En el «caladero» de las esperanzas falsas.
LA ÚLTIMA RED
¿Satanás sueña despierto? ¿O será que cuenta ingenuas ovejitas «resistentes» para «conciliar» y consolidar su «sueño revolucionario»?
El que quizás sea principal vocero de habla hispana de la «Falsa Resistencia», el blog mejicano Non Possumus, publica un nuevo trabajo de los Dominicos de Avrillé que apareció en ”LE SEL DE LA TERRE” No 92, PRINTEMPS 2015.
http://nonpossumus-vcr.blogspot.com.ar/2015/04/dominicos-de-avrille-cuando-satanas.html
En el mismo nos recuerdan algunos sueños; son los que siguen:
El «famoso» sueño masónico de 1934
La Versión judía del año 1951
La Versión Carbonaria de 1824
La Versión Ocultista de 1862
La Versión Noáquida de 1884
La Versión Satanista de 1889
La Versión Modernista de 1907
Es decir, que se trata, en definitiva, de UN MISMO SUEÑO en diferentes versiones.
Ilustran todas esas versiones con datos elocuentísimos, dichos de encumbrados masones, judíos, satanistas, etc. todo lo cual viene muy bien porque no hace más que mostrar una evidente línea, que es la de la Revolución Anticristiana, que tiene un notable sentido o dirección.
Todo muy bien, muy bonito; y adherimos, sin entrar en detalles.
Ese “Sueño” y sus distintas versiones pueden y deben ser encuadrados en lo que podría definirse como una especie de «frenesí Revolucionario» en franca ebullición, que ve que tiene el camino expedito hacia la concreción de sus objetivos.
Esos objetivos no son otros que la completa demolición de la Cristiandad; demolición que había comenzado muchísimo antes, pero que resulta evidente que se encuentra en fase de consolidación desde, por lo menos, principios del siglo XVII (aunque sobre este punto podrá haber diferentes opiniones) y, como consecuencia de aquello, el completo sojuzgamiento de todo el rebaño humano.
Lo interesante del caso es que, según mi parecer y saber, en el elenco de VERSIONES propuestas faltan, al menos, DOS (2) versiones más.
La primera que a nuestro juicio está faltando es le VERSIÓN CONCILIAR.
En efecto. Si bien es posible asimilar la Versión Conciliar con la Versión Modernista, nos parece que no son la misma, sino que la Versión Conciliar representa un paso más adelante. Concreta sí, muchas de las aspiraciones contenidas en las versiones anteriores (especialmente de la «versión modernista»), pero tiene su propia impronta y sus propios caracteres, además de sus propios y particulares momento y logros.
Pero, además, es por sí misma una etapa que tiene un poder propio. Quiero decir con esto que no se trata tan sólo de una etapa que habría puesto en acto lo que «soñaban» las versiones anteriores, sino que va mucho más lejos y que se trata de una mucho más refinada y maquiavélica y diabólica forma de ejecutar premisas revolucionarias, imponerlas, acrecentarlas y, sobre todo, coagularlas.
Baste decir que ninguna de las versiones anteriores hubiera sido por sí misma capaz de producir una Nueva Iglesia, que no es otra cosa que una simulación de la Verdadera Iglesia de Cristo, inaugurando y poniendo en marcha, controlando un proceso de reemplazo, por medio de una delicada y sutil mutación que todavía está lejos de haber concluido.
En este punto me apresuro a aclarar que existen otras opiniones que sostienen que ya no debemos esperar nuevas etapas en ese proceso, sino que el mismo está (en lo esencial) ya culminado.
A ese proceso, que decantará finalmente en un formato que todavía nos cuesta imaginar o suponer, aunque podemos vislumbrar, contribuyen todos aquellos que, A PESAR DE VER lo que relatan los Dominicos de Avrillé, no llegan a sacar las conclusiones dramáticas y definitivas del caso y que son de INMEDIATA y ACTUAL aplicación, so pena de quedar inmersos en el mismo proceso que denuncian.
Para decirlo con toda claridad:
- El proceso es harto evidente.
- Los objetivos del mismo también lo son.
- Tal proceso es perfectamente identificable con el «Misterio de Iniquidad».
- Es evidentísimo que se trata del mismo proceso que denominamos «Revolución Anticristiana».
- Es también evidentísimo que ese proceso NO SE DETIENE.
- Es particularmente archi-super-evidentísimo que la Iglesia Conciliar forma parte de dicho proceso.
- Humanamente IRREVERSIBLE.
- Y mucho más notoriamente evidente es que NINGUNO de todos los llamados «Papas Conciliares» puede ser ignorante de aquello con lo que colabora.
Conclusión:
La Iglesia Conciliar siendo parte de dicho proceso es, entonces, una Iglesia, asamblea, congregación, junta, secta (o como la quieran llamar) Apóstata.
