OTRAS PLUMAS: FRAY GERUNDIO Y UNA CARTA DE UN PÁRROCO AZORADO ANTE BERGOGLIO

Logo-TD-Cabecera-437x85LAS «COSAS» DE FRANCISCO

1010752_169718533200057_1500583767_n

Carta de un párroco:

Estimado Fray Gerundio:

Soy un sacerdote que lee sus escritos. En los últimos usted habla del Papa actual. Como coincido con usted, le participo cosas que me han sucedido al respecto y, quizá pueda usar usted para comunicarlas al mundo en uno de sus jugosos escritos.

Sin ir más lejos, ayer, cuando venía a la parroquia, un caballero me hizo autostop. Apenas se sentó me dijo: – “Padre, ¿qué opina usted del grupo de cardenales que ha formado el papa, el G8 con el que va a permitir que un casado por la Iglesia pueda gozar de una segunda oportunidad?” Como el trayecto del autostop era muy corto, y porque he decido ser prudente en torno al tema, le dije simplemente que teníamos que rezar por el Papa. Pero para mis adentros me dije: “¡Vaya lío que nos está armando a los curas párrocos el papa Francisco!” Lo grave es que esta pregunta me la han hecho varias personas, fuera y dentro de mi parroquia. Tengo el caso, incluso de una mujer que me consta que está divorciada y vuelta a casar por civil, y le he visto acercarse últimamente a comulgar y a la que discretamente la he llamado para preguntarle – hay confianza entre ella y yo – y le he mostrado delicadamente mi extrañeza y me ha respondido: “¿Es que el papa no me ha permitido comulgar, según dice el periódico?”.

Al llegar a la parroquia he celebrado Misa y después he tenido mi reunión semanal con el Consejo Parroquial, un grupo de laicos y laicas con los cuales he venido reuniéndome pacíficamente durante los 8 años que llevo de párroco. Apenas nos hemos sentado, tras rezar el avemaría de rigor, lo primero que ha salido ha sido el tema de la entrevista del papa con el ateo italiano. Ellos se han puesto a contar lo que el papa ha dicho, haciendo comentarios.

Cuando Lucía (todos los nombres son supuestos) ha dicho que le parece fabuloso que el papa haya dicho que el problema más importante de la iglesia de hoy es el de los jóvenes sin trabajo y el de los ancianos sin atención, yo, sintiéndome con más criterio, he intentado aclarar que me parecía que el problema más importante de la Iglesia (por poco digo que es el mismo papa Francisco) era el de un mundo que ha dado la espalda a Dios; pero ha sido inútil, porque Lucía me ha dicho que, lo que el papa estaba haciendo es hablar del tema Dios, pero con un lenguaje inteligible, sobre todo a los jóvenes. Lo cual ha apoyado Juan Carlos, un abogado. Juan Carlos ha dicho: – “Este papa habla tan claro que está cayendo muy bien a la juventud. El problema es que la Iglesia siempre ha hablado para nosotros, los mayores; por esto el papa nos choca, pero se está metiendo en el bolsillo a la juventud. Yo sé que con este papa se va a armar algo grande, no sé qué, pero va a suceder algo grande. Cuando yo leía a Ratzinger, para entenderlo, tenía que leer dos veces el mismo párrafo; en cambio a Francisco lo leo como una novela”.

Ana, periodista, dijo que les parecía muy de acuerdo con el mundo de hoy el que cada uno pudiera definir lo que es bueno y lo que es malo, que eso gustaba mucho a los chicos y chicas. Juan Manuel, un hombre mayor, se opuso y respondió que eso a él le parecía lo mismo que lo del pecado original. Claro, lo dijo en plan discusión acalorada. Luisa, una mujer casada, con más de 50 años de edad, dijo que a ella le parecía que el papa es un padre, un jefe de familia y que no le parecía correcto que siendo lo que era, ventilara ante el mundo entero los problemas de su hogar, la iglesia. Que si él veía que en la curia vaticana había problemas, no debía haber dicho que la peor lepra del papa era la corte; que a ella no le gustaría que los problemas hogareños, su esposo, los dedicara a contar a todos sus vecinos; que “los tapaos sucios se lavan en casa”; que ella pensaba – respetuosamente – que el papa estaba sembrando mucho desconcierto al tocar tanto tema grave de modo tan informal.

Los temas han ido saliendo y el ambiente se ha puesto feo, tenso; se notaba la división… En todos los años que me reúno con mi Consejo, nunca hemos salido tan distanciados. Yo he intentado sonreír a todos como siempre cuando les doy mi apretón de manos, pero ha habido varios que han bajado la mirada y – qué dolor me ha dado – no me han mirado a los ojos y sonreído al marcharse…

En fin, querido Fray Gerundio, no le cuento más cosas de la reunión para no alargarme. Termino diciendo mi sentimiento más hondo. En las Revoluciones en las que ha estado en juego la Religión, mientras los ideólogos discutían a nivel “académico” los temas doctrinales con cierto respeto; al mismo tiempo, esas discusiones, en la calle, al nivel del pueblo llano, se traducían en quema de iglesias, profanación de templos o destrucción de centenarias obras de arte religioso…

Con Francisco y su modo de actuar, está sucediendo lo mismo: los temas que él ventila en Roma, a nivel de parroquias, de familias, de grupo laboral, de grupo de amigos… está generando abismos de división y volcanes de tensión. Hay que ver lo fácil que es sembrar cizaña.

Gracias por leer mi escrito.

Un cura párroco cualquiera.

 

Respuesta de Fray Gerundio:

Estimado amigo: Le agradezco su carta, porque sirve de constatación de que no estamos locos. A tenor de las noticias que dan algunos medios católicos, aquí no pasa nada. Pero sí pasa. Y como usted dice,a nivel de calle, en las parroquias. El lío monumental que pedía Francisco a los jóvenes, lo está organizando él. Claro que yo creo que no es por casualidad. Conozco muchos curas tan viejos como yo (ahora estarán en los 70), que piensan exactamente igual que Francisco: lo importante es Jesús de Nazareth. Y todo lo demás son construcciones de una Iglesia caduca que hay que derribar. ¿Acabará todo el mundo por hartarse? Ahora las azafatas se va a poner en huelga porque ellas dicen que sonríen por profesionalidad y no tiene el Papa derecho a criticarlas. En fin, siento lo que está usted sufriendo, como tantos otros párrocos. Pero no se apure porque nadie vendrá a rescatarlo. Dirán que es usted un integrista recalcitrante. Lea Infocatólica y Aciprensa y podrá usted subir puestos en su Diócesis. Si no, ya sabe la que le espera. Cuenta usted con mis oraciones (en latín).