
ASCENSIÓN MISTICA DE LA MONTAÑA DE LA PERFECCION
POR EL CAMINO DEL AMOR Y DE LA INFANCIA ESPIRITUAL
CANCIÓN 18
Volvió Jesús al punto
que vió al alma tentada
Con locos devaneos
por la senda del bien;
Y ella al ver del infierno
la furia desatada
Corrió hacia su Maestro,
su guía y su sostén.
Y asiéndole una mano,
como a su amante dueño,
Rogóle que ahuyentáse.
las sombras del pesar;
Jesús alzó su brazo
Y, cual si fuera un sueño,
Huyeron las tinieblas
y el sol volvió a brillar.

