MADRID (Reuters) – Ligeros de ropa esperaban el sábado cientos de miles de peregrinos católicos la llegada del papa Benedicto XVI para iniciar una vigilia en el aeródromo de Cuatro Vientos, a las afueras de Madrid, dentro de los actos de la Jornada Mundial de la Juventud que finaliza mañana en la capital española.
Durante todo el día los servicios de emergencias de Madrid han atendido a centenares de personas, sobre todo por lipotimias provocadas por las altas temperaturas veraniegas que se soportan desde hace días en la ciudad.
Cuando faltaba aún una hora para la llegada del pontífice alemán, de 84 años, la organización de la JMJ anunciaba a través de las redes sociales la llegada a la base aérea de Cuatro Vientos de un camión con 200.000 litros de agua para rociar y duchar a los estoicos peregrinos que aguantan desde hace horas bajo un sol de justicia el inicio de la vigilia.
Hasta las 17:00 horas, el Samur dijo que había atendido a 679 personas, casi todas ellas por mareos, frente a las 151 que había asistido hasta las dos de la tarde.
Los bomberos contribuían a soportar el intenso calor con manguerazos de agua.
