¿QUÉ EDAD TIENE MONSEÑOR WILLIAMSON?
A uno de mis primos, al que llaman Minguito, le propuse un enigma:
— Minguito…
— ¿Qué pasa ahora?
— Nada…, nada… Sólo quiero hacerte una adivinanza.
— Bueno…, aquí estoy preparado.
— Piensa en un árbol a mitad bueno y a mitad malo.
— Medio complicado… pero… ¡Ya está!
— ¡Bien! Ahora imagina que la mitad buena del árbol da sus frutos, y que la mitad mala del mismo árbol da también sus frutos…
— ¡Ahh! Ya veo por dónde viene la cosa…
— ¡No! Espera un poco…
— Bueno. ¿Qué sigue?
— Reflexiona en que, tomada en su totalidad, una mezcla de bueno y malo es mala…
— ¡Obvio! Y sus frutos han de ser tirados todos a la basura…, y el árbol cortado y quemado…
— ¡No! ¡No! Te dije que esperes un poco antes de responder…, todavía no te propuse el enigma…
— ¿El qué?
— La adivinanza, burro…
— ¡Más burro es el que cree que existen árboles a mitad bueno y a mitad malos…!
— ¡No mezcles las cosas, y escucha!
— Pero, si el que dijo que la mezcla de bueno y malo es mala no fui yo…
— ¡Calla y escucha! Estábamos en que, tomada en su totalidad, una mezcla de bueno y malo es mala…, pero eso no significa que tomada parte por parte, las partes buenas de la mezcla sean tan malas como sus partes malas….
— ¿…? ¿Medio burro? Me parece que es burro del todo…
— ¡Escucha! Ningún hombre de la Iglesia viviente, no más que cualquier hombre vivo, es enteramente bueno o enteramente malo.
— ¿Acaso existe una Iglesia moribunda o muerta?
— ¡Esto lo dejamos para otro día u otro Eleison! Ahora te resumo todo y te planteo el enigma…, perdón, la adivinanza: Un árbol mitad bueno mitad malo puede producir frutos mitad buenos mitad malos. Ahora bien, tomada en su totalidad, una mezcla de bueno y malo es mala, pero eso no significa que tomada parte por parte, las partes buenas de la mezcla sean tan malas como sus partes malas. Ahora bien, ningún hombre de Iglesia viviente, no más que cualquier hombre vivo, es enteramente bueno o enteramente malo. La Iglesia católica puede haber vivido a medias por los últimos 50 años de los frutos buenos a medias de los Papas Conciliares con una vida a medias… Por lo tanto: ¿cuántos años tiene Monseñor Williamson?
— ¡Muy fácil!
— ¿Cómo es eso? ¿Cómo lo adivinaste? ¿Conoces el año de su nacimiento e hiciste una resta?
— ¡Nada de eso! Hice una simple multiplicación.
— ¿…?
— ¡Sí, Pascualito! Una simple multiplicación… Monseñor Williamson tiene 74 años
— ¡Exacto! Pero, ¿cómo lo supiste con los datos que te di?
— Con esos datos medio incorrectos, no… ¡En realidad, del todo falsos…! Pero…, bueno, fue muy simple… Multipliqué 37 por 2; lo cual me dio 74. Esa es la respuesta correcta, ¿no?
— ¡Sí! Pero, ¿qué te tiene que ver 37 en todo esto?
— ¡Muy simple!, nuevamente… Y tendrías que saberlo…, porque nuestro primo Guillermo, al cual llamamos medius porque es medio burro pero quiere pasar por medio sabiondo…, tiene 37 años…
— ¡¡¡ ¿…? !!!

