Mujer criada por homosexual pide a gobiernos proteger matrimonio entre hombre y mujer

MADRID, 12 Oct. 06 (ACI).-

Una mujer canadiense que fue criada en un hogar homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que protejan el matrimonio entre hombre y mujer. Según informa ForumLibertas.org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde el sitio web (en inglés) www.dawnstefanowicz.com

: Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestos a este estilo de vida.

Stefanowicz explica en el sitio web «cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de «familia» gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar».

En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. «Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas», relata.
«Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991″, recuerda.

Según Stefanowicz las «experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas».
«Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años», sostiene. Stefanowicz recuerda que «desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre».
«Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños», señala.
Las consecuencias
«Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían«, sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
«Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias«, explica.
«Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños», concluye.

6 comentarios sobre “Mujer criada por homosexual pide a gobiernos proteger matrimonio entre hombre y mujer

  1. Muy buen testimonio. Los homosexuales no podrían hacer más que pervertir a los niños, inculcándoles como normal y saludable la basura que ellos llevan dentro.
    Los niños para ser buenas personas, deben tener a Dios como meta, sino todo está perdido. Ellos necesitan a un papá hombre de nacimiento que casado con una mamá mujer de nacimiento los lleven al cielo, enseñándoles la verdad, procurando que esos niños crezcan en el amor a Dios, pero también en el Santo Temor de Dios.
    Hay que inculcar en nuestros niños las prácticas de piedad, la oración, la pureza, la obediencia a las leyes de Dios; y nada mejor para ello que el buen ejemplo de sus padres.
    Los homosexuales, desviados de la naturaleza y en contra de Dios y de su Santa Ley no pueden más que enseñar basura e inmundicia con el triste ejemplo de sus pobres vidas.

  2. Estoy totalmente de acuerdo con Stefanowicz, yo crié a una niña estando en pareja con otra mujer y pude observar con mis propios ojos, la falta de padre que sufría esta niña. Ahí me di cuenta que criar niños entre parejas homosexuales es un completo error y un gran daño para los niños, sin contar que el ambiente que les rodea no es recomendable ni siquiera para un adulto.

    Hoy estoy muy arrepentida por eso.

  3. El hombre y la mujer fueron hechos para complementarse mutuamente, tanto dentro del matrimonio como en la crianza de los niños. Cada uno cumple el rol que le corresponde como padre y como madre en la educación del niño.¿Cómo puede decirse que en un «matrimonio» homosexual se puede encontrar este orden establecido ya por Dios….¿quien es el padre y quien es la madre?
    El niño se «educa» confundido, tal como lo cuenta esta mujer, sufriendo el escandalo masivo de perversiones sexuales variadas…..
    Realmente quienes hacen eso merecen que les cuelguen una piedra en el cuello, por escandalizar a los pequeños……

  4. Este es un veradero testimonio… Traten de que muchos lo conozcan, sobretodo los que estan peleando ciegamente, con lo que les dictan desde arriba…
    Sigan adelante…
    Dios los Bendiga y Guarde

  5. Donde quedó la afirmación de que los primeros son los niños?, gobierno subversivo, inmoral y anticristiano que pone a los niños en el último lugar, las verdaderas víctimas. No me extraña que les tengan tanto miedo a los militares, habría tonfa para todos…

  6. No hace falta ser hijo de homosexual para que te arruinen la vida tus padres, Dios gracias mis padres son católicos se aman y respetan, pero hay muchos padres inmaduros y egoístas que tienen a sus hijos en situaciones desordenadas y luego no se ocupan de ellos.
    No hablo de gente que vive en villas de emergencia, sus hijos se desarrollan en una anarquía en donde solo la publicidad y el salvajismo mas elemental los guía.
    Una mujer, un hombre con valores tradicionales católicos que funda una familia numerosa pienso yo que vale más que nada dentro de una sociedad.

    ¡¡¡Animo!!!que si nosotros no somos valientes y firmes ¿quién lo va ser?

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