueron maliciosamente eliminados o modificados por el enemigo con el fin de sembrar la confusión y la duda entre los fieles.
Me decía un sacerdote amigo: «La sotana es una bandera». Con lo cual quería significar que el sacerdote no puede ser un mercenario.
¡La pucha!, cómo se ha puesto
este mundo progresista,
ya no hay curas con sotana
ni mujeres que se vistan.
Pa’mí qu’esto va p’al Diablo,
el despiole ya es total;
el bien se ha volao al cielo
y anda suelto todo el mal.
Frente a tormenta tan negra
m’estoy viendo medio solo;
vengan Santos milagrosos,
denle la mano a este criollo
que pa’ salvar lo que queda
quiere peliar hasta el hoyo.
Recitado:
Pa’usted padre Castellani,
para usted padre Meinvielle,
para todo el que en su vida
a la Patria ha sido fiel,
yo le brindo en esta cueca,
desde mi sur mendocino,
la fragancia del clavel
y la alegría del vino.
Mandinga está gobernando
y no le faltan menistros,
dotores, maistros, letraos,
melicos, «curas» y «obispos».
Nadie se quede dormido
porque a la guerra han llamado,
mi bandera es la Verdad,
bandera de enamorado.
Frente a tormenta tan negra
m’estoy viendo medio solo;
vengan Santos milagrosos,
denle la mano a este criollo
que pa’ salvar lo que queda
quiere peliar hasta el hoyo.
Nota: Y como en terrenos con espinas siempre se desinfla alguna rueda, esta cuequita va con rueda de auxilio.
La ciencia y la economía
son las reinas del fandango,
se niega a Dios y a su Gracia
y el Diablo nos va llevando.
Frente a tormenta tan negra
m’estoy viendo medio solo;
vengan Santos milagrosos,
denle la mano a este criollo
que pa’ salvar lo que queda
quiere peliar hasta el hoyo.
