APOSTILLAS A LA CONFERENCIA DE
MONSEÑOR WILLIAMSON EN BOGOTÁ
II
Continuemos con la Conferencia del sábado 12 de marzo de Monseñor Williamson en Bogotá, Colombia.
Leamos lo dicho de 00:52:06 a 00:53:04:
Lega el movimiento de cambiar la Fraternidad y de cambiar la dirección de Monseñor Lefebvre hacia el cielo.
La dirección de estos cambiadores, los que están cambiando la dirección de la Fraternidad, ¡que han cambiado la dirección!…
No es sólo el Superior General, es un equipo en Menzingen.
Podría…, yo no voy a nombrarlos, pero son, por lo menos, seis…
Seis cabezas y jefes de la Fraternidad, que piensan todos lo mismo, es decir: «tenemos que entendernos con la Iglesia de Vaticano II».
Todo indica que a Monseñor Williamson le encanta hacerse el misterioso cuando imparte conferencias en Sudamérica…
Porque estas cosas no las dice en Francia…
Y por eso en Francia no creen que las haya dicho…
Ya había hecho lo mismo en Nova Friburgo, Brasil, en el Monasterio de la Santa Cruz, el 2 de septiembre de 2012… ¿Recuerdan?
Al final de dicha Conferencia se plantearon preguntas a Monseñor Williamson.
Del minuto 00:48:52 al minuto 00:52:30 se puede escuchar la pregunta de un asistente y la respuesta correspondiente:
PREGUNTA: Hubo algún trabajo de la masonería dentro… (risas)…
MONSEÑOR WILLIAMSON: Buena pregunta. Buena pregunta.
Seguro que dentro de la iglesia conciliar hay masones. Segurísimo. Desde los, en los años ’50, 1950, muchísimos cardenales y altos prelados de Roma se inscribieron en la masonería.
La lista de unos 129, 127, fue publicada por un periodista italiano en los años ’70, y él murió tres meses después, asesinado masónicamente, de una oreja a la otra, crjjjjjj. Clásica… No sé. De todos modos.…
Dentro de la Fraternidad, puede ser…, puede ser…
Yo podría dar un nombre, otros no estoy seguro, y esto no es seguro.
En septiembre de 2012 se trataba de un masón (o varios) dentro de la FSSPX; en marzo de 2014 se trata de todo un equipo de, por lo menos, seis personas que quieren que la Fraternidad se entienda con la Iglesia de Vaticano II…
Y Monseñor Williamson los conoce y no proporciona los nombres…
Y los sacerdotes y feligreses que lo siguen…, ¡todos contentos y como si eso fuese lo más normal!
Es por eso que no se puede confiar en toda esta gente.
Padre Juan Carlos Ceriani
