¡ ATENCIÓN !
¡¡ PELIGRO !!
MONSEÑOR WILLIAMSON PONE GUIÑO A LA DERECHA
¡¡¡ GIRARÁ A LA IZQUIERDA !!!

En diversas oportunidades he llamado la atención sobre los dichos, hechos y actitudes de Monseñor Williamson.
El último Comentario Eleison, del día de hoy, 3 de mayo de 2014, exige una nueva advertencia.
Para comprender de qué se trata es necesario recordar otros dos Comentarios del señor Obispo.
Me limitaré a proporcionar los textos, destacando en amarillo los párrafos que muestran el peligro, acompañados de un corto comentario.
Vayamos por partes. Primero el Comentario Eleison Nº 355 del día de hoy:
ADIOS, FSSPX
Malas noticias desde Francia: la lucha de 40 años de la Fraternidad San Pío X por la Fe contra los modernistas en Roma está virtualmente acabada. Oh, los prioratos, escuelas y seminarios de la Fraternidad y los conventos y monasterios asociados continuarán funcionando para proveer, al menos por un tiempo, sacramentos válidos y doctrina decente, manteniendo todas las apariencias de la Tradición, pero la lucha esencial por la Fe completa será censurada, o auto-censurada, hasta desaparecer. Parece que solamente un número limitado de más sacerdotes tendrán la comprensión del trabajo de Monseñor Lefebvre y el coraje necesario para romper filas y huir a las montañas.
La noticia es que los modernistas en Roma están ofreciendo a la Fraternidad un «reconocimiento de tolerancia», sin la necesidad de ningún acuerdo formal o documento firmado tales como los que levantaran tanta oposición dentro de la FSPX a un negocio con Roma en la primavera y verano del 2012. He aquí la esencia de cómo el Segundo Asistente de la Fraternidad, el Padre Alain Nély, lo expresó, con entusiasmo, a dos religiosos hace tres meses: «La solución para la FSPX será su reconocimiento unilateral por parte de Roma… no se nos pedirá firmar nada… para ver como las cosas evolucionan… veremos».
Para prevenir que tal revelación se difunda, el Superior General de la Fraternidad escribió a los dos religiosos para afirmar que habían malinterpretado los comentarios del Padre Nély, porque no había ningún tipo de «acuerdo» en vista. Por supuesto que no. En eso reside la astucia del propuesto «reconocimiento» sin firma. Permitirá a números de sacerdotes de la FSPX pretender que nada habrá cambiado, para así poder continuar con sus ministerios como antes. Así mismo se reporta que Monseñor Fellay mismo dijo recientemente a los seminaristas de la FSPX en Zaitzkofen: «No hay ninguna duda, no firmamos en absoluto ningún acuerdo, etc., etc.» Sin embargo, diez minutos más tarde, «Pero si Roma propone un reconocimiento de tolerancia para nosotros, esa es otra cosa, eso sería muy bueno».
Y así hay toda probabilidad, y más temprano que tarde, que un gran número de sacerdotes de la FSPX seguirán dócilmente a sus líderes oficiales en el amplio abrazo de los amorosos modernistas en Roma, un abrazo que devendrá con el tiempo tan apretado como sea necesario como para sofocar cualquier esfuerzo remanente para luchar contra el mortal modernismo que está acabando de matar a la Iglesia oficial y poniendo a millones de almas en el camino al Infierno.
En retrospectiva, se puede adivinar que Monseñor Fellay ha trabajado hábilmente con los Romanos hacia este abrazo por al menos los últimos 15 años. Monseñor de Galarreta ha visto lo que está en juego, pero se pasó al lado de Monseñor Fellay. Monseñor Tissier también ve claramente el peligro mortal para el trabajo de Monseñor Lefebvre, pero no ve la necesidad de seguir el ejemplo que Monseñor le dio de poner la Fe antes que todas las reglas normales de obediencia y unidad.
Así que, queridos amigos, si deseamos mantener la plenitud de la Fe y ayudar a otros a hacerlo, debemos por lo menos interiormente huir a las montañas. No tengan miedo. Mantengan la cabeza fría. No hay necesidad de desánimo ni desesperación. Dios no cambia, y la lucha por Su causa deviene más gloriosa que nunca. Sacerdotes, estén alertas, y sobre todo no se engañen a sí mismos con que nada está cambiando en la Fraternidad. Ya ha esencialmente cambiado. Fieles, estén alertas también, y oren, y Dios les dará los líderes y Sacerdotes de sus oraciones. En Dios confiamos, y en su Santísima Madre.
Kyrie eleison.
Católicos, cuando vean que Roma da el grito de reconocimiento, ¡huid a las montañas!
