ELEISON 375

«Por grandes, en efecto, que puedan ser entre los hombres la astuta habilidad del disimulo y el hábito de la mentira, es imposible que una causa, cualquiera que sea, no se revele por los efectos que produce.» (Enc. Humanum genus).
NO SÓLO EL CONTEXTO ESTÁ TRASTORNADO
Un nuevo ELEISON (375)…
Y los blogs adherentes, Non Possumus y Syllabus, no lo habían publicado hasta el lunes 22 por la tarde (horario de la Argentina), cuando recién apareció en dichos sitios.
¿Por qué la demora? Según Non Possumus, por un «retraso en el envío de la traducción oficial». ¿En qué quedamos? ¿No pueden, o tienen atraso?…
No lo creemos.
Estamos persuadidos de que, en realidad, pensaron que lo mejor era no publicarlo…
Y nos sobran argumentos para razonar de este modo.
Ante la publicación del Eleison por Radio Cristiandad, a las 10:11 a.m., entendieron que resultaba mejor publicarlo que ocultarlo, ya que no hacerlo los colocaría en una posición muy incómoda frente a sus lectores… El mundo «tradi» es muy pequeño…; los lectores de Non Possumus y Syllabus también leen Radio Cristiandad (aunque no todos…, porque muchos siguen las directivas recibidas en la NeoFSSPX); así como nosotros leemos muchos otros blogs.
En este ELEISON se menciona nuevamente el pensamiento del P. Calmel. Más allá de las interpretaciones que pretende hacer Mons. Williamson (muchas de ellas contradictorias), el pensamiento del Padre Calmel permanece.
Los blogs de la Resistencia Fláccida sostienen que el pensamiento del Padre Calmel inclina al sedevacantismo; y por lo tanto lo rechazan sin más análisis.
Ese es un aspecto importante. La Resistencia liderada por Mons. Williamson está dividida; y cada vez se acentúa más esa división. Existen importantes diferencias entre sus miembros; y entre las diferencias más notables está la que tiene que ver con la Roma Actual, apóstata y conciliar. Muchos de ellos admiten que esa no es la Iglesia de Cristo. Su posición es la de un sedevacantismo muchas veces privado, no lo anuncian pero lo creen, lo llaman práctico.
Lo que intentan Non Possumus y Syllabus (antisedevacantistas, antes que nada y por definición) es mostrar una falsa imagen de la resistencia fláccida, negando esa división real.
Ellos quieren que todos crean que la resistencia (ese agrupamiento que ahora se ha dado una cierta forma y que denominan Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre, liderado por Mons. Williamson) goza de una situación de perfecta armonía y unidad de pensamiento.
Pero la realidad es que eso está muy lejos de ser cierto, muy lejos de gozar de la unidad y la armonía que ellos pretenden.
El mismo Mons. Williamson, entre burrada y burrada de las que nos regala semanalmente, en varias oportunidades ha puesto de manifiesto lo que acabamos de decir.
Él ha hablado de lo dificultosa que resulta ser la tarea de amaestrar una banda de «gatos», en referencia a los sacerdotes que integran ese agrupamiento que lo tiene por líder.
En este ELEISON 375 hace una nueva referencia cuando dice: «uno piensa en la dificultades actuales de la «Resistencia» para tomar forma». Y lo dice hablando sobre el contexto actual, afirmando que todo el mundo se ha vuelto loco.
Tal vez está planteando que él y su amigo C.C. sean los únicos cuerdos…
Mons. Williamson titula su ELEISON «CONTEXTO TRASTORNADO».
Lo cierto es que no es sólo el contexto lo único que se encuentra en esa situación. Los Eleison y su difusión lo prueban.
ELEISON 375
Partiendo de argumentos contra el sedevacantismo por ser un error de corto alcance (Decir que es de «corto alcance» parece fácil)
en una situación totalmente anormal, un amigo italiano (C.C.) adopta una visión de mayor alcance de esa situación. (¿Queda claro? C.C. parte de argumentos CONTRA el sedevacantismo; la gran obsesión de Mons. Williamson por estos días. Por otra parte, no se ve cuál sea el «mayor alcance» de la propuesta de C.C., ¿o sí? Ya veremos de qué se trata este «alcance») Sin ser sacerdote ni teólogo, él aventura la opinión («La opinión» de C.C. es tan válida como la mía, entonces) que el sedevacantismo es meramente uno de varios intentos en la Iglesia de encajar la crisis de hoy en día en las categorías de ayer. Se trata de cambios no de la teología católica sino de la situación real a la cual esa teología debe aplicarse, porque esta situación fue sometida a un cambio radical con el Vaticano II. Aquí está el párrafo clave de él sobre esa realidad trastornada:
«Por su rechazo a la realidad objetiva de la existencia de Dios y de la necesidad de someterse a su Ley, el mundo moderno de hoy en día no es normal, y la actual unidad católica no es normal tampoco
, por haber puesto al hombre en el centro de las cosas en lugar de a Dios. (No estamos de acuerdo en esto; los principios teológicos que definen LA UNIDAD DE LA IGLESIA no cambian por más que las circunstancias cambien; de modo que la UNIDAD de la Iglesia es absolutamente normal también hoy; que haya anormales por todos lados —léase apóstatas— no hace que la UNIDAD de la Iglesia se vea afectada). Tampoco es por un repentino brusco viraje que la Iglesia ha llegado a este estado anormal de cosas sino siguiendo un largo y complejo proceso de alejamiento de Dios cuyos efectos disruptivos se pusieron de manifiesto en el Vaticano II. Por cientos de años los gérmenes de la disolución han estado criándose dentro de la Iglesia al igual que los hombres alojando estos gérmenes, y a ellos se les ha permitido ocupar todos los rangos de la jerarquía hasta e incluyendo, la Sede de Pedro». (Si un enemigo invade y ocupa nuestra Patria, eso no lo convierte en compatriota nuestro. Del mismo modo, si los modernistas han ocupado todos los estamentos y resortes del poder en la estructura visible (hoy TODA la jerarquía de la Iglesia Conciliar), son apóstatas; y el hecho de usurpar los cargos no los convierte en católicos ni en autoridades legítimas.
