DEVOCIONES: NOVENA A SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA – DÍA 9

NOVENA A SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA

(Publicada en el año 1840)


DÍA 9

25 de noviembre

Santa Catalina de Alejandría,

Virgen y Mártir.

Decapitada hacia el año 305 en Alejandría, Egipto

Patrona de apologistas; artesanos que usan ruedas en su trabajo (alfareros, hilanderos, etc.); archivistas; abogados; juristas; bibliotecarios; personas en trance de muerte; educadores; jovencitas; solteras; estudiantes; maestros; afiladores de cuchillos;
mecánicos; torneros; enfermeros; filósofos; predicadores; teólogos; secretarias; taquígrafos.

Yo pondré las palabras en vuestra boca,
y una sabiduría a la que no podrán resistir,
ni contradecir todos vuestros enemigos.
(Lucas 21, 15)

Según la Tradición, Santa Catalina, nacida de familia de alto rango en Alejandría, con tanto éxito se entregó al estudio de las ciencias divinas y humanas, que, a los 18 años, confundió al emperador Maximino y a los filósofos paganos, convirtiendo a gran número de éstos. Convirtió también a la emperatriz Fausta y al tribuno Porfirio, quienes sufrieron el martirio con ella y los filósofos convertidos. Como consecuencia de ser azotada con látigo de puntas de plomo once días estuvo medio muerta. Sometida al tormento de las ruedas con dientes de hierro, a la primera vuelta rompiéronse éstas. Acabó su suplicio siendo decapitada. Su cuerpo fue llevado por los ángeles a la cumbre del Sinaí.

Santa Catalina consagró su virginidad a Jesucristo desde edad muy temprana; prefirió conservar esta virtud padeciendo el martirio, a perderla subiendo al trono. ¡Oh virtud amable, que hace a los hombres amigos de Jesucristo, hijos de María, semejantes a los ángeles, y les da en la tierra un pregusto de la felicidad que regocija a los santos en el cielo!

Santa Catalina recibió la corona de los doctores con la de las vírgenes, porque predicó la fe, confundió a los filósofos y convirtió a muchos paganos. Aprende con esto que Dios es el autor de toda ciencia: Él fue quien ilustró a Santa Catalina. Día y noche te consumes inclinado sobre los libros: vete a la fuente de todos los conocimientos, pide sabiduría al Señor. Él te la dará; pero, sírvete de tus luces para santificarte y para convertir a los otros. ¿Lo haces así?

A esas dos primeras coronas sumó ella la del martirio. Podía Catalina ser dichosa según el mundo: era hermosa, noble, rica, llena de ingenio, podía llegar a ser esposa de un emperador. Renunció a todas estas ventajas y murió por Jesucristo. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar? ¿qué haces todos los días? ¡Por un pequeño interés, abandonas al Señor! ¿Quieres participar de la corona del martirio? Mortifica tu carne, combate la voluptuosidad y la avaricia, desprecia al mundo. Afligir la carne, vencer las pasiones, resistir a la avaricia, triunfar del mundo, es una gran parte del martirio (San Agustín).

 

Acto de contrición

¡Oh Señor Dios Omnipotente, cuyas misericordias no tienen número, que has prometido perdonar á los pecadores arrepentidos, que veniste al mundo, no á perder las almas, sino á salvarlas; yo me humillo ante el trono de tus piedades para que te dignes de perdonar mis gravísimas culpas, de las que me arrepiento por las ofensas a Vuestra Majestad, i propongo enmendarme de ellas por intercesión de María Santísima, i por la de vuestra esposa Virgen i Mártir Santa Catalina. Amen.

Día noveno

Los ángeles espectadores de su glorioso triunfo tomaron el Santo cadáver de nuestra Santa, como lo canta la Iglesia en la oración del día de su festividad i la condujeron á la cumbre del monte Sinaí, monte en que se publicó la lei del Señor: tan honrado sepulcro i tal acompañamiento convenia que fuese á celebrar las exéquias de esta Virgen, admirable por su sabiduría, su heróica firmeza en la fé i por el cúmulo de sus grandes i estupendas virtudes.

Oración

Omnipotente i Sempiterno Dios, vednos aquí postrados delante de vuestra adorable Majestad pidiendóos que por vuestra fidelísima esposa, é invicta mártir Santa Catalina os digneis mandar á vuestros Santos Ángeles para que nos guarden, nos protejan i nos defiendan de nuestros enemigos, especialmente á la hora de nuestra muerte, para que en su compañía, i en la de nuestra abogada i protectora Santa Catalina podamos cantaros Santo, Santo, Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

    Tres Padrenuestros etc.

Oración final

Oh Dios, que disteis la ley a Moisés en la cumbre del monte Sinaí y en ella hicisteis enterrar por ministerio de los santos ángeles, el cuerpo de vuestra virgen y mártir Santa Catalina,
os suplicamos que nos hagáis llegar, por sus méritos e intercesión, a la montaña que es Jesucristo. Por J. C. N. S.

FIN.