Leamos ahora el Comentario Eleison Nº 162, del 21 de agosto de 2010:
¿DISCUSIONES ELUDIDAS?
Mientras las discusiones entre Roma y la Fraternidad de San Pio X se están topando, de acuerdo a comentarios de ambos lados, contra una pared doctrinal, informes de Francia y Alemania unidos a un rumor que llega desde Roma alerta peligro para los Católicos. Ese peligro es un acuerdo político el cual simplemente rodeará por un lado el bloqueo doctrinal. La Política amenaza con eludir a la doctrina.
Hace algunas semanas me comentaron, desde Francia y Alemania, que una parte importante de los Católicos que asisten a las misas de la FSSPX únicamente están esperando a que salga de las discusiones alguna clase de acuerdo. Si —lo repito, si— esto es verdad, es muy grave. Esos Católicos pueden recibir la mejor calificación por desear no ser separados de lo que parece ser Roma, pero estarían reprobados por no darse cuenta de que mientras las discusiones se mantengan en el plano doctrinal, no existe manera en la que la enseñanza neo-modernista del Vaticano II pueda ser reconciliada con la doctrina Católica de la verdadera Iglesia. Esos Católicos pueden venerar y amar a Monseñor Lefebvre tal como lo perciben, pero no han entendido la esencia de su lucha por la Iglesia. Les convendría despertar si no quieren en una manera u otra caer en los brazos de los Romanos neo-modernistas.
Un acuerdo por delante de la doctrina significa la política antes que la religión, la unidad antes que la verdad, el hombre antes que Dios. Dios antes que el hombre significa verdad antes que unidad, religión antes que política y la doctrina siendo más importante que cualquier acuerdo no-doctrinal. Solamente los soñadores podían no haber previsto que las discusiones doctrinales Roma-FSSPX toparían contra un muro doctrinal. Únicamente los políticos pueden desear que cualquier acuerdo no-doctrinal se desprenda de estas.
¡Dios mío! por lo visto Benedicto XVI sinceramente cree en la Nueva Iglesia del Vaticano II, la cual debe de unir en su seno absolutamente a todos los hombre, sin importar si creen o no en la única verdadera doctrina de la Fe. Por lo tanto él sinceramente desea acoger también a la FSSPX —¡y naturalmente no le queda mucho tiempo más por vivir! Así es que el bloqueo de las discusiones doctrinales no debería de preocuparle tanto, si busca llegar a un acuerdo político con la FSSPX y de esta manera poder unirla con el resto de la Nueva Iglesia. Por lo tanto, ni debería de pedir demasiado a la FSSPX, o se negaría al acuerdo, ni muy poco, porque entonces el resto de la Nueva Iglesia se levantaría en protesta.
El rumor desde Roma consiste precisamente en que él está pensando en un «Motu Proprio» que aceptaría a la FSSPX «de regreso en la Iglesia», de una vez por todas, sin requerir de la FSSPX una aceptación explícita del Vaticano II o de la Misa Nueva, sino solamente la aceptación, por ejemplo, del «Catecismo de la Iglesia Católica» de 1992 de Juan Pablo II, el cual es sustancialmente modernista pero de una manera discreta. Por lo tanto la FSSPX no parecería ante sus seguidores como aceptando el Concilio o la Nueva Iglesia, sin embargo comenzaría poco a poco, discretamente, a tragar la substancia del neo-modernismo.
De este modo todos los que buscan la unidad estarían contentos, salvo los que creen en la doctrina Católica.
¡PELIGRO!
Tres semanas más tarde, en el Comentario Eleison Nº 165, del 11 de septiembre de 2010, Monseñor Williamson retomó la controversia acuerdo doctrinal – acuerdo práctico, con su acostumbrado estilo, sin arriesgar nada, con insinuantes preguntas, que nunca responde, dejando librado al lector la responsabilidad de las respuestas.
Pero lo más importante es que no expresa ninguna oposición al acercamiento suicida a la Roma Conciliar, más bien sugiere todo lo contrario… Leamos:
LA DOCTRINA — ¿POR QUÉ?
¿Por qué es la doctrina en general tan importante para los Católicos?
Y ¿por qué es que en particular la Sociedad de San Pio X, siguiendo al Arzobispo Lefebvre y hoy en día a Monseñor Fellay, insiste que el acuerdo en la doctrina debe de preceder cualquier otra clase de acuerdo con la Roma Conciliar?
¿Por qué es que la FSSPX no puede aceptar ahora ser regularizada por Roma, y resolver las diferencias doctrinales después?