Solamente puede llevar el nombre, y no merece llevar otro, que el de APOSTASÍA, total, completa, y absoluta de TODA la jerarquía que se encuentra sometida a la autoridad de los Antipapas Conciliares… Iba a adjetivar dicha apostasía como IRREVERSIBLE; sin embargo no podemos negar la posibilidad de conversión de muchos o algunos particulares. ¿No podemos, verdad? ¿O sí?
En esto se aplican perfectamente los párrafos finales con los que los Dominicos de Avrillé terminan su artículo:
«Cuando, cincuenta años después, Vaticano II viene a tomar el contrapié del Syllabus, todo debía ser claro: el viejo sueño masónico es demasiado “famoso” para poder ser negado; y su condenación por todo un siglo de magisterio papal es evidente.
Para quien quiere ver, la luz brilla hasta en las tinieblas.»
Y aquí estamos, entonces, y dicho de un modo sencillo y fácil de entender: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Pero…
Pero no se sacan las consecuencias del caso; y la «Versión Conciliar» (antes no incluida en el elenco, aunque finalmente expuesta por los Dominicos de Avrillé) queda allí…, sin más.
La «Versión Conciliar» todavía está concretándose, desarrollándose y, tal vez, terminando de concluir su trabajo. Quizás Bergoglio sea quien vino a realizar ese trabajo al que coadyuvan los que, sin el suficiente discernimiento, todavía hoy siguen aceptándolo como un verdadero pontífice de la Iglesia Católica.
En realidad, siendo el proceso revolucionario tan claro (y especialmente claro en referencia a la irrupción o aparición de la Iglesia Conciliar, que no es otra que aquella que debía ECLIPSAR a la Verdadera Iglesia de Cristo), parece hasta sospechoso que quienes tan claramente pueden describir cierta parte del proceso sean, o parezcan ser, incapaces de ver cómo prosigue el mismo.
Mucho más cuando tienen delante de sus narices a un tipo como Bergoglio.
De todas maneras, o quizás precisamente por lo que ya afirmamos, es que creemos necesario describir o denunciar la VERSIÓN que falta, entre los sueños señalados.
En efecto. Falta UNA: La VERSIÓN TRADICIONALISTA/CONSERVADORA.
Esta versión fue creada y destinada a convertirse en la última red. Es aquella que hace la «última pasada» por el «caladero» con el objeto de llevarse a todos aquellos «peces» que, inadvertidamente, pudieran todavía encontrarse nadando en el mismo.
El «caladero» no es otro que aquel de las «Falsas Esperanzas»…, que se potencian casi siempre por la falta de información, o por la poca formación, o por una poco profunda mirada, o por no comprender la importancia de adquirir una clara noción de ciertos aspectos del Proceso Revolucionario. Pero más que nada, por una falta de aplicación de la inteligencia a SU OBJETO.
En razón de su nombre, es un poco lógico que acoja a las «Falsas Resistencias», y eso importa y mucho a los fines de este artículo.
También importa poder reconocerlo.
Para reconocerlo bastará decir que “NO SE SEPARAN”.
Ellos NO PUEDEN SEPARARSE de la Roma Apóstata y Anticristo. Se mantienen todavía unidos a ella por un pequeño hilo que les impide zafar. Ese HILO que, empecinadamente, procuran sostener también los Dominicos de Avrillé con su prédica y Mons. Williamson con sus comentarios.
Ese HILO es el que hace que no vean que la Iglesia Conciliar es una de las versiones del «Sueño de Satanás». Por ese motivo ellos elaboran y creen en su propio SUEÑO de Reconquista y Restauración; un “sueño” que mantiene atrapados a los peces que todavía persisten en nadar en el caladero de las «Falsas Esperanzas».
Para verlo no hace falta otra cosa más que leer todos los ELEISON COMMENT en los que Mons. Williamson intenta refutar la Conclusión Teológica que postula que la Sede Apostólica se encuentra en estado de Vacancia.
Cuando se ve la cantidad de pseudo-ejemplos y pseudo-argumentos que intenta evocar el obispo Williamson, que a veces rayan con lo absurdo, para ir en contra de la tesis sedevacantista, no puede uno menos que preguntarse: ¿por qué?; y más aún, ¿quién se beneficia con la predica del obispo inglés y con los artículos de los Dominicos de Avrillé, que de mil maneras intentan sostener la legitimidad y validez de las autoridades conciliares y la presencia del Vicariato de Cristo en los llamados «Papas Conciliares»?
La tremenda elocuencia de los argumentos del artículo de los dominicos de Avrillé, parece escurrírseles como el agua entre los dedos a la hora de sacar las finales y consecuentes conclusiones.
De ese modo, las ingenuas ovejitas resistentes se debaten inútilmente, no en el “sueño de satanás” sino en una diabólica trampa, “la última red”, la que les impide escapar de la más oscura pesadilla.

