Un grupo de católicos españoles liderados por el sacerdote y teólogo Jesús López Sáez volvió a echar dudas sobre la muerte del papa Juan Pablo I, acontecida 34 días después de haber sido elegido pontífice. Los interesados en conocer las razones del deceso insisten en que es improbable que Albino Luciani hubiera muerto por una afección cardíaca, por lo que reflotaron la hipótesis de que pudo haber sido asesinado. Sáez publicó libros y artículos sobre la extraña muerte del Papa y esta semana afirmó ante la RAI que «sin antecedentes coronarios y sin autopsia oficial no se puede sostener la tesis del infarto».
«Hay que averiguar de qué murió el Papa analizando el cadáver», pidió el religioso. El 29 de septiembre de 1978, el mundo se despertó sobresaltado por el anuncio de la muerte repentina de Juan Pablo I. La versión oficial indicó que el infarto de miocardio agudo que sufrió la noche anterior había resultado fulminante. El hecho ocurrió mientras Luciani revisaba unos papeles en la cama. Pese a todo, los datos nunca fueron corroborados por autopsia.
exigo tambien o apoyo la investigacion del cadaver papal, aun despues de 28 años.
Como puede la iglesia hacernos creer que murió de una afección cardíaca? En su época nadie se comió ese cuento y hoy en día MENOS! también pienso que fue asesinado, deseo también que su muerte sea investigada.