Aquí tenemos dos preguntas interconectadas, aunque diferentes. Empecemos con la pregunta general.
La palabra «doctrina» viene del Latín doceo, docere, que quiere decir enseñar. Una doctrina es una enseñanza. En nuestro mundo liberal en donde todo el mundo quiere pensar y hablar como le plazca, la palabra «adoctrinamiento» se ha convertido en una palabra sucia. Sin embargo, para poner fin al adoctrinamiento, uno tendría que cerrar todas las escuelas porque en donde sea que una escuela está operando, un adoctrinamiento continúa. Aún si un maestro enseña que toda doctrina es pura tontería, ¡aún eso sigue siendo una doctrina!
Sin embargo, de hecho todos coinciden en que la doctrina es necesaria. Por ejemplo, ¿quién se atrevería a subirse a un aeroplano acerca del cual le hayan antes comentado que su diseñador ha desafiado la doctrina clásica de la aerodinámica, y ha puesto las alas boca abajo? ¡Nadie! La doctrina de la aerodinámica, la verdadera, la que enseña por ejemplo que las alas deben de estrecharse gradualmente hacia abajo en la parte trasera y no hacia arriba; no es solamente palabras que se hablan o se escriben de la nada, es una realidad de vida o muerte. Si un avión debe de volar sin estrellarse, la verdadera doctrina de la aerodinámica, en su más mínimo detalle, es esencial para su diseño.
De manera similar, si un alma va a volar al Cielo y no estrellarse en el Infierno, la doctrina Católica, ensenándole en qué debe de creer y cómo comportarse, es esencial. «Dios existe», «Todos los seres humanos tienen un alma inmortal», «El Cielo y el Infierno son eternos», «Necesito ser bautizado para poder salvarme»; estas no son solamente palabras que se les imponen a las almas que crean, sino que son realidades de vida y muerte, pero de vida eterna y de muerte eterna. San Pablo dice a Timoteo que enseñe estas verdades de salvación a tiempo y fuera de tiempo (II Timoteo IV, 2), y para sí mismo dice, ¡Ay de mí si no enseñara el Evangelio! (I Corintios. IX, 16). ¡Ay del sacerdote Católico que no adoctrine a las almas con la doctrina infalible de la Iglesia!
Más la segunda pregunta subsiste: ¿no podría la FSSPX, para obtener de Roma la preciada regularización que solamente Roma tiene la autoridad de otorgar, aceptar un acuerdo práctico a través del cual ninguna parte de la doctrina Católica sería negada, pero a través de la cual las diferencias doctrinales entre Roma y la FSSPX se pondrían entre paréntesis por el momento? ¿Necesitaría así existir una traición de aquellas grandes verdades que mencionamos anteriormente?
El mismo Monseñor Fellay contestó a esa pregunta brevemente en una entrevista que dio a Brian Mershon en Mayo de este año, publicado en el diario «Remnant». Aquí sus palabras: «Es muy claro que cualquier solución práctica que se diera sin un sano fundamento doctrinal conduciría directamente al desastre … Nosotros tenemos todos estos ejemplos ante nuestros ojos —la Fraternidad de San Pedro, el Instituto de Cristo Rey y todos los demás están totalmente bloqueados a nivel de la doctrina porque primero aceptaron el acuerdo práctico.»
Pero ¿tiene que ser así? Interesante pregunta…
Lo que más interesa es la respuesta a ese «pero» del Obispo, a ese «¿tiene que ser así?»
Y la respuesta viene dada antes, por el mismo Monseñor Fellay.
Pero Monseñor Williamson lanza un manto de duda sobre ella y deja planeando (sin respetar en su más mínimo detalle las leyes de la verdadera doctrina de la aerodinámica) la posibilidad de que la FSSPX, para obtener de Roma la preciada regularización que solamente Roma tiene la autoridad de otorgar, podría aceptar un acuerdo práctico a través del cual ninguna parte de la doctrina Católica sería negada, pero a través del cual las diferencias doctrinales entre Roma y la FSSPX se pondrían entre paréntesis por el momento.
Evidentemente que sucedería lo previsto por Monseñor Fellay: un desastre… el avión se estrellará.
Utilizando, en parte, las mismas palabras del señor Obispo, afirmo, con pruebas que ya he presentado:
* que Monseñor Fellay ha trabajado hábilmente con los Romanos hacia este abrazo por lo menos los últimos 15 años
* y que Monseñor Williamson ha sido y sigue siendo su perfecto colaborador.
Sacerdotes, fieles, ¡huid a las montañas!
Pero, ¡atención!, esas montañas no son Monseñor Williamson ni su falsa resistencia.
Padre Juan Carlos Ceriani