Mi amigo continúa que si uno falla en tomar en consideración esta anormalidad de conjunto del estado actual de la Iglesia, que es increíblemente pero ciertamente peor que nunca, uno corre el riesgo de tratar con una realidad que ya no existe más, (Lo que no existe más es la Cristiandad; la Iglesia, por Voluntad de Dios, ha sido apartada. Identificarla con la Iglesia Conciliar es una blasfemia) con términos de referencia que no se aplican más. Así por ejemplo los sedevacantistas dirán que los hombres de Iglesia de hoy en día deben saber lo que están haciendo, porque son hombres inteligentes y educados. No es así, dice C.C.: la predicación y práctica de éstos pueden bien no ser más católicas, pero están convencidos que son totalmente ortodoxos. (Que un apóstata crea que es muy católico no hace que lo sea. Él lo cree; pero eso no es cierto. Hay razones objetivas que no han desaparecido y que un obispo de la Tradición debiera poder ver) El mundo todo se ha vuelto loco. Ellos meramente se han vuelto locos con él, no por una pérdida de la razón sino por haber abandonado el uso de ella, y a medida que su fe católica sigue debilitándose hay siempre menos para pararlos de perderla completamente. (Según Mons. Williamson y su amigo, los conciliares son cada día un poco menos católicos. No perdieron la Fe, sino que la van perdiendo de a poquito cada día. Hace un mes atrás Bergoglio era un poco menos apóstata que hace una semana; y hoy es más católico de lo que lo será dentro de quince días).
Pero entonces, uno puede objetar, Dios debe haber abandonado a Su Iglesia. En respuesta, C.C. recurre a tres citas de la Sagrada Escritura. Primero, Lc.XVIII, 8, donde Nuestro Señor se pregunta si Él siquiera encontrará Fe en la tierra cuando vuelva. Obviamente un pequeño remanente de sacerdotes y laicos (tal vez con algunos obispos) será suficiente para asegurar la indefectibilidad de la Iglesia hasta el fin del mundo (uno piensa en la dificultades actuales de la «Resistencia» para tomar forma). (Si C.C. intentaba con estos argumentos refutar el sedevacantismo va muerto. Se trata de una profecía que en nada lo contradice. Por otro lado, es evidente que Mons. Williamson está hablando de la realidad de la Falsa Resistencia, donde las cosas no tienen la perfecta armonía ni la unidad de criterios que Non Possumus y Syllabus pretenden hacerle creer a los fieles)
Del mismo modo, segundo, Mt.XXIV, 11–14, donde se prevé que muchos falsos profetas engañarán a muchas almas y la caridad se enfriará. (Otro argumento acerca de una situación profetizada que habla más bien en favor de la posición sedevacantista, y lejos está de contradecirla)
Y tercero, Lc. XXII, 31–32, donde Nuestro Señor instruye a Pedro a confirmar en la Fe a sus hermanos después que él se ha convertido, sugiriendo firmemente que su Fe primero iba a fallar. (Pedro FALLÓ. Es cierto, pero ¿en materia de Doctrina? ¿Pedro cayó en la herejía y en la Apostasía? ¿Se atreve Mons. Williamson a afirmar semejante cosa? Pedro no falló en materia de Fe, esta se mantuvo intacta a pesar de su debilidad, por no ser capaz de gritarla a los cuatro vientos. Su fallo equivale a un acto de cobardía y no de apostasía.) Entonces casi toda la jerarquía puede fallar, incluyendo a Pedro, sin que la Iglesia cese de ser indefectible, un poco como cuando los Apóstoles todos huyeron en el Jardín de Getsemaní (Mt. XXVI, 56). (Para Mons. Williamson, ¿FALLAR es CAER EN LA APOSTASÍA? Grave error. La Jerarquía de la Iglesia Conciliar, los Papas Conciliares no han cometido una FALLA. Hace cincuenta años que profesan y enseñan doctrinas contrarias al Magisterio Solemne. Promueven enseñanzas y costumbres que fueron condenadas solemnemente por la Iglesia Católica por medio del Magisterio Petrino. La jerarquía actual, conciliar, liberal y modernista no ha incurrido en UN ERROR. No ha FALLADO. Está en la apostasía. Este argumento del amigo del obispo, es entonces completamente improcedente y falso.
En conclusión, la visión de C.C. para la Iglesia de mañana o de pasado mañana se parece bastante a la del Padre Calmel: que cada uno de nosotros cumpla con su deber según su estado de vida y tome parte en construir una red de pequeños fuertes de la Fe, cada una con un sacerdote que asegure los sacramentos, pero de ahora en adelante sin inaplicable teología de la Iglesia, («inaplicable teología de la Iglesia»… ¿Cómo dice, Monseñor? ¿Acaso la «anormalidad» de nuestro tiempo dejó desactualizada a la Sagrada Teología?… Parece Bergoglio…)
ni imposible de obtener aprobación canónica (Nueva prueba de que Mons. Williamson sigue sosteniendo que las Autoridades de la Roma Conciliar y Apóstata tienen jurisdicción en la Iglesia de Cristo. Claramente, para Mons. Williamson La Iglesia Católica y la Iglesia del Concilio Vaticano II SON LA MISMA IGLESIA. Piensa exactamente igual que Mons. Fellay y su corte de aduladores liberales), ni con muros de separación caducos en cuanto que la Fe habrá podido fluir sobre ellos. Estos fuertes estarán unidos por la Verdad y tendrán contactos mutuos de caridad. (En el contexto que plantea Mons. Williamson esos «muros caducos»… ¿Cuáles son? Pues, no son otros que los que separan a los verdaderos católicos –el Pusillus Grex– de los que se dicen católicos y no lo son, y que salieron de nosotros pero nunca fueron de nosotros y contribuyen con el triunfo de la Revolución Anticristiana. Es decir que para Mons. Williamson ya no se puede distinguir un católico de quien no lo es; para el obispo no hay ni herejes ni apóstatas en la Iglesia Conciliar, y esta sigue siendo la verdadera Iglesia de Cristo. Perfecto; ahora se entiende la visión de C.C.. Este era el «mayor alcance» que supo encontrar cuando buscaba argumentos contra el sedevacantismo).
El resto está en las manos de Dios.
Concluimos que:
La posición teológica que sostiene que la Sede de Pedro se encuentra en estado de vacancia, en razón de la actual apostasía, pese al «corto alcance» de que habla C.C., el amigo de Mons. Williamson, con muchísima mayor claridad, propone una solución mucho menos tortuosa, confusa, y controversial.
No plantea, por ejemplo, la «inaplicabilidad de la teología católica» que es toda una novedad que raya con la heterodoxia.
No acepta la incongruencia de que los apóstatas tengan autoridad en la Iglesia de Cristo, como sostienen C.C. y Monseñor Williamson.
No declara «muros caducos» a aquellos que separan y permiten aplicar aquel mandato que fuera la insignia del gran San Hermenegildo: «EVITA AL HEREJE» (Devita Haereticum Hominem)
Monseñor Williamson y su amigo C.C. sugieren que se puede estar en comunión con herejes y apóstatas, toda vez que siguen defendiendo que Bergoglio y toda la actual jerarquía conciliar en comunión con él tienen la Fe católica… un poquito menos que ayer… pero bastante más que mañana.
Basta de absurdos Mons. Williamson.
En cuanto a los Blogs Non Possumus y Syllabus; para quienes administran esos blogs resulta INDIGERIBLE el siguiente párrafo:
«Obviamente un pequeño remanente de sacerdotes y laicos (tal vez con algunos obispos) será suficiente para asegurar la indefectibilidad de la Iglesia hasta el fin del mundo.»
Como no pueden asimilarlo, en un primero impulso habían preferido no publicar el entero ELEISON 375, para posteriormente hacerlo, con una traducción retocada, con la excusa referida al principio de este artículo.
El día 22 de septiembre, Radio Cristiandad publicó el ELEISON 375, por la mañana, a las 10:11, con un comentario que hacía referencia a su NO PUBLICACIÓN, hasta ese momento, por parte de Non Possumus, Syllabus, Borboletas, Ecce Christianus…
Hemos copiado de esos blogs, la hora en la que aparece como supuestamente posteado el ELEISON 375 en cada uno de ellos:
Publicado por Non Possumus en 11:34
Publicado por Syllabus Errorum en 9:45
Extraño, realmente… Syllabus aparece publicándolo más temprano que Non Possumus, pero Syllabus LO «LEVANTA» del blog mejicano, como consta.
«La noticia antes que se produzca»… ¡Eso es eficiencia en la información!
¿O será «El túnel del tiempo»?
No es la primera vez.
Por lo que entendemos que configura una nueva muestra de deshonestidad.
Señores: ¡ustedes son unos mentirosos